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A la institución de los diputados suplentes qué tan costosos le salen a la Nación y que países que encaran la política con más seriedad que nosotros simplemente no los tienen
Domingo Alberto Rangel
Entre los temas que se vienen echando al olvido sin el necesario balance está la pasada Asamblea Nacional Constituyente que para unos “fue un fraude” mientras que para otros “fue la panacea que salvó la revolución a punto de ser sacada del poder”.
Como sus antecesoras, las leyendas negra y dorada, que aparecen en los viejos libros de historia, ninguna de estas respuestas es seria o siquiera útil. La verdad está a mitad de camino.
La ANC convocada hace tres años ciertamente sirvió para parar en seco un clima nefasto y signado por la violencia de guarimbas que irresponsablemente el gobierno dejó instalar, para evitar señalamientos de “gobierno violador de los derechos humanos”.
Ilusamente llegué a pensar que los constituyentes del 2018 iban a corregir estos excesos y desmesuras de la CRBV»
Pero, también sirvió esa constituyente para demostrar que aún en aquel clima de anarquía y miedo habían muchos venezolanos que preferían ir a elecciones antes que seguir transitando un camino que iba a desembocar en el terrorismo simple.
Pero según el texto constitucional vigente la ANC ha debido antes que nada hacer otras cosas propias y genuinas de ella. La principal, actualizar la Constitución a los tiempos que corren y modificarla según la experiencia tras dos décadas, tarea que no se hizo y que viendo en perspectiva quienes eran esos constituyentes y cuales sus capacidades políticas o intelectuales, era un imposible, tanto como pedirle peras al olmo.
En otras columnas he tratado de los excesos y vacíos que nuestra Constitución contiene, habiendo sido escrita a la medida de soñadores que nunca habían gobernado. Y uno siempre optimista y dando el beneficio de la duda a una caterva de tiramealgo, ilusamente llegué a pensar que los constituyentes del 2018 iban a corregir estos excesos y desmesuras que tiene la CRBV de 1999, uno de ellos el referendo revocatorio que ningún país serio o próspero lo tiene y que trata al elector como atrasado mental al favorecer que se viva equivocando y jamás aprenda a votar responsablemente, pero hay otros.
Estados Unidos y Cuba son muy serios en cuanto al camino que tomaron para organizar la vida en sus territorios»
Entre esos “otros” recuerdo un mal que pocos o ninguno señala y que debió ser reparado por la CRBV. Me refiero a la institución de los diputados suplentes que tan costosos le salen a la Nación y que países que encaran la política con más seriedad que nosotros simplemente no los tienen.
Por ejemplo, Cuba y los Estados Unidos son dos países diferentes en casi todos los aspectos menos en uno: ambos son muy serios en cuanto al camino que tomaron para organizar la vida en sus territorios.
Ambos si se quiere han sido exitosos a ese respecto, ninguno contempla –como la mayoría de los países ricos- esa tropa de políticos de profesión, que no lograron ser electos, pero que se les proclama como “suplentes”, con derecho a carnet que es casi como una invitación a corromperse en pequeño para solaz del alto gobierno donde a ese respecto reina la hipocresía.
No voy a extenderme porque a mi modo de ver las cosas no hay nada que atente contra la buena marcha de la institución encargada de elaborar las leyes y controlar a los gobiernos, que esa pléyade de ociosos diputados suplentes que poco a poco se hacen amigos de militares destacados en aduanas, de policías y jueces, para favorecer a este u otro interés y para muestra revisen con pañuelo sobre la nariz lo que hacían los suplentes en la anterior Asamblea Nacional.
Para que volvieran como debería ser a sus oficios si los tienen, o a que los mantengan sus familias, no el presupuesto de la Nación que es lo que pretenden»
De la ANC esperaba que eliminaran los diputados suplentes y que hecho esto los que perdieron las elecciones por no tener votos, volvieran como debería ser a sus oficios si los tienen, o a que los mantengan sus familias, no el presupuesto de la Nación que es lo que pretenden.
¡No se hizo… queda pendiente ese tema!
@DomingoAlbertoR
EL AUTOR es ingeniero civil, consultor, asesor y dirigente político. Premio Nacional de Periodismo 2019, mención Opinión.
