Diálogo, sanciones y corrupción #Opinión #DomingoAlbertoRangel

Llaman a diálogo, esperamos que bajo parámetros diferentes

Domingo Alberto Rangel

No es la tradición corroborada por dos décadas de la actividad política permanente a la que nos han acostumbrado, incluso en la cercanía de los días navideños, los gobiernos bolivarianos.

Lo que hace posible y hasta deseable, quizás como tregua, sustituto y bálsamo a unas Navidades signadas por la pobreza franciscana y el aburrimiento. Características que contrastan con los excesos de chusma como los boliburgos y bolichicos, este último llamado al diálogo por parte del presidente Maduro.

Lo que más bien le da importancia al llamado al diálogo desde Miraflores son las durísimas circunstancias que viven no solo los seres humanos que componen nuestra sociedad, sino también las realidades geopolíticas que tan mal afectan a nuestro país y al mundo.

Esos diálogos por encima de la importancia que tenían porque la política es diálogo han resultado ser infértiles»

Sin embargo, no está de más alertar ya que en materia de diálogo existen antecedentes que bien se pueden catalogar como funestos. Sucede que con cada victoria electoral del gobierno, una vez anunciados los resultados, ha venido apareado un llamado presidencial al diálogo. Es casi una regla como decir que guardia en aduana se hace rico.

No obstante, hasta ahora y por razones incomprensibles para nosotros los liberales, no solo nos han excluido a última hora, también a otros, después de ser convocados, sino que esos diálogos por encima de la importancia que tenían porque la política es diálogo han resultado ser infértiles.

Sin embargo este último llamado al diálogo se da bajo nuevas condiciones que configuran realidades distintas. A ver.

Tras veinte años de radicalismo y uno de pandemia, la nación venezolana apenas produce la cuarta parte del PTB de 1999″

El país tras casi 60 años de políticas anti mercado que convirtieron a Venezuela una factoría donde el único gran exportador era y es el gobierno. Y todas las compras al extranjero que son más que muchas demasiadas las financiaba un solo producto: el petróleo. Pero, ahora tras veinte años de radicalismo y uno de pandemia, la nación venezolana apenas produce la cuarta parte del PTB de 1999.

Recuerdo para la base de datos que en aquel momento el petróleo se pagaba a 8 o 10 dólares el barril, y se producían casi 3 millones de barriles al día.

Hoy nuestro país produce per cápita al año menos divisas que el sufrido Haití, donde la población lleva dos siglos de sanciones que convirtieron en miserable la colonia más próspera que había en el Caribe.

Son datos que obligan la actuación de todo patriota venezolano, sin ningún distingo»

Los datos de esta realidad explican el grave empobrecimiento de nosotros los venezolanos, de nuestro gobierno, y del país en general. Solo maquillado desde lejos por la infraestructura que se levantó en un siglo de explotación petrolera.

Son datos que obligan la actuación de todo patriota venezolano, sin ningún distingo.

Frente a esto y por idiota que parezca hay opositores que desde su posición política piden más sanciones y hasta invasiones al suelo patrio de ejércitos extranjeros. No parece importarles a estos señores las consecuencias que sobre una población a punto de quiebra tendrían esas medidas contra las que por cierto los gobiernos que las sufren están vacunados.

Esperamos el diálogo bajo parámetros diferentes a otros intercambios signados por el guión de la picaresca»

Por otra parte, la última victoria electoral del presidente Maduro como ya he señalado recuerda las del general Pirro. Y conocedor de esta realidad el primer mandatario, por vía del ministro Jorge Rodríguez, llama a diálogo. Esperamos que bajo parámetros diferentes a otros intercambios signados por el guión de la picaresca que caracteriza una oposición ignara, payasa, poco nacionalista, pero que sí fue la invitada a dialogar en el pasado.

Pasado que se cortó las últimas elecciones al comprobarse que esa oposición en realidad dragoneaba de una potencia que nunca tuvo, cuando carecían de ideas, programas y votos.

Ahora vuelve el llamado y esperamos que se pueda llevar a cabo, que no sea un show mediático, que se pueda explorar si existen áreas de coincidencia entre gobierno y otros políticos como los liberales, y que se lleven a la práctica de inmediato visto el brutal empobrecimiento de las últimas semanas.

También a la corrupción de los unos y de los otros, sin olvidar que en países que nunca tuvieron petróleo»

Quien no tiene el peso de los votos pero aspira a tenerlo no puede evidentemente imponer agenda. Pero, aun así y como temas mínimos cabe en materia política el rechazo militante a las sanciones que nos hacen la vida aún más miserable.

Pero, también a la corrupción de los unos y de los otros, sin olvidar que en países que nunca tuvieron petróleo, o en países que sufren sanciones, los servicios funcionan.

Ojalá no hayan adelantado el Día de los Inocentes.

@DomingoAlbertoR