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Oremos a José Gregorio para que nos ayude #Crónicas #EduardoLópezSandoval

Nicolás Maduro y Henry Ramos Allup - PSUV-MUD: Dos facciones del régimen

Ninguno de los asesores de Ramos Allup lo leyó el Artículo 233 de la Constitución ni le aclaró que la decisión se toma con la mayoría simple, la cual el pueblo le dio para que precisamente resolviera el problema de la permanencia del Interfecto en Miraflores

Eduardo López Sandoval

El título lo extraemos de artículo que un poco más contextualizado dice: “…oremos a José Gregorio para que nos ayude en este trance del que saldremos, más temprano que tarde”.

El escrito en cuestión se titula; ¿Cuándo derrocamos a a Maduro? ¡Avisen, por favor! Y lo calza un tal Julio Castillo Sagarzazu. Y lo envía uno de esos dirigentes chadecos a las redes que por cuestiones de asepsia política normalmente no lo ojeo, pero como la cuarentena da para estas flexibilidades, lo leo.

Decimos “un tal” porque el apellido Sagarzazu nos desorienta un poco, nos hace creer que es un desconocido, neófito en estas lides de opinar, pero después de leer la densidad de su contenido, dudo, lo googleo y resulta que es el viejo amigo viejo Julio Castillo del MAS, es el mismo que durante nuestra permanencia en el parlamento nacional, de cuando el segundo mandato de Caldera, nos sentábamos del lado izquierdo de la Cámara, tal los jacobinos en el parlamento de la Revolución Francesa.

El escrito es denso, grueso, se puede respirar mientras se mueve por los caminos del diagnóstico.

La mayoría de los derrocadores no tienen plan; que lo de ellos en un deseo que no empreña y que a lo sumo lo que la mayoría de quienes desean esto lo que quieren es que el tal derrocamiento lo hagan otros”

Plantea don Julio que quienes buscan la salida rápida del Interfecto, que es el necesario paso para la solución del problema llamado Venezuela, (y en eso estamos de acuerdo en contra de menos de un séptimo -14%- de la población que apoya a la Dictadura), que cuando interesado los busca: “Pregunta a los amigos que escriben por el Twitter y no saben nada; va uno discretamente a conversar con algún militante de esas ideas y tampoco sabe nada; sigue en el juego de la candelita y va de sitio en sitio con la esperanza de que le digan: “por allá fumea”, pero nada. La ignorancia, sobre la trama de este plan que nos traerá la libertad, es general.

Al final uno termina enterándose de que no hay nadie planeando tal hazaña; que la mayoría de los derrocadores no tienen plan; que lo de ellos en un deseo que no empreña y que a lo sumo lo que la mayoría de quienes desean esto lo que quieren es que el tal derrocamiento lo hagan otros”.

Bueno como diagnóstico, pero sin prescripción de un remedio para la enfermedad terminal de doña Venezuela. Aún.

Don Julio continúa con su búsqueda un rato más pero no encuentra la salida y se declara derrotado con estas palabras:”Dicho todo esto y constatado que ninguna de los derrocamientos y las invasiones, están programadas, ni figuran en el orden del día de ningún grupo conocido, estamos entonces en la obligación de recurrir al doloroso, pedestre y nada apasionado expediente de tratar de hacer lo poco que podemos…“.

AD, PJ y UNT, Ramos, Borges y el otro, los tres hicieron todas las diligencias efectivas para lograr su cometido, que el Interfecto permaneciera en Miraflores»

Declarada la derrota propone hacer de forma exacta lo que la mal nombrada Oposición viene haciendo desde hace cerca de un cuarto de siglo, que con resultados adversos cantados le porfían a Einstein, quien nos dejó dicho que: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”.

Con esta “Oposición” que fue marcada en las elecciones de diciembre de 2015 por los partidos que ocuparon los tres primeros lugares, que por derecho les correspondía ocupar en ese orden la Presidencia del Parlamento, vale decir en estricto orden AD, PJ y UNT, Ramos, Borges y el otro, los tres hicieron todas las diligencias efectivas para lograr su cometido, que el Interfecto permaneciera en Miraflores, todo para que no se movieran las tetas de la vaca Pdvsa.

En ese orden, 1, 2, 3; AD, PJ, UNT. Ramos, Borges y aquel personaje que no hizo nada para ser recordado.

Ramos.- que en un año no tuvo tiempo para leer lo que reza el Artículo 233 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que reza: “Serán faltas absolutas del Presidente o Presidenta de la República: su muerte, su renuncia, o su destitución decretada por sentencia del Tribunal Supremo de Justicia; …(y) el abandono del cargo, declarado como tal por la Asamblea Nacional”. Ninguno de sus asesores se lo leyó y le aclaró que esta decisión se toma con la mayoría simple, la cual el pueblo le dio para que precisamente resolviera el problema de la permanencia del Interfecto en Miraflores.

Ninguno de los dirigentes del trío de partidos que el venezolano debe tener bien identificados para señalarlos en el juicio que debe hacer la Historia a los autores y cómplices de la destrucción de un país»

Borges.- sí lo leyó, y aprobó en sus primeras horas de Presidente del parlamento la Ausencia Absoluta del Interfecto, pero lo olvidó en los siguientes minutos, y repetimos: “envés de darle el tratamiento de expresidente al Interfecto, declaró que éste debía presentar la Memoria y Cuenta en el Parlamento y no en el TSJ, políticamente fue un Reenganche Indirecto, y lo más grave del “olvido”: dejó que los estudiantes salieran a la calle a derramar su sangre sin esa bandera política.”

El otro personaje.-La siguiente gestión, la del tercero, fue de total ausencia…

La solución al problema del país es compleja y larga, ¿hay que salir del Gobierno? ¡Claro! eso ni se pregunta, pero también hay que salir de la Oposición, por lo menos no deben estar cerca, ni disfrazados, ninguno de los dirigentes del trío de partidos que el venezolano debe tener bien identificados para señalarlos en el juicio que debe hacer la Historia a los autores y cómplices de la destrucción de un país y de la muerte de sus niños y de la alienación de su gente que perturbados votan por un Gobierno y una “Oposición” que los lleva a las cámaras de gas, engañados.

¿Hay que hacer una Nueva Oposición? Claro, el camino es largo porque hay que comenzar de cero. Pero más largo se pone cuando no empezamos a caminar aún, envilecidos, entretenidos, embelesados, emborrachados al participar en estas engañifas de elecciones con los Poderes Públicos secuestrados.

Don Julio, el camino es largo, hay que construir una Nueva oposición»

Don Julio desecha la solución del derrocamiento del Interfecto porque quienes lo proponen “no tienen plan; que lo de ellos en un deseo que no empreña…”, de acuerdo. Pero propone a su vez un deseo inefectivo en cuanto lo argumenta de la mano de esa “Oposición” que es un fracaso anunciado, bien porque la compraron, o porque se vendieron, o porque fueron anulados por los carcelazos o los amedrentamientos: tampoco empreñan.

Don Julio, el camino es largo, hay que construir una Nueva oposición…

eduardolopezsandoval@yahoo.es