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Si es corrupto, demagogo y populista, usted es un cochino #Crónicas #EduardoLópezSandoval

Maduro Elecciones

Más que pírrico es más preciso decir que el acto fue injusto con resultados tristes por nefastos, como son las secuelas de las dictaduras todas, y a la prueba de la realidad me remito, asómate a la ventana…

Eduardo López Sandoval

En la conversación telefónica el interlocutor que  llama a una carnicería pregunta:

-¿Señor, usted tiene cabeza de cochino?

-Sí. –Responde la directa voz.

-¿Y tiene patas de cochino?

-Sí.

Sigue la voz interrogante.

-¿Y tiene usted Señor cuero como para hacer chicharrones de cochino?

-Sí, sí tengo…

-¿Y tiene panza de cochino…? Más escueto aún responde.

-Sí.

Y concluye quien llama para la generalizada risa de la grabación:

-¡Señor, entonces, usted es un cochino!

Es el jocoso parlamento de una de las gaitas de Joselo o Simón, los famosos hermanos Díaz que repartieron risas por un largo trecho del siglo pasado desde el Guárico para toda Venezuela.

-¿Guárico? ¿Y ellos no son de Barbacoas, y eso no es Aragua? -Se preguntarán alguno de mis panas lectores…

-Sí, pero tiempo después de nacer Joselo y Simón uno de los numerosos dictadores que ha tenido este expaís en el último siglo se le ocurrió cambiar la capital de Calabozo para San Juan de los Morros y en por demás pírrica compensación le entregaron a Guárico las tierras de Barbacoas, -le respondo.

Además le agrego que:

-Decimos pírrico intentando acercarnos al sentido que le da la RAE de: “De poco valor o insuficiente, especialmente en proporción al esfuerzo realizado”.

Más que pírrico es más preciso decir que el acto fue injusto con resultados tristes por nefastos, como son las secuelas de las dictaduras todas, y a la prueba de la realidad me remito, asómate a la ventana…

(Vale este paréntesis, antes de enviar estos artículos a la imprenta digital por lo general lo hago leer con mis panas de las redes, uno de ellos, don Ricardo de Zaraza, me hace llegar esta glosa: “En relación con el cambio  de territorios entre Guárico y Aragua me explicó el profesor Rafael Batle (QEPD), historiador y profesor de la Facultad de  Humanidades de la UCV, que el cambio obedeció al interés de reforzar la protección del abra natural del Sistema  Central que existe entre Maracay y los Llanos. J.V. Gómez residía y tenía sus fuerzas armadas en dicha ciudad y los asesores militares le recomendaron que incrementara la protección de dicha abra natural. La manera que se les ocurrió fue crear una ciudad muy poblada y con un poderoso cuartel).

Volvamos al cochino, y que me perdone este gremio de los chanchos por la comparación que de seguidas leeremos, disculpen, es solo una metáfora, ustedes los cerdos son unos animales nobles, preciados –y apreciados-, que de ninguna manera se merecen que se les haga un acto de lesa cochinada, sí, nuestra intención no es encochinarlos…

La llamada telefónica del señor del chiste de Simón Díaz se la hace ahora -hoy-, en llamadas simultáneas e independientes a un par de señores que son los señores Rojo y Blanco, que además en la ficción que es este escrito son sinceros, y se les pregunta a cada uno por separado:

– Señor, buenos días, le voy a ser unas tres o cuatro preguntas, ¿usted está de acuerdo en responderlas sinceramente?

-Sí. -Responde cada uno por su lado, se repite.

Las respetuosas preguntas hurgan acerca de las gestiones políticas de los señores Blanco y Rojo ¿Señores ustedes son corruptos, demagogos, y populistas? Se les pregunto y la respuesta fue:

-Sí señor…

Y ante la pregunta:

¿Fundamentado usted en esa demagogia, populismo y corrupción que practica de forma consuetudinaria desde hace 60 años es que gana las elecciones?

-Sí, -fueron las sendas respuestas.

Entonces, tú, mi pana lector, si te colocas en la posición de quien llama bien puedes decir:

-¡Señor, entonces, usted es un cochino!

eduardolopezsandoval@yahoo.es