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Castro-comunismo para que lleven el apellido de su padrote #Opinión #JesúsPetitDaCosta

El comunismo vino con otro rostro. Cambió de nombre y apellido. Ya no era comunismo sino Movimiento Bolivariano 200, Quinta República, y ya perdida la virginidad: socialismo del siglo XXI.

Jesús Petit Da Costa

¿Cómo ha terminado Venezuela siendo escenario bélico de la Segunda Guerra Fría-Cuarta Guerra Mundial actualmente en desarrollo? Continúo la explicación del proceso que nos condujo a esta situación, sobre todo para la ilustración de los jóvenes.

Con la caída del Muro de Berlín en 1989 se inició la desintegración del imperio comunista soviético, que terminó con la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviética (URSS) en 1991, acto final de la Primera Guerra Fría-Tercera Guerra Mundial que ganaron Estados Unidos y las potencias occidentales (OTAN).

Del comunismo en función de gobierno en América sólo quedó Cuba, una isla arruinada con un pueblo pobre pasando hambre porque perdió el subsidio para comer que le daban los rusos o comunistas soviéticos. Fue la oportunidad para que Estados Unidos interviniera, culminando su victoria en la Guerra Fría con la restauración de la democracia en Cuba que, por comunista, representa un peligro para su seguridad nacional. Pudo hacerlo al menor costo, pero no lo hizo porque consideró que en Cuba habría necesariamente una apertura democrática forzada por la pavorosa crisis económica llamada “período especial.” Y en este sentido interpretó la constitución del Foro de Sao Paulo, no dándose cuenta que el nombre neutro engañoso era el antifaz de la Internacional Comunista de América que acaba de fundarse. Mientras el comunismo moría en Europa, nació en América cambiando de piel como la serpiente.

Exactamente 6 años después (1996) de la constitución de la Internacional Comunista de América-Foro de Sao Paulo, apareció el librito La resurrección del comunismo de Domingo Alberto Rangel Bourgoin, el marxista más inteligente y culto que haya tenido Venezuela, y tal vez América en aquellos años, cuyo prólogo comienza con esta frase: “El comunismo ha resucitado.”  Aclaraba el autor: “No es el mismo comunismo. Claro no es el mismo y no podría serlo. Trae otro rostro. Ningún movimiento, idea o proceso vuelve a repetirse tal como fue.” Y añadía: “Pero el líder comunista que encabeza este renacimiento tiene claras cosas que lo unen al viejo tronco.” En América este líder era Fidel Castro.

En efecto, el comunismo vino con otro rostro. Cambió de nombre y apellido. Ya no era comunismo sino Movimiento Bolivariano 200, Quinta República, y ya perdida la virginidad: socialismo del siglo XXI. A ocultar su nombre verdadero se prestaron los colaboracionistas y los partidos “bobalicones”, que no se atrevían a llamarlos comunistas. Por fin no se sabía de qué familia eran.  Aún más, los partidos filiales de la Internacional Socialista, con sede en Europa, sólo discuten aquí como discuten de limpieza de sangre los que no son familia pero tienen el mismo apellido. Discusión tonta porque los ancestros comunes son Marx, Lenin, Trotsky, Stalin y Mao.

En América socialistas y comunistas son la misma familia descendientes de aquellos abuelos, porque como dijo Fidel Castro, precisa y categóricamente: socialismo es comunismo. Y como en América el padrote pone el apellido (patronímico) y el padrote del comunismo en América es Fidel Castro, la familia debe llevar su apellido: castro-comunismo

Volveré sobre la obrita de Rangel, la  mejor  guía sobre la estrategia seguida por los comunistas en 24 años que nos ha hecho desembocar en la Segunda Guerra Fría-Cuarta Guerra Mundial.

Continuará.

@petitdacosta

EL AUTOR es abogado
y magistrado jubilado. Profesor en la
Universidad Central de Venezuela
1966-1996 en derecho mercantil
y derecho laboral. Exprocurador
general de la República. Expresidente de la Federación de Colegios de Abogados de Venezuela

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