Si en la vieja democracia se hubiera adoptado el Estado de Bienestar, nos hubiéramos padecido su narcotiranía castrocomunista.
Jesús Antonio Petit Da Costa
1.- En 75 años con Estado de Bienestar los países europeos que lo adoptaron, terminada la Segunda Guerra Mundial, han tenido estabilidad política disfrutando del Estado Democrático de Derecho o Democracia del Bienestar. Por el contrario, Venezuela ha estado 33 de esos 75 años bajo 2 dictaduras crueles y el resto de esos años en una democracia chucuta por imperfecta, que lo fue porque nunca se convirtió en Estado de Bienestar, sino que funcionó como Estado de Partidos.
2.- El único ensayo democrático en 200 años de historia republicana sucumbió porque, como he dicho, no se convirtió en Estado de Bienestar adoptando el exitoso modelo europeo, cuya base social es la seguridad social integral y universal y su base económica es la economía de mercado. Ninguna de las dos fue establecida por la vieja democracia.
3.- Tampoco la vieja democracia sustituyó el sistema presidencial que lleva 200 años de fracasos en Venezuela durante los cuales ha quedado demostrado suficientemente que es la forma de gobierno de todas las tiranías que hemos padecido por ser el que facilita el caudillismo despótico.
El sistema presidencial ha demostrado ser incompatible con un Estado Democrático de Derecho en Venezuela. Los hechos hablan por sí solos.
4.- Nuestro sistema presidencial es una imitación del existente en Estados Unidos, copiado por ser el primero y único sistema republicano para la época de la independencia y repetido desde entonces a pesar de su repetido fracaso en Venezuela.
5.- Nuestra cultura, incluyendo la jurídica, es distinta a la cultura de Estados Unidos, por lo cual códigos y leyes de Venezuela no se inspiran en los de ese país, sino son adaptación de los que rigen en los países latinos de Europa (Francia, Italia, España, Portugal).
Entonces completemos la tarea adoptando el Estado de Bienestar de la Europa latina, cuyos códigos y leyes copiamos. Completemos la tarea implantando en la Constitución (ley de leyes) su forma de gobierno, probado su éxito, distintos a los 200 años de fracasos del sistema presidencial en Venezuela, que han culminado en la pesadilla que vivimos.
6.- La FORMA DE GOBIERNO del Estado de Bienestar en la Europa latina es el SISTEMA PARLAMENTARIO del cual hay dos clases: la MONARQUÍA PARLAMENTARIA (España) y la REPÚBLICA PARLAMENTARIA (Italia, Francia y Portugal).
Desde luego el modelo a seguir por nosotros será la REPUBLICA PARLAMENTARIA, concretamente la italiana. Y para subrayar la escogencia denominaremos República del Bienestar a la adaptación nuestra del Estado de Bienestar de la Europa latina.
7. Como somos latinos entendemos perfectamente la tentación fascista de nuestros gobernantes. El fascismo es latino. En Europa lo personificaron Mussolini en Italia y Franco en España. En América Latina: Perón. Y un raro híbrido de fascismo y comunismo: Castro y Chávez.
No olvidemos que fascismo y comunismo tienen el mismo origen ideológico, dándose entre ellos lo que Betancourt llamaba “odios mellizales.”
El híbrido fascismo-comunismo está expuesto en el libro del argentino Norberto Ceresole, primer asesor de Chávez, como una trilogía: Caudillo, Ejército, Pueblo.
Esta trilogía caracteriza a las tiranías latinoamericanas desde la segunda mitad del siglo XX.
8.- El caudillismo se sustenta en el “culto a la personalidad”, que es el endiosamiento del jefe o gobernante, derivación inevitable de la elección universal y directa del Presidente de la República porque se centra en la adhesión hasta la idolatría en un individuo fomentando su egolatría exacerbada con el populismo.
9.- El paso del “culto a la personalidad” a la instauración de la tiranía lo facilita la función de Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional, que en el sistema presidencial venezolana de tradición militarista la ejerce el “caudillo” como si fuese el ganador de una guerra civil que premia a los suyos y discrimina a los institucionalistas.
