El ministro de Justicia colombiano, Wilson Ruiz, calificó como actos terroristas el ataque contra el edificio. Diversas reportes en las redes sociales informaron sobre fallecidos y heridos en las protestas registradas en Tuluá
El Palacio de Justicia en la ciudad Tuluá, departamento del Valle del Cauca, Colombia, fue incendiado en la noche del martes, durante una nueva jornada de protestas que desembocaron en actos de disturbios y violencia.
Las imágenes del edificio de la instancia judicial devorada por intensas llamas recorrieron con rapidez a través de las redes sociales, y generaron la respuesta de diversas autoridades nacionales que condenaron el ataque.
«Ataques como los de esta noche en Tuluá dejan de ser vandálicos y se convierten en actos terroristas. La protesta pacífica es legítima, la violencia es delito», señaló Wilson Ruiz, ministro de Justicia, a través de su cuenta en Twitter.
Por su parte, el ministro de Defensa, Diego Molano Aponte, indicó que «los vándalos quieren obstruir la justicia con quemas como la de esta noche del Palacio de Justicia en Tuluá». «Infame que lo celebren. Los responsables van a conocer el peso de la Ley», escribió.
Diversas informaciones que circularon en las redes sociales reportan más de cuatro personas fallecidos y numerosos heridos, producto de las protestas y represión registrada en Tulúa, durante la noche del martes 25 de mayo.
La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA calificó de «extremadamente grave” las denuncias sobre 132 personas que permanecen desaparecidas desde el inicio de las protestas el pasado 28 de abril.
La organización internacional indica que la preocupación está basada en el hecho de que 276 que anteriormente habrían sido reportadas como desaparecidas, fueron posteriormente localizadas sin vida.