Las fallas se habrían generado tras un intento fallido de duplicar la producción de 20.000 barriles diarios de gasolina a 40.000.
La refinería El Palito, en Carabobo, que era la única unidad de producción de gasolina activa en Venezuela, continúa paralizada desde la noche del martes 21 de julio por fugas en dos de sus plantas y falta de algunos aditivos necesarios para la obtención de combustible, informaron este viernes 24 de julio fuentes internas de Pdvsa.
Según las fuentes, se trata de dos fugas en las tuberías de ocho pulgadas por donde circula la gasolina: una corresponde a la planta de destilación y la otra a la de FCC, ambas esenciales en el proceso de producción de carburante otros derivados del petróleo, como el gas GLP. También persiste la falla en el área de bombeo de agua, llamada reservorio, donde se registran niveles bajos.
La agencia especializada Argus reveló en un reporte publicado el miércoles 22 de julio que las fugas en la FCC, con capacidad de 61.500 barriles diarios (bd), y en la torre de destilación, de unos 87.500 bd, se originaron tras un intento fallido de duplicar la producción de gasolina de 20.000l bd a 40.000 bd.
Se conoció que los operadores del complejo de refinación ubicado en la costa carabobeña trabajan en la sustitución de los tramos de las tuberías afectadas. Pero las reparaciones por sí solas no serían suficientes. También necesitan que les lleguen los aditivos que faltan para, con suerte, intentar retomar la producción de combustible el próximo domingo 26 de julio.
Luego de estar paralizada desde 2017 y con una capacidad instalada de 140.000 bd, el Palito había retomado su producción a 14,28% de operatividad, convirtiéndose en la única esperanza de Pdvsa debido a la suspensión de operaciones de la refinería Cardón, en Falcón, por problemas similares a los de la instalación petrolera de Carabobo.
Argus agregó que Cardón estaba produciendo hasta 30.000 bd de gasolina, “hasta que un mal funcionamiento de la torre de destilación el 17 de julio obligó a Pdvsa a cerrar su FCC”. Ante este panorama, con ambas refinerías inoperativas, la estatal quedó en jaque, sin capacidad de producción e inventarios cada vez más mermados.
Entre tanto, en medio de la contingencia por la pandemia de COVID-19, las largas colas de vehículos a la espera para surtir gasolina a las afueras de las estaciones de servicio volvieron a Carabobo y otras regiones. Además, persiste la aguda escasez de gas GLP en casi todo el país, que obliga a los ciudadanos a tener que cocinar incluso con leña.
A pesar de no lograr abastecer el mercado interno, Pdvsa mantiene el envío de combustible y otros derivados de petróleo hacia Cuba. El Carabobeño confirmó a través de fuentes y datos de rastreo marítimo del sitio web marinetraffic.com, en lo que va de mes han zarpado desde distintos puertos venezolanos al menos cuatro buques con la isla como destino: Paramaconi, Teseo, Sandino y Alicia. Un quinto tanquero estaría por zarpar, el Beauty One.
Posible salvación
La salvación de Pdvsa pudiera estar cerca. A través de marinetraffic.com se corroboró que dos tanqueros se aproximan a las costas venezolanas. El primero es el OPEC Fortune, que navega bajo bandera de Vietnam, y estaría por llegar este viernes al muelle de la refinería de Jose, en Anzoátegui, tras un viaje de más de 17 días desde Bandirma, en Turquía. No se trata del iraní Fortune que estuvo en mayo en el país.
El segundo es Atlas, un buque que salió el 9 de julio desde Sarroch, Italia, y tiene como destino El Palito. La embarcación, que navega con vadera de Bahamas, llegaría en aproximadamente tres días y, presuntamente traería aditivos y productos necesarios para producir gasolina.