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La oposición alcahueta que se ha sentido grande y feliz en Casa Amarilla, no toma en cuenta la realidad del país. Es posible que no les importe que cientos de niños y ancianos estén pasando hambre; es posible que para ellos el inquilino de Miraflores, con el visto bueno de Fuerte Tiuna, le haya asignado su especial caja o bolsa del Clap.
Félix B. Sucre
CNP 8.526
Venezuela viene atravesando un complejo camino que la tiene en el mayor caos institucional que se ha conocido en toda su historia republicana, lo que nos tiene hoy con la mayor diáspora y la crisis humanitaria que en el mundo está afectando a miles de compatriotas que, incluso, viven de la caridad o son despreciados por los connacionales de los países donde han llegado.
Esto en nada ha importado al Gobierno Nacional, el cual ha pretendido sacarle provecho con nefastas campañas televisivas con un programa llamado «vuelta a la Patria», cual burla también a Pérez Bonalde, poeta autor de esa trabajo literario con tal nombre. El gobierno y Nicolás Maduro no da puntada sin dedal. Eso lo sabe la dirigencia política nacional, hoy partida en dos; una aliada de Maduro, la otra aliada de la estupidez política, al creerse que van por el camino correcto, como no participar en ningunas elecciones convocada por el CNE que, como bien se sabe, es una oficina electoral del PSUV y el Alto Mando Militar, quienes, aunque lo nieguen, son los que tutelan la democracia; es decir, son los que tienen el poder y mantienen al frente del Ministerio de la Defensa, como también mantienen en Miraflores a Nicolás Maduro.
Ellos, los militares, utilizan a Hugo Chávez como instrumento de sus ambiciones; están insertados en la administración pública y en empresas públicas, aparte de manejar televisora, banco, el Metro, Hidrocapital, entre otras, donde vienen demostrando que la gerencia militar es inservible. Son los dueños del poder bélico y el poder político.
Sin embargo, tanto la oposición alcahueta que se ha sentido grande y feliz en Casa Amarilla, no toma en cuenta la realidad del país. Es posible que no les importe que cientos de niños, ancianos estén pasando hambre; es posible que para ellos el inquilino de Miraflores, con el visto bueno de Fuerte Tiuna, le haya asignado su especial caja o bolsa del Clap.
Ni Henrique Capriles salió a apoyar a su Jefe de Campaña, ahora aparece como un salvador de la democracia; es decir, ellos fueron los abstencionistas, como parte de los copeyanos y los adecos»
Por lo que no tienen que andar por los mercados públicos espirando sus pocos dólares, ganados con el sudor de sus lenguas defendiendo a la revolución del PSUV, partido convertido en estructura mafiosa que, para colmo, humilla y lleva a prisión a hombre y mujeres que protestan en su contra, donde están trabajadores petroleros, de las industrias básicas, militares y activistas de los partidos que lo enfrentan. Esa es una oposición agradecida.
Eso ha llevado a Copei, al MAS, Soluciones, AD, Cambiemos, entre otros, a formar parte de una comparsa electorera, aún cuando no formulan críticas a las políticas oficialistas, clase cuales están llevando a Venezuela a el peor momento y miseria que se ha conocido.
En el caso de la oposición que se ha agrupado al lado de Juan Guaidó, jura y perjura que el camino de la no participación es la mejor vía para que Maduro y compañía se venga abajo, como si fueran mangos bajitos. Ha sido el cuento desde el 2018 en las elecciones presidencias, donde salieron Henri Falcón y Javier Bertucci como candidatos. Ni Henrique Capriles salió a apoyar a su Jefe de Campaña, ahora aparece como un salvador de la democracia; es decir, ellos fueron los abstencionistas, como parte de los copeyanos y los adecos.
Para ellos la abstención ayer fue el camino; hoy sigue siendo el camino, mientras que algunos de esos dirigentes quieren ser gobernadores, alcaldes y concejales, pensando que el pueblo es una manada de borregos o de pendejos que pueden salir corriendo a votar por ellos. Chivo no come lloviendo. Hoy para ellos votar es la salida, mucho más si es para garantizarles sus teticas y mamar y mamar del presupuesto, junto con sus familias, amigos y amantes.
No se puede seguir utilizando es el mecanismo de la abstención, si se quiere llegar al Referéndum Revocatorio el próximo año. Eso sí está cerquita, la Asamblea Nacional, con sus leyes comunales imbéciles, que además violan la Constitución Bolivariana»
En verdad, hay que recordarlo, estamos en un callejón sin salida. Ellos quieren un CNE prístino, si es preciso que les asignen desde ya la cantidad de gobernadores, alcaldes y concejales que deseen. Es la quimera.
No obstante, si el señor Juan Guaidó decidiera participar en las próximas elecciones del 21 de noviembre próximo, en una alianza perfecta entre ellos, con una tarjeta sola, sin que se la rueguen al CNE, eso obligaría al PSUV a seleccionar mejores candidatos, al igual que a la oposición de Casa Amarilla, la cual no puede aspirar que Guaidó y aliados la acompañe, cuando han sido los que más descalificaciones políticas y morales han lanzado en su contra.
Lo que no se puede seguir utilizando es el mecanismo de la abstención, si se quiere llegar al Referéndum Revocatorio el próximo año. Eso sí está cerquita, la Asamblea Nacional, con sus leyes comunales imbéciles, que además violan la Constitución Bolivariana, logrará que el chavismo se active en su contra, y adiós chavomadurismo todopoderoso. Eso es lo que deben pensar estos pensadores de la política.
