La pandemia ha puesto en evidencia la necesidad absoluta e impostergable de la República del Bienestar, versión venezolana del Estado de Bienestar existente en Europa Occidental desde hace 75 años.
Jesús Antonio Petit Da Costa
Vemos todos los días en las redes sociales ruegos desesperados de ayuda de quienes imploran de sus amigos auxilio para poder pagar los gastos médicos por enfermedad. No son los pobres solamente. Son también de la clase media. Explicable: los de clase media nos hemos empobrecido. En 20 años de narcotiranía comunista hemos llegado a una situación en la cual no tenemos ingresos suficientes para cubrir el costo de la vida. Nuestros ahorros han sufrido disminución constante en ese tiempo agravado por 2 más de pandemia, como si fuera poco. Aquí los únicos que no piden socorro son los que están asegurados por un seguro extranjero complementado por uno nacional para cubrir el deducible y los “enchufados” a los cuales no les importa lo que tengan que pagar porque les sobra dinero.
Esto no se ve en Europa Occidental. Allá nadie pide ayuda para gastos sanitarios, porque tienen atención médica de primera y los medicamentos indicados, sin la angustia de no tener con qué pagarlos. Y nadie tiene que ser rico o corrupto para gozar de este beneficio. ¿Por qué los europeos, sin petróleo ni minerales preciosos, no padecen esta angustia que padecemos los venezolanos? Respuesta: porque existe el Estado de Bienestar cuya columna vertebral es un sistema de seguridad social que los protege y le presta atención médica de primera y todos los medicamentos que les sean recetados. Aquí esto no existe porque ni siquiera la vieja democracia estableció la República del Bienestar, adaptación del Estado de Bienestar a Venezuela. Y no la estableció por corrupción. Se prefirió contratar pólizas colectivas de seguros privados para determinados sectores sociales, primero los empleados públicos, y así se enriquecieron los ministros o altos funcionarios que recibieron comisiones jugosas por este concepto. Se sustituyó el bienestar general por el enriquecimiento del alto funcionario que podía darse la gran vida con la comisión que recibía. Con la narcotiranía ni eso siquiera existe, porque se unieron indolencia e insuficiencia de recursos.
Hoy como nunca antes se ha puesto en evidencia que la República del Bienestar debe ser nuestra bandera, con la seguridad social integral y universal como su columna vertebral.
Preguntemos a pobres y clase media: ¿quieres atención médica y medicinas, para ti y tu familia? Entonces lucha por la República del Bienestar, la que te dará lo que no te dio la vieja democracia ni tampoco te ha dado la narcotiranía comunista de Maduro: seguridad social integral y universal, o sea, atención médica de primera y los medicamentos necesarios, admisión en todos los hospitales y clínicas sin discriminación alguna, porque en la República del Bienestar todos estaremos asegurados por el sistema de seguridad social. Todos seremos asegurados HCM (hospitalización, cirugía y maternidad).
petitdacosta@gmail.com