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Los combustibles, la producción y el bienestar #Análisis #LuisFuenmayorToro

El precio de la gasolina en nuestro país debe garantizar el pago del valor, que incluye la plusvalía generada en su producción. Pero, el total debe tener relación con los ingresos de la población, la satisfacción de sus necesidades y su nivel de vida.

Luis Fuenmayor Toro

En el mundo, los combustibles del petróleo siguen teniendo una preponderancia que irrita a los ambientalistas. El parque industrial se mueve con estos, al igual que lo hacen el transporte terrestre, colectivo e individual, el acuático y el aéreo.

El petróleo sigue siendo muy abundante, contrario a lo que se pensaba hace medio siglo o más, y sigue siendo muy barato, de manera que la realización de investigaciones, en búsqueda de energías no contaminantes, marchan lentamente al no haber incentivos financieros suficientes para las mismas.

Venezuela, como país petrolero que es y seguirá siendo, ha sido muy afectado por la falta de combustible, tanto en la producción de bienes y servicios como en el transporte de las mercancías producidas.

El gobierno se apresta a rematar, en absoluto secreto según la ilegal Ley contra el Bloqueo, los mayores activos de Venezuela: Pdvsa, CVG»

No discutiré la responsabilidad gubernamental, en la transformación de un país que producía 3,2 millones de barriles de crudo y más de un millón de barriles de gasolina en uno que no produce casi nada. Son tan obvios el pecado y el pecador que resulta necio discutirlo.

Igualmente, tampoco hablaré de las sanciones económicas contra la nación, pues su negativa influencia es tan evidente como la de la situación anterior. No me ocupo de necedades, ni de necios.

Existen rumores de que las estaciones de suministro de gasolina van a ser vendidas a empresarios extranjeros, luego que el gobierno las asuma en forma coercitiva. Hay incluso quienes dicen que se trata de empresarios iraníes. Estos comentarios pueden ser simples fantasías, pero pudieran tener algo de verdad sobre todo en el momento actual, en el que el gobierno se apresta a rematar, en absoluto secreto según la ilegal Ley contra el Bloqueo, los mayores activos de Venezuela: Pdvsa, CVG, empresas eléctricas y de comunicaciones.

Nuestros productores no tienen por qué lidiar con los mismos precios de los combustibles con que trabajan quienes no tienen petróleo»

No sería raro entonces que se sumaran las estaciones de servicio, pese a que su privatización total no signifique mucho en el proceso de reactivar la producción de combustibles fósiles.

Lo cierto es que esa medida continuaría la política de internacionalización de los precios del combustible, al hacer desaparecer el rubro de los combustibles subsidiados. Medida en la que curiosamente están de acuerdo tirios y troyanos y sus extremos.

Es absurdo que “se siga regalando la gasolina”, y se dice así no más, sin mucha explicación.

Voy a diferir de ese criterio mayoritario que flagela a la producción nacional, al eliminarle lo que desde hace años se conoce como ventaja comparativa. Nuestros productores no tienen por qué lidiar con los mismos precios de los combustibles con que trabajan quienes no tienen petróleo. Sus productos deben tener esa ventaja en el mercado nacional e internacional. En Europa y en EEUU existen subsidios para la producción agrícola, la cual compite favorablemente en el mercado con productos no subsidiados de otros países.

Es absurdo que el precio sea del mismo nivel que los precios internacionales, lo que además no es nada claro pues no existe un único precio internacional»

Otro tanto ocurre con nuestros consumidores venezolanos, quienes tienen todo el derecho de disfrutar de la ventaja comparativa que nos da ser un país petrolero. Ventaja en el precio de los productos que pagamos, en el de los servicios, sobre todo la electricidad; en el del transporte, y con esto no estoy diciendo que la gasolina deba regalarse, ni justificando lo que se ha hecho hasta ahora.

Digo que es absurdo que el precio sea del mismo nivel que los precios internacionales, lo que además no es nada claro pues no existe un único precio internacional de la gasolina, existen muchos precios.

Para este mes, sin incluir a Venezuela, el precio de la gasolina va de 0,062 dólares/litro en Irán a 2,36 en Hong Kong. O sea, desde 112 mil bolívares/litro hasta 4 millones 248 mil bolívares/litro, al cambio del momento de escribir este artículo. En países petroleros: Arabia Saudita, los Emiratos Árabes, Ecuador, Qatar, el litro cuesta menos de medio dólar.

El precio en nuestro país debe garantizar el pago del valor del combustible, que incluye la plusvalía generada en su producción. A este monto se añadirán los impuestos existentes y por existir. Pero, el total no debe ser exorbitante, debe tener relación con los ingresos de la población, la satisfacción de sus necesidades y su nivel de vida.

@LFuenmayorToro

EL AUTOR es médico-cirujano, Ph. D., profesor titular y exrector de la UCV, investigador en neuroquímica, neurofisiología, educación universitaria, ciencia y tecnología. Luchador político

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