Hay estatuas de Mariño y Bermúdez en Los Próceres. No podían quedar por fuera, obviamente. Pero en el resto de Caracas se ocultan esos nombres. Eso tiene sus raíces.
Julián Rivas
A Juan Bautista Bideau ni siquiera se le han estampado unas letricas en Los Próceres. No hay justicia. Y Bideau nacido en Santa Lucía, corsario francés, se sumó a Venezuela muy temprano, después de participar en la guerra de brigantes contra Estados Unidos. Se hizo venezolano como el que más, lo que está sentado en libros y documentos. Hay escritos que dan cuenta de su apoyo a Miranda en la etapa precursora. De allí vendría su amistad con Miranda, quien en la Primera República le pidió organizar una Armada junto a Felipe Esteves. Es la fuerza naval que triunfo en Caño Macareo en el Delta en 1812. En la Segunda República Bolívar le instruyó para la defensa de la fachada Atlántica Golfo de Paria y Bocas del Orinoco. Fue el que en Haití propuso la Segunda Campaña de Guayana, finalmente ejecutada por Piar.
Murió en la defensa de la Casa Fuerte de Barcelona al frente del Batallón de Negros de Guiria. Sus restos están entre el río Neveri y el Mar Caribe.
Venezuela no puede seguir con una historiografía hecha por interesados, que desconoce la grandeza de los patriotas orientales. La verdad y la justicia deben imponerse.
Es necesario leer la historia de Juan Bautista Bideau, padre de la independencia de Venezuela, fundador de la Armada, Jefe del Estado de Oriente. Salvador de Bolívar en varias ocasiones.
Libro: El Mariño de Parra Pérez
La independencia de Venezuela fue obra de cientos de miles de libertadores. Y fundamentalmente de los orientales. El primero en ser declarado Libertador fue Santiago Mariño.
En Caracas se desconoce a Mariño. Se le atribuyen los peores adjetivos. Eso es fruto del caraqueñismo. Ese es un fenómeno que, entre otras cosas, hace creer a los desinformados que la independencia la hicieron los caraqueños. Cuando lo cierto es que el ejército caraqueño fue liquidado por José Tomás Boves en 1814. ( Ya había sido dispersado por Monteverde en 1812).
En Caracas le hicieron estatua a Darío. No Darío el persa. A Darío Vivas!
En cambio ni a Mariño, ni al auténtico libertador de Caracas en 1821, José Francisco Bermúdez, se les hace reconocimiento. No se ve calle, avenida o plaza con esos nombres. De Roosevelt, Washington, y tantos otros sí hay.
Pero como la historia hace justicia a la verdad, en navidad les recomiendo que lea el que para muchos entendidos es el más importante libro que se ha escrito sobre Venezuela. El Mariño, de Caraccciolo Parra Pérez. Cinco grandes tomos. Así como el Shanamed es la gran publicación de los persas, para Venezuela es Mariño. Como esa no hay otra.
Hay que matar piojos en más de una cabeza. Pues ahí está el Mariño de Parra Pérez, una obra fundamental.
Y como ñapa se puede buscar la Historia de la Primera República. También de Parra Pérez. Recuerde estos nombres: Mariño, Juan Bautista Bideau y José Francisco Bermúdez. Sin ellos, no puede haber historia verídica.
No puede haber república federal, con desarrollo equilibrado de todas sus regiones, si partimos de premisas falsas. La historia es fundamental. Es como una carta de vida. Si no nos conocemos, cómo podemos tener objetivos compartidos. Los principios de justicia son vitales para la República.