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El gran super milagro de José Gregorio Hernández sería que el gobierno ponga orden, comenzando por encanar al interino que tanto daño nos ha hecho
Domingo Alberto Rangel
En pocos días, José Gregorio Hernández será beatificado y por lo visto se multiplican los milagros de última hora.
No los necesita y más bien el trujillano bien podría regalarle algunos milagros a las dos damas que le han precedido en el camino a los altares. Sin embargo, tanto la Iglesia como el gobierno, nada raro en un país donde la politiquería y el hablar mucho sin decir nada, abundan, asoman que “se puede producir un super milagro”.
No me opongo a que por intermedio de José Gregorio Hernández se materialice algo “superior” ni tampoco a que lo llamen “super milagro”. Pero creo que tanto la Iglesia como el gobierno deben aclarar.
A don Baltasar Porras no le cuesta explicar que esta vez se trata de milagros sociales, no curas inexplicables por la ciencia médica. Y al gobierno también se le debe exigir que no meta gato por liebre, que no caiga en la tentación de hacer pasar por milagro el que oficialistas y alacranes se abracen.
En materia de política es difícil actuar hasta para José Gregorio y el papa Francisco, toda vez que la Nación debe jubilar sin fórmula de juicio a toda la oposición»
Pero ¿qué tipo de super milagros se pueden esperar bajo la ayuda del nuevo beato?
En materia económica, bastaría con que José Gregorio les haga entender a tirios y troyanos que mucho ayudan, si dejan producir en paz a quien quiera hacerlo, y que las sanciones hacen mucho daño al pueblo y no al gobierno.
En materia de política es difícil actuar hasta para José Gregorio y el papa Francisco, toda vez que la Nación debe jubilar sin fórmula de juicio a toda la oposición, para que el país pueda organizar algo mejor al gobierno bolivariano y vengan mejores tiempos.
Otro milagro posible estaría relacionado con jubilar gente enquistada tiene que ver con los medios: fuera de sus mentideros y nunca una palabra fue más justa, médicos politiqueros que por un lado piden sanciones ilegales, y por otro se quejan por la falta de vacunas. Estudiantes que no estudian. Es difícil, pero el nuevo beato puede intentarlo.
Se ve que el presidente Maduro no lo hará, pero empujado desde el Cielo ¡quién sabe!»
En esta categoría caen fablistanes y locutoras que llevan décadas envenenando a la gente y prometiendo “nuevo gobierno en diciembre”, diciendo a diario estar “muy preocupadas” por esto o lo otro, enervando ciudadanos, antes de irse a almorzar en un restaurante caro.
Pero eso son minucias que pueden quedar para otra ocasión: ¡El gran super milagro sería que el gobierno ponga orden, comenzando por encanar al interino que tanto daño nos ha hecho! Se ve que el presidente Maduro no lo hará, pero empujado desde el Cielo ¡quién sabe!
@DomingoAlbertoR
EL AUTOR es ingeniero civil, consultor, asesor y dirigente político. Premio Nacional de Periodismo 2019, mención Opinión.
