Sería para neutralizar o extraer a las cabezas del narcorégimen y específicamente del cartel de los soles que controla a las fuerzas armadas.
Humberto González Briceño
Las elecciones presidenciales en los Estados Unidos están atascadas en graves acusaciones de fraude y el laberinto político y legal para resolverlas. Las evidencias que progresivamente han ido presentado el equipo de abogados de Donald Trump sugieren que no solo hubo un fraude en la adjudicación de los votos sino también un fraude electrónico que sin una auditoría exhaustiva podría pasar sin ser detectado.
Los Estados Unidos cuentan con mecanismos políticos y legales para remediar este tipo de situación sin salirse del marco constitucional. Los estados que no certifiquen sus resultados para el 8 de diciembre debido a irresolubles reclamos de fraude podrían quedar sin representación en el colegio electoral que debe reunirse para escoger al presidente de los Estados Unidos de Norteamérica el 14 de diciembre.
Las legislaturas estadales podrían corregir esta situación convocándose y escogiendo directamente a los representantes de sus estados ante el colegio electoral. De no hacerlo es probable que ni Joe Biden ni Donald Trump tengan para el 14 de diciembre los 270 votos certificados para ser electo presidente. Esto activaría un mecanismo constitucional llamado elección de contingencia en virtud del cual sería el congreso quien mediante un procedimiento muy especial escogería al presidente de la república.
La preocupación que hay en el mundo por el desenlace definitivo de las elecciones en los Estados Unidos en buena medida explica el papel decisivo que aún tiene esta potencia en el hemisferio y en el resto del mundo. Para los venezolanos, por ejemplo, hay la certeza que la política de los EEUU no será la misma con Biden que con Trump. Entonces es natural que la crisis política en los Estados Unidos haya polarizado las opiniones de los venezolanos.
Independientemente de lo que ocurra de ahora al 20 de enero de 2021 hay abundante evidencia que Donald Trump ejercerá plenamente sus poderes como presidente hasta el último día, esto en el caso que los mecanismos políticos y legales no le den la razón y no sea proclamado presidente.
Por eso justamente desafiando lo que ha sido una costumbre, que no ley, en los EEUU donde una vez pasadas las elecciones el presidente se inhibía de seguir actuando, Trump sigue tomando decisiones claves en la política norteamericana. Se ha conocido en los últimos días de importantes nombramientos en el departamento de defensa, en el pentágono y en el área financiera.
Se especula que Donald Trump podría tomar decisiones cruciales en materia de política exterior para enfrentar la amenaza de Irán y detener el expansionismo de China en una forma tal que no serían fácilmente revertidos por quien quiera le suceda en la Casa Blanca, en el supuesto que él no sea el presidente.
Quienes reconocemos el papel relevante que tendrá los Estados Unidos en la resolución de la crisis política en Venezuela y la diferencia entre una solución negociada con el chavismo impulsada por Biden y un corte quirúrgico y definitivo promovido por Trump vemos una posibilidad real de intervención de los EEUU en Venezuela antes del 20 de enero de 2021.
En el ejercicio pleno de sus poderes como presidente de los EEUU y con la evidencia acumulada hasta ahora Donald Trump podría ordenar una intervención en Venezuela para neutralizar o extraer a las cabezas del narcorégimen y específicamente del cartel de los soles que controla a las fuerzas armadas. Este descabezamiento político y militar provocaría una crisis que podría ser terminal para el régimen chavista y la liquidación de uno de los aliados más militantes de Irán en el área. Esta intervención puntual se contaría como parte del legado de Donald Trump o como el inicio de una nueva política hacia el hemisferio en su segunda administración.-