Al agua que has reservado mientras la torta está en el horno úsala para hacer un Manjar Blanco. Que te va a quedar mejor que como lo comió El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha
Eduardo López Sandoval
Borren eso que están pensando, este escrito no cuenta la historia de la torta que puso aquel tercio al nombrar a tercio como su sucesor; cuando se dice torta tampoco se refiere a eso que se te ocurrió de buenas a primeras, no nos vamos a referir al piramidal producto de la defecación como acto final de la digestión de los dos tercios, que en ese sentido de verdad que han puesto una torta por este cuarto de siglo que compite con la Pirámide de Guiza, pero de eso no hablamos hoy…
(Vale este paréntesis, se tiene hasta hoy, por ahora, a la Gran Pirámide de Guiza, en Egipto, como la más grande del mundo, cuyos datos específicos nos dicen que tenía originalmente una altura de 146,7 metros, y en la actualidad 138,8 metros, va decreciendo, la de aquí crece todos los días. Aprovechamos este paréntesis para formalmente solicitar que se haga una nueva medición que diga la verdad al mundo, ¿cuál es la pirámide más grande de la tierra, la de Egipto o la de Venezuela?).
Al hablar de tercio tampoco nos referimos al sujeto o persona con cuyo nombre no se quiere emporcar el escrito, como decir el susodicho, el interfecto, el innombrable, Alí Babá, Calígula, Pedro Carujo, o cualquier palabra que sustituya al nombre, que ya tú sabrías -si fuere el caso- a quien nos referimos: hoy no hablaremos del Gobierno y sus personeros, tampoco de la “Oposición” que los apoya, tetas de la vaca Pdvsa mediante, la misma “Oposición” que se cambió de nombre al mejor estilo del Gatopardo, que indica que se debe cambiar para que todo siga igual -gatopardismo que de forma exitosa han practicado por sesenta y tantos años.
Vamos al grano, o mejor a la fruta. Compra una patilla grande, para que le aprovechemos las semillas y no perdamos nada, de las alargadas con preferencia. Corta los dos tercios de las puntas, al tercio que hace la mitad dar el uso que siempre le das, pero saca la semilla…
Y he aquí la arteria aorta del corazón de este escrito, a la concha de esa fruta gigante que normalmente desechas, licúala, el solo efecto que le dará la concha de esta fruta a nuestro pastel y el cómo imita al crujir del coco es suficiente para que esta lectura haya válido la pena, y al agua que te resta después de la licuada resérvala.
Con el producto de la licuada vamos a hacer una torta de patilla, le pones huevos batidos, mantequilla, harina de la tengas, papelón, polvo para hornear o bicarbonato, aceite –o manteca de cochino, y el punto de sal que no se te olvide, y todos los demás aderezos para hacer la torta más rica del mundo; no te explico cómo se hace este pastel porque de eso tú sabes más que yo. Al horno y ya.
Al agua que has reservado mientras la torta está en el horno úsala para hacer un Manjar Blanco. Que te va a quedar mejor que como lo comió El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha.
(Vale este otro paréntesis para sondear el Manjar Blanco de Don Quijote. “Estando a la mesa, dijo don Antonio a Sancho:
“-Acá tenemos noticia, buen Sancho, que sois tan amigo de manjar blanco y de albondiguillas, que si os sobran, las guardáis en el seno para el otro día.
“-No, señor, no es así -respondió Sancho-; porque tengo más de limpio que de goloso, y mi señor don Quijote, que está delante, sabe bien que con un puño de bellotas, o de nueces, nos solemos pasar entrambos ocho días. Verdad es que si tal vez me sucede que me den la vaquilla, corro con la soguilla; quiero decir que como lo que me dan, y uso de los tiempos como los hallo; y quienquiera que hubiere dicho que yo soy comedor aventajado y no limpio, téngase por dicho que no acierta; y de otra manera dijera esto si no mirara a las barbas honradas que están a la mesa.
“-Por cierto -dijo don Quijote-, que la parsimonia y limpieza con que Sancho come se puede escribir y grabar en láminas de bronce, para que quede en memoria eterna de los siglos venideros. Verdad es que, cuando él tiene hambre, parece algo tragón, porque come apriesa y masca a dos carrillos; pero la limpieza siempre la tiene en su punto, y en el tiempo que fue gobernador aprendió a comer a lo melindroso: tanto, que comía con tenedor las uvas, y aun los granos de la granada.”)
Para el manjar agrega el agua de patilla reservada y sigamos para esta preparación a la web: “En una olla grande, mezcle la leche con el azúcar blanco hasta que se disuelva. Agregue la maicena a un vaso de leche y luego incorpore con toda la leche. Revuelva hasta que quede la contextura de leche condensada. Cocine de 45 minutos a 1 hora, hasta que se compacte aún más y se vuelva manjar blanco. No deje de revolver.” (alamesa.pa).
Ojo, este Manjar Blanco te puede quedar un tanto verde, dependiendo de lo tan verde que sea la concha de la patilla seleccionada…
Ah, y más ojo, este tiene que ver con la gran dificultad que tuviste para sacar del presupuesto familiar los dólares para comprar la patilla y el azúcar, por eso prepárate para no votar en elección alguna donde no puedas elegir, es decir, mientras los Poderes Públicos estén secuestrados…