Fue un hecho público y notorio que los militares fueron liberados y entregados por la FARC-Gentil Duarte a las FANB chavistas en el marco de unas negociaciones cuyos detalles se desconocen.
Humberto González Briceño
La preocupación para el gobierno de Nicolás Maduro no es que la FARC-Gentil Duarte, aun teniendo la capacidad de fuego para hacerlo, intente acabar con el estado chavista. Se trata de una guerrilla con objetivos políticos y militares muy definidos y con el control de Apure estos parecen haberse cumplido por los momentos. La angustia -¿pánico?-, que difícilmente el chavismo puede disimular, viene dada por el simple hecho que el componente esencial sobre el cual se soporta el régimen ha quedado en entredicho, no sólo en términos políticos sino fundamentalmente militares.
La captura de los 8 militares y la posterior distribución de videos como fe de vida fue un certero golpe político y militar que le daba la FARC-Gentil Duarte a la FANB chavista. De esta forma el reducido grupo guerrillero lograba no solo beligerancia y reconocimiento sino también poner de rodillas a la aparentemente invulnerable FANB chavista.
Con su habitual retórica, Padrino López trató de restarle importancia a los hechos con manipulaciones tales como no mencionar a las FARC por su nombre o no reconocer desde un principio los nombres de los militares muertos y los capturados. Detalles que se pudieron conocer por la eficiencia del grupo guerrillero en divulgar la información contrastando con el silencio del Ministerio de la Defensa y del propio régimen. Más allá de las maniobras mediáticas la realidad está ahí, visible ante todos, y más aún ante los incrédulos ojos de los militares chavistas que ahora pueden tener la certeza de estar comandados por unos jefes cobardes, mediocres e incapaces.
Sin embargo, todo parece indicar que el chavismo seguirá apostando por negar la realidad y tratar de maquillarla. Pareciera que la política del estado chavista se reduce a un ejercicio instrumental de propaganda y eso bastaría para cambiar la esencia de lo real. El comunicado de Vladimir Padrino López a propósito de la liberación de los 8 militares capturados habla de una inexistente operación de rescate llamada “Águila Centenaria” que supuestamente liberó a los oficiales en “circunstancias sumamente adversas”.
Fue un hecho público y notorio que los militares fueron liberados y entregados por la FARC-Gentil Duarte a las FANB chavistas en el marco de unas negociaciones cuyos detalles se desconocen pero que habrían incluido la desmovilización de los militares en la zona y la entrega del estado Apure al grupo guerrillero. No podría ser casual que una vez que la FANB chavista retira sus tropas de la zona inmediatamente después, en cuestión de horas, se produzca la entrega de los soldados capturados.
Pero no nos llamemos a engaño. Lo que en verdad avergüenza al régimen chavista y al CEOFANB no es la entrega del estado Apure, como parte del territorio venezolano, a los grupos guerrilleros. Al régimen y las FANB les produce vergüenza y preocupación haber quedado en ridículo ante su propia tropa y oficialidad. La constatación que las fuerzas armadas chavistas, sobre las cuales se apoya por las armas el régimen, no son más que un cascarón podrido, vacío e inútil debe producir inquietud por decir lo menos.
Un instinto natural de supervivencia de los operadores y grupos que parasitan del estado chavista debería llevar a una purga y a una profunda reorganización de lo político y lo militar con el objetivo pragmático de salvar el ecosistema corrupto del cual viven. Esto se podría traducir en la necesaria liquidación de la cúpula inepta encabezada por Nicolás Maduro y Vladimir Padrino López para asegurar la supervivencia del régimen con otros operadores más eficientes a la cabeza. Y esta confrontación sólo podría darse en lo interno de las fuerzas armadas chavistas. Se trata de un escenario plausible si la lógica que se impone es la de extirpar al órgano canceroso para salvar al cuerpo.
La crisis de la FANB chavista es la crisis misma del régimen y esta no puede ser atendida solo con campañas ridículas de marketing para imbéciles como pretende Vladimir Padrino López. La imagen de los militares liberados por la guerrilla, contentos, sonrientes y con golosinas en la mano solo refuerza la idea de unos muchachos desubicados, mal preparados y engolosinados. Y así fueron despacharon a Apure a enfrentar un grupo armado con más de 6 décadas de experiencia.
Esa imagen que circuló vía redes sociales es más o menos el retrato de la FANB chavista hoy. Un cuerpo armado discapacitado, derrotado y engolosinado con las prebendas y la corrupción del régimen. Pero eso ya la mayoría de los venezolanos lo sabíamos. Lo que importa ahora es que esta vez ellos mismos lo saben.-