El “vacío de liderazgo” ha retardado el estallido de la insurrección, pero no ha modificado las condiciones objetivas
Jesús Antonio Petit Da Costa
1.- “Todo excesivamente normal en Venezuela” nos dice hoy el profesor Ramón Piñango, que como sociólogo de merecida fama concluye preguntando sospechosamente: “¿Qué irá a pasar?” Pregunta ajustada a la realidad: inevitablemente algo va a pasar porque es imposible que no pase nada.
2.- Vengo diciendo desde hace tiempo que, conforme a la doctrina sobre estrategia política y enseñanza de la historia, más la experiencia propia, están dadas todas las condiciones objetivas y subjetivas para la insurrección faltando sólo el liderazgo. La insurrección no ha estallado ni está en marcha por el “vacío de liderazgo”.
3.- El “vacío de liderazgo” ha retardado el estallido de la insurrección, pero no ha modificado las condiciones objetivas y subjetivas que la provocan y determinan, las cuales por el contrario se vienen acumulando y agravando a tal punto que pueden reventar como una erupción volcánica.
4.- Para llenar el “vacío de liderazgo” sugerí hace algún tiempo a María Corina Machado, Antonio Ledezma y Andrés Velásquez constituirse en Comando para el cese de la usurpación, que asumiendo la bandera abandonada por Guaidó y traicionada por la colaboracionista MUD-G4 llame al contragolpe constitucional (Artículo 333 de la Constitución). No fue atendida mi propuesta.
5.- Sigue, pues, abierto el espacio político para un liderazgo emergente, civil o militar, cuya aparición nos sorprenderá en cualquier momento, porque aquí va a pasar algo ya que es imposible que no pase nada.