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Yo también propongo cambios… #Opinión #DomingoAlbertoRangel

«Y escuchando tales promesas de tantos candidatos a ojos cerrados es difícil saber quién es gobierno y quién oposición»

Domingo Alberto Rangel

Arranca la campaña y todos los candidatos a diputado ofrecen “cambios», tal como lo hicieron hace cinco años en la última elección. No es novedad la promesa e incluso las propagandas lucen antiguas.

Pero resulta que los últimos “cambios” nos han salido caros al elegir parlamentarios venezolanos que piden  invasiones extranjeras, sanciones a troche y moche y “ayudas humanitarias” que generalmente se piensan robar los ilustres diputados.

Han sido “cambios” que facilitaron los saqueos de Citgo y Monómeros, el robo del oro de la nación, etc.

Siendo así, a los actuales candidatos -ojo, a todos- cabe exigirles que registren con sello y huella digital esas  propuestas.

A los bolivarianos, que descaradamente ofertan cambios después de 21 años en el poder, cabe preguntarles: ¿será que aceptan estar equivocados en muchas cosas?

Han sido “cambios” que facilitaron los saqueos de Citgo y Monómeros, el robo del oro de la nación, etc».

Pero los integrantes de las muchas oposiciones, todas similares, son pájaros que merecen estudio ornitológico aparte: ellos también ofrecen cambios, pero sus jefes son los mismos de hace 2 y 3 décadas y los muchachos recién reclutados recuerdan al interino, cuando antes de hacerse millonario, hizo méritos para ser candidateado, pelando las nalgas por los lados de La Guaira.

Y escuchando tales promesas de tantos candidatos a ojos cerrados es difícil saber quién es gobierno y quién oposición.

Sucede que todos ofrecen resolver “lo que quiere la gente” y ante semejante unidad a todos les pregunto: ¿Han escuchado que el país hoy produce entre el 10 y el 20 por ciento de lo que hasta hace poco producía?

¿No han visto pueblos de donde emigraron todos los varones?

Una situación tan desesperante amerita que aclaren los candidatos: ¿Qué cosa es “lo que pide la gente”?

Esas finuras de ofrecer sin especificar lo que se ofrece se esperan de un candidato saudita, suizo o noruego, países donde a diferencia de Venezuela no acostumbran bailarse las vacas gordas y sobran los  recursos.

Si nos dejamos llevar por el populismo parlamentario habrá que endeudar cuatro generaciones como lo hizo Hugo para que viajen los raspacupos, darle créditos a empresaurios que no los piensan pagar, bajar el precio de la caña y perfumes importados, más un largo listado de etcéteras que desde siempre nos han impedido ser una potencia, a pesar de haber administrado los venezolanos una fortuna que ninguna oligarquía o pueblos de países vecinos jamás soñaron.

Una situación tan desesperante amerita que aclaren los candidatos: ¿Qué cosa es “lo que pide la gente”?

¡De allí viene la envidia y xenofobia que nos tienen en los otrora virreinatos de la Nueva Granada y del Perú!

Bien, según el CNE hay más de 14.000 aspirantes a las 277 bancas de diputados.

Y entre esos ilustres no aparece un candidato que nade contra corriente: ¡Uno que en vez de ofrecer como el Tío Rico “lo que el pueblo quiere”, siembre otros  valores, digamos los indispensables para que salgamos del foso!

Un candidato que nade contra corriente debe  proponer sacrificios en pro del futuro, cárcel para los corruptos, y postulado por cualquier tarjeta, puede contar con mi voto.

Pero si no existe ese candidato decente… mi voto será nulo.

@DomingoAlbertoR

EL AUTOR es ingeniero civil, consultor, asesor y dirigente político. Premio Nacional de Periodismo 2019, mención Opinión.

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