10.- En la República del Bienestar evitaremos el “culto a la personalidad” y de este modo el “caudillismo” adoptando el sistema latino-europeo: la única elección universal y directa es la del Congreso. Los electores votan únicamente por los diputados y senadores correspondientes a su región. Por ninguna otra autoridad nacional. Así ningún individuo copa la escena política. Se elige a un movimiento político, no a un jefe.
11.- En la República del Bienestar reforzaremos la salvaguarda contra el caudillismo y por consiguiente contra la tiranía, adoptando el modelo de la Europa latina de evitar la concentración de poder en una persona separando los dos cargos máximos: Jefe de Estado y Jefe de Gobierno.
12.- En la República del Bienestar el Presidente de la República será únicamente Jefe de Estado, no será Jefe de Gobierno. Presidirá pero no gobernará como los reyes en la monarquía parlamentaria.
El Vicepresidente Ejecutivo de la República (o Primer Ministro) será el Jefe de Gobierno, pero no Jefe de Estado. Gobernará pero no presidirá.
Separados los cargos, sus titulares serán contrapesos entre sí en garantía de la institucionalidad democrática.
13.- A su vez, el Congreso será bicameral: Senado y Diputados. Ambas cámaras serán contrapesos entre sí en garantía de la institucionalidad democrática.
14.- El Presidente de la República será electo por el Congreso, mediante votación favorable de las dos terceras partes de ambas cámaras como en la República de Italia.
Con la elección de segundo grado los italianos han evitado la contaminación populista que degenera en tiranía.
15.- El Jefe de Gobierno (Vicepresidente Ejecutivo o Primer Ministro) será electo por el Congreso por mayoría absoluta. Esto obliga al pacto de gobierno entre partidos políticos porque generalmente ninguno tiene mayoría absoluta. Y aún teniéndola obliga al pacto entre las tendencias del partido gobernante. Un remedio eficaz contra el caudillismo y la autocracia.
16.- Esta forma de gobierno la idearon los latino-europeos después de haber pasado por la terrible experiencia de fascismo, nazismo y comunismo, además de la ocupación por una potencia extranjera como fue la de Francia invadida por Alemania. Y ha quedado demostrada su eficacia durante 75 años.
17.- Si en la vieja democracia sus líderes hubieran adoptado el Estado de Bienestar y concretamente su forma de gobierno ni Chávez ni Maduro hubieran sido presidentes, ni los venezolanos hubiéramos padecido su narcotiranía castrocomunista.
Chávez no hubiera sido candidato presidencial, debiendo postularse como diputado. Como en las elecciones parlamentarias de 1998 el chavismo no tuvo mayoría absoluta, Chávez no hubiera sido electo por el Congreso como Jefe de Gobierno. Posiblemente los partidos opuestos hubieran escogido a un demócrata.
18.- Menos aún Chávez no hubiera sido electo Presidente de la República por la imposibilidad de reunir el voto favorable de las dos terceras partes de senadores y diputados. Y al no serlo no hubiera sido Comandante en Jefe de la FAN, evitándonos la perversión de los militares que fue su obra siniestra.
19.- Y por último Chávez no hubiera podido convocar la Constituyente, porque el Estado de Bienestar no admite Constituyente que sería su negación por su objeto: acabar con él y sustituirlo por la tiranía (comunista, fascista, populista) que es su opuesto. Admite reforma constitucional pero no cambio de modelo o sistema. Es un cerrojo democrático vista la experiencia nefasta de los europeos con Hitler y Mussolini. La misma que hemos tenido nosotros y que todavía padecemos.
20.- Aprendamos la lección que no aprendió la vieja democracia: por no haber implantado el Estado de Bienestar imitando a los latino-europeos hemos caído en la peor de las tiranías jamás habida en nuestra historia. Si lo hubieran hecho en la vieja democracia ni Chávez ni Maduro hubieran sido presidentes, nos hubiéramos ahorrado esta narcotiranía castro-comunista y la humillación de ser nuestro país un Protectorado de Cuba.
Apliquemos nosotros la receta latino-europea implantando el Estado de Bienestar, con el sistema parlamentario como forma de gobierno, al salir de Maduro y su banda.
petitdacosta@gmail.com