La secretaría de Relaciones Exteriores enfatiza que el propósito es enviar un mensaje claro a los violadores de los derechos humanos
El gobierno del Reino Unido sanciona este jueves a tres militares que ejercen funciones de comandancia en la Fuerza de Acciones Especiales (FAES), Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Ceofanb).
La información es divulgada por el secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Dominic Raab, a través de su cuenta @ DominicRaab, en la red social Twitter. El funcionario resalta que se tomó la decisión para “enviar un mensaje claro a los violadores de los derechos humanos”.
Los militares penalizados son Rafael Bastardo, comandante del FAES hasta 2019; Remigio Ceballos Ichaso, Jefe del Ceofanb; y Fabio Zavarse Pabón, comandante de la GNB. Estas acciones alcanzaron a 11 políticos y funcionarios en total, incluyendo a Rusia, Gambia y Pakistán por participar en “atroces violaciones” tales como torturas y asesinatos.
Entre las medidas adoptadas contra los sancionados está la congelación de bienes y activos, veto para ingresar al Reino Unidos, entre otras. “En Venezuela se impondrán sanciones a altos cargos de seguridad”, enfatiza Raab mediante video publicado en su cuenta en Twitter,
Por su parte, el Canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, emite un comunicado oficial para fijar posición ante la acción del gobierno británico y el cual compartió a través de su cuenta personal en la red social Twitter: “Venezuela rechaza la decisión del Gobierno británico, a través de su Ministerio de Finanzas, de imponer pretendidas sanciones a tres honorables funcionarios militares venezolanos”, indica.
A través del comunicado, Arreaza también recuerda que el gobierno británico ha colocado obstáculos para impedir que Venezuela disponga legítimamente de las 32 toneladas de oro que tiene en ese país y las cuales podría emplear para enfrentar los efectos de la pandemia del Covid-19.
“Venezuela denuncia ante la comunidad internacional estas acciones con secuelas criminales por parte del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, al tiempo que exige respeto a su independencia, ordenamiento jurídico y, ante todo, bienestar de su pueblo libre y soberano”, concluye.