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La Directiva Nacional del CNP está ausente de la lucha contra el flagelo del ejercicio ilegal del periodismo
Félix B. Sucre
CNP 8526
Este domingo 27 de junio se celebraría en la Venezuela Democrática, el Día del Periodista, fecha con la que se recuerda la aparición del Correo del Orinoco, en la Ciudad de Angostura, como artillería del pensamiento en la lucha por la Independencia de Venezuela, objetivo trazado por nuestros héroes, encabezado por Simón Bolívar en 1818.
Con el nacimiento del Colegio Nacional de Periodista (CNP), hijo de la aguerrida Asociación Venezolana de Periodistas (AVP), luego que el Congreso de la República aprobará la Ley de Ejercicio del Periodismo, partida de nacimiento de nuestro gremio, el cual tuvo como su primer Presidente al profesor Héctor Mujica, profesor de profesores, quien además fue Director de la Escuela de Comunicación de la Universidad Central de Venezuela. Mujica estuvo acompañado de una dirigencia plural y combativa, hecho político de mucha transcendencia, lo que vino a demostrar que el gremio debe estar primero y que es posible el diálogo para lograr los objetivos.
Allí hubo madurez. Fue el momento para echar las bases del CNP que tenía la responsabilidad de luchar por sus afiliados, los cuales se sentían parte de él y lo demostraron velando por su funcionamientos, lo que, como respuesta, obtenía compromiso en la lucha contra el ejercicio profesional, lo que sigue siendo la enfermedad a la que seguimos enfrentándonos, sobre todo ahora cuando vemos a sujetos de la política convertidos en «periodistas» porque compran un espacio en un medio de comunicación y ya con eso tienen derechos a ser entrevistadores de figuras que se prestan a avalar el ejercicio ilegal.
Mientras, la Directiva Nacional es una ausente en la lucha contra este flagelo. Este flagelo también lo propicia la Cámara de Radiodifusión, la cual vela los intereses de sus afiliados, pero no exigen que cumplan con leyes de la República, sino que se muestran indiferentes ante tal anomalía.
El CNP es alcahuete de quienes están al frente y que en más de tres períodos, solo articulándose para pequeños asuntos, cuando, por ejemplo, sabemos que el ejercicio profesional del periodismo implica riesgos»
El otro flagelo legal que existe es el famoso Certificado Nacional de Productor Independiente, adefesio instituido por el gobierno de Hugo Chávez, a través de la llamada Ley de Responsabilidad de Radio y Televisión, con la que cualquier rabo e’ cabuya va a el Minci, con unos recaudos X y le entregan un Certificado. Pues bien, eso lo acredita hasta para entrevistar, mientras que nuestros periodistas profesionales no son tomados en cuenta. Nada de eso preocupa a los dizque dirigentes gremiales que se han enquistado en el CNP, como en el Sindicato de los Trabajadores de la Prensa, tal vez rogando que nunca hayan elecciones.
Entendemos que el Consejo Nacional Electoral (CNE) tiene mucha responsabilidad en el caso de la falta de elecciones, responsabilidad que está indicado en el artículo 293, ordinal 8 de la Constitución Bolivariana, la cual sigue siendo una especie de parapeto para los del poder y para los opositores, quienes no tienen ningún respeto por ella.
El CNP es un gremio secuestrado por una dirigencia que no ha tenido altura. Es un hecho que no se puede negar. Pareciera que para ellos el objetivo es enterrar al gremio echándole la culpa al gobierno chavista, cuando tenemos conocimientos que la Comisión Nacional Electoral es un monstruo mofletudo que no se mueve para nada. Es decir, es alcahuete de quienes están al frente y que en más de tres períodos, solo articulándose para pequeños asuntos, cuando, por ejemplo, sabemos que el ejercicio profesional del periodismo implica riesgos, lo que obliga a estar siempre preparados para cualquier arremetida por parte de los cuerpos policiales.
También debemos estar preparados para las arremetidas de los dirigentes del sistema, quienes, al ser señalados por algún hecho noticioso, ya de inmediato salen a amenazarnos con acciones legales o nos acusan de manipuladores o difamadores de oficio. Los periodistas somos necesarios en la democracia; sin embargo, cuando los demócratas guiadores o violadores de las normas legales, todas, no consiguen nuestro silencio, entonces arremeten contra nosotros.
Entregan premios o reconocimientos a los piratas del periodismo, muchas veces agrupados en presuntas asociaciones de comunicadores, lo que es bien conocido en lugares del interior del país, como en el caso de Carúpano, estado Sucre»
Hoy, cuando en hora se celebra el Día del Periodista, como miembro y defensor del CNP, le pido a mis colegas que hay que seguir en la lucha por lograr que el próximo años tengamos elecciones en el CNP y en el SNTP. También es bueno pedir, no obstante, a los jóvenes estudiantes de las distintas escuelas de Comunicación Social del país, que se hace necesaria su participación, su acompañamiento para la fortaleza y el rescate del gremio; también que es necesario su colegiación, de acuerdo a la Ley del Ejercicio del Periodismo y del Código de Ética. De esa manera se le da respuesta a los ilegales, a los dueños o directivos de medios de comunicación, oficiales o privados, que propician la ilegalidad del periodismo, lo que se está convirtiendo en un hecho natural en Venezuela, en donde encontramos incluso a dirigentes partidistas que no cuentan con debida acreditación para tales fines, pero, coordinador pagar un espacio en un medio, ya son «periodistas».
Esto también es válido, por supuesto, para los organismos públicos y privados que en fecha como el 27 de julio, Día del Periodista, entregan premios o reconociendo a los piratas del periodismo, muchas veces agrupados en presuntas asociaciones de comunicadores, lo que es bien conocido en lugares del interior del país, como en el caso de Carúpano, estado Sucre.
Tal vez muchos se sientan incómodos con nuestra Crónica. No es nuestro problema. Para nosotros es más importante expresar lo que nos preocupa como miembro de Colegio Nacional de Periodistas y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa. Lo demás me importa un carajo.
