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La gobernabilidad chavezmadurista #Análisis #OscarBattaglini

La incapacidad caracteriza a la camarilla (civil-militar) en el poder

Oscar Battaglini

En términos generales el concepto de gobernabilidad alude, por un lado, a la acción y al modo de gobernar de un Estado, es decir, a la eficiencia con la que se desempeña al frente de sus funciones en la dirección, sobre todo de la economía, de la cuestión social e institucional; y por otro, a la necesaria interacción democrática entre el Estado y la sociedad civil.

En el análisis de la Venezuela actual, salta a la vista la inexistente correspondencia entre los contenidos de la definición conceptual que antecede y los resultados, en términos generales, del desempeño de la gestión chavezmadurista al frente del Estado venezolano durante más de dos décadas que lleva en el ejercicio del poder.

Aquí cabe una advertencia acerca de que eso no ha ocurrido solo por el proverbial atraso, ignorancia e incompetencia, es decir, por la incapacidad que caracteriza a la camarilla (civil-militar) en el poder; sino que también ocurre -y podría afirmarse que fundamentalmente- se debe al interés que tiene la citada camarilla, de que las demandas de las masas, -particularmente las de su clientela- “siempre permanezcan insatisfechas”.

Las cajas Clap y el ‘carnet de la patria’, mecanismos de control social y político fundados en el cálculo miserable, indigno y humillante»

Circunstancia esta que trata de ocultar, de manera perversa, atribuyéndole la responsabilidad de la misma a otros, por ejemplo: “a la derecha”, “al imperio”, a la “oposición apátrida”, entre otros. De ahí que permanentemente esté inventando situaciones, eso que los colombianos llaman falsos positivos, y que contribuyen a crispar aún más el clima político del país, tales como la guerra económica, golpes de Estado, magnicidios, atentados, sabotajes terroristas, entre otros.

Situaciones estas que aumentan de frecuencia a medida que se acrecienta e intensifica la insatisfacción social y política en su contra en el seno de la sociedad venezolana. Cabe señalar, sin embargo, que eso ha venido cambiando, con la realización de una práctica clientelar de lo más prosaica, dirigida, como se ha dicho, a mantener y fortalecer las condiciones estructurales de la insatisfacción de las demandas de la sociedad, sobre todo la de sus sectores más vulnerables.

Este es justamente el sentido y la intencionalidad de los planes urdidos por el chavezmadurismo alrededor de las “misiones sociales”, las cajas Clap y el “carnet de la patria”, mecanismos de control social y político fundados en el cálculo miserable, indigno y humillante de que nuestra sociedad permanecerá eternamente bajo su dominación, y que podrá ser alimentada y mantenida de por vida mediante la limosna pública.

La caída de la producción nacional ha sido de 80 % de su capacidad, incluida la extracción de petróleo que ha descendido a los niveles de los años treinta del siglo XX»

Conviene señalar igualmente que esa trama perversa se ejecuta en medio de un contexto caracterizado:

1.- Por una completa debacle del aparato económico nacional, el cual ha quedado reducido a menos de la mitad de lo que era antes de la llegada de Chávez y el chavismo al poder, hecho que tiene entre sus consecuencias más negativas.

1.1.- La caída de la producción nacional en, aproximadamente un 80 % de su capacidad, incluida la extracción de petróleo que ha descendido a los niveles que tenía a los principios de los años treinta del siglo XX.

1.2.- La quiebra de las finanzas públicas, lo cual ha convertido al Estado venezolano en un Estado maula, endeudado, en default y sin posibilidad de acceder a nuevos financiamientos internacionales.

Más de un 90 % de la población ha sido condenada a vivir con unos ‘salarios’ y unas ‘pensiones’ que oscilan entre uno y dos dólares mensuales»

1.3- El reforzamiento de las actividades de la “economía subterránea”, cuestión que ha dado pie a la aprobación, por parte de la constituyente fraudulenta del Psuv, de la ley antibloqueo, mediante la cual se pretende, aparte de no rendir cuentas al país, darle visos de “legalidad” a sus operaciones ilícitas. Nadie sabe cuánto oro se vende, nadie sabe con quién se negocia, nadie sabe a dónde va a parar ese dinero.

2.- Por el empobrecimiento generalizado de la población venezolana, la cual, en su mayoría (más de un 90 %) ha sido condenada a vivir con unos “salarios” y unas “pensiones” que han oscilado entre uno (1) y dos (2) dólares mensuales, es decir, a los niveles del exterminio.

3.- Por un desmantelamiento y desinstitucionalización de los poderes del Estado que no solo han sido despojados de su autonomía de acción, de sus facultades y competencias, sino que además se han convertido en simples apéndices de lo que se decide entre el Palacio de Miraflores y Fuerte Tiuna. Este es el caso particularmente del TSJ, la Fiscalía de facto designada por la constituyente fraudulenta del Psuv, y del CNE designado a su vez por el TSJ.

Ha habido una ofensiva represiva dirigida a provocar su liquidación, basada en la ilegalización de sus partidos políticos»

4.- Finalmente, por la ruptura radical que se ha producido en la relación democrática Estado-sociedad civil, todo ello como consecuencia de la intencionalidad de sustituirla por una relación corporativista de evidente carácter fascista. Esto, como es sabido, considera a todo actor político (individual o colectivo) que se resista o se niegue a entrar en la reorganización corporativista de la sociedad, como a un enemigo al que no sólo hay que estigmatizar, sino incluso, eliminar. He aquí el fundamento político-ideológico,

4.1- De la división descalificante que el oficialismo chavezmadurista ha venido haciendo de los venezolanos, entre patriotas y apátridas, entre leales y traidores, entre otros.

4.2.- De la violación permanente y sistemática de los derechos políticos de la oposición democrática nacional, la cual ha sido víctima de una ofensiva represiva dirigida a provocar su liquidación, basada en la ilegalización de sus partidos políticos; en la inhabilitación política de sus principales dirigentes, en la cárcel y el exilio de muchos de ellos, etc.

El chavezmadurismo jamás ha estado en capacidad de asumir con idoneidad, eficiencia, y sobretodo con espíritu democrático, las funciones generales»

Lo mismo puede decirse a cerca de los trabajadores, profesionales y técnicos (maestros, profesores, médicos, personal de enfermería, entre otros) del sector público, los cuales no solo han sido sometidos a la condición de “pobres de ingreso”, sino que se les ha despojado, de hecho, del derecho de la libre contratación, de las condiciones salariales y de trabajo, entre otros.

La conclusión a la que inevitablemente se llega después de revisados algunos de los resultados de la gestión gubernamental chavezmadurista, es que esta jamás ha estado en capacidad de asumir con idoneidad, eficiencia y sobretodo con espíritu democrático las funciones generales (económicas y de servicios públicos, político-institucionales, la relación Estado-sociedad, etc) que le son inherentes a la gobernabilidad o gobernanza política.

Esto explica –queremos insistir- el estado catastrófico en el que está sumida actualmente nuestra sociedad; y justifica plenamente la exigencia, de que, el mal gobierno que lo ha provocado, sea revocado del poder.

EL AUTOR es historiador, profesor de la Universidad Central de Venezuela, co-fundador del partido Liga Socialista y exrector del Consejo Nacional Electoral. Autor de los libros “Legitimación de Poder y lucha política en Venezuela” y “El medinismo, modernización, crisis política y golpe de estado”.

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