¿No les importa a esos ciudadanos de la oposición el daño que esas sanciones les hacen a los venezolanos que habitamos el suelo patrio?
Domingo Alberto Rangel
Digan lo que les plazca solo mezcla de rabia e impotencia provocan las últimas ilegales y absurdas sanciones de la Unión Europea. Sanciones que desde hace tiempo venía anunciando a través de esta y otras publicaciones, sin que nadie con poder tomara la iniciativa.
Pero el mismo cocktail de sentimientos aviva los antecedentes cercanos y los aplausos que esas sanciones han recibido de venezolanos que se califican como opositores.
¿No les importa a esos ciudadanos el daño que esas sanciones les hacen a los venezolanos que habitamos el suelo patrio?
¿Puede un venezolano decente acompañar esos idiotas en tan infantil como insensata pose?
¿Creen de verdad que así derriban un gobierno y que luego los llamarán a gobernar?
Rompe la posibilidad de independizarse de unos Estados Unidos incapaces de resolver sus propios problemas»
Pero mencioné antecedentes porque allí se originan preguntas que nadie desde el gobierno las ha de contestar.
¿Para qué sesionó dos años la Constituyente sin siquiera prever a finales del año pasado, con Europa destrozada económicamente por la pandemia -salvo Alemania y los antiguos satélites de la URSS- que el viejo continente, sin un estadista de peso, terminaría ayuntado a la política guerrerista de Estados Unidos, sin importar quien fuese el Presidente de ese país y que ello tendría consecuencias?
El poco patriotismo de quienes para su beneficio personal han nariceado a la oposición a tantas derrotadas, nos han puesto como pueblo a dar otro paso para quedar totalmente aislados del contexto cultural al cual pertenecemos. Habrá quien diga que eso no importa. Pero igual seguirá sin vestir guayuco y bebiendo whisky.
Un paso que traerá más sinsabores que sin duda sabremos transitar. Un paso que llevará a que quienes nos hemos quedado en nuestra patria, terminemos sintiéndonos como náufragos recalados en isla desierta.
Náufragos que en vez de recibir socorros, podremos en el futuro ser atacados por fuerzas extranjeras, invitadas por los nietos de quienes irresponsablemente hoy aplauden como focas estas últimas sanciones.
La vil jugada europea era y es fácil de prever pero se necesita una verdadera unidad nacional para derrotarla: Europa sin colonias pero llena de racismo aun cuando sus equipos de fútbol estén llenos de africanos y sudamericanos. Rompe la posibilidad de independizarse de unos Estados Unidos incapaces de resolver sus propios problemas.
Y hace de comparsa contando con la dobles de los opositores que dicen dialogar. Ya habrá quienes ofrezcan rebajar las sanciones a cambio de continuar los contratos que tienen compañías europeas en Venezuela. El Metro y las reparaciones de navíos son el mejor ejemplo.
Aparte de los negociados, pedirán a este u otro CNE tarjetas “para ir a elecciones”, a pesar de que estos cínicos e inmorales en diciembre pasado se rasgaron las vestiduras llamando a la abstención»
Y a cambio pedirán aparte de negociados, a este u otro CNE tarjetas “para ir a elecciones”, a pesar de que estos cínicos e inmorales en diciembre pasado se rasgaron las vestiduras llamando a la abstención. Tarjetas que el año pasado en algunos casos las han vendido al mejor postor.
¡A todos tenemos que cortarles las cuerdas de sus hamacas!
@DomingoAlbertoR
EL AUTOR es ingeniero civil, consultor, asesor y dirigente político. Premio Nacional de Periodismo 2019, mención Opinión.