La Plataforma Democrática es el único conjunto político-partidista que posee la fuerza y que realmente actúa como una opción política de oposición.
Oscar Battaglini
El país ha comenzado a entrar en los prolegómenos del proceso electoral presidencial del año 2024. Todo indica que rápidamente nos encaminamos a una situación en la que, sin duda, se pondrá al “rojo vivo” el conflicto político que con sus ascensos y descensos se ha venido dando entre el régimen dictatorial-militarista que usurpa el poder y pretende perpetuarse en el ejercicio del mismo; y la inmensa mayoría del pueblo venezolano que quiere un cambio radical de gobierno (más del 70% de la población).
El indicador más evidente de que eso será así, son los preparativos políticos electorales que hoy se observan, tanto del lado de la dictadura como del lado de la oposición representada por la Plataforma Democrática.
Como hemos dicho en otra entrega, la dictadura ha iniciado la puesta en escena de un plan político: el denominado “1 x 10 del buen gobierno”, que tiene como objetivo fundamental convertir a los cinco poderes del “Estado madurista” en una gigantesca maquinaria electoral encargada de ejecutar un megafraude electoral mediante el aprovechamiento y uso delictivo de todos los recursos de ese Estado para la realización de tal propósito perverso, esto es, de sus recursos financieros (el dinero de todos los venezolanos) para hacer demagogia clientelar y practicar la compra de votos entre los sectores más empobrecidos y vulnerables de la sociedad venezolana; del aparato massmediático y del transporte de la Administración Pública y de la fuerza armada chavista (facha); la movilización de la burocracia chavista a todos sus niveles (de los ministerios, de las gobernaciones, de las alcaldías, instituciones del Estado, etc), con el propósito señalado; la aplicación del soborno y el chantaje practicados masivamente entre los trabajadores al servicio del Estado y entre los sectores más empobrecidos cuya subsistencia depende de la política social del régimen dictatorial.
A todo eso habría que añadir la contribución que desde hace tiempo viene haciéndole a los planes continuistas de la dictadura las individualidades, y los partidos de maletín, que aún aunque muchos de ellos dicen ser de “oposición”, no solo no pierden ocasión para mostrarse rabiosamente opuestos a cuanta iniciativa política provenga de la Plataforma Democrática (que para cualquier efecto es el único conjunto político-partidista que posee la fuerza y que realmente actúa como una opción política de oposición) sino que han devenido activos sembradores de desaliento, confusión y escepticismo, acerca de la posibilidad de conformar –en medio de la diversidad que hoy presenta la oposición democrática- un amplio agrupamiento de fuerzas sociales y políticas con capacidad para derrotar electoralmente a la dictadura madurista. A tal efecto han puesto a rodar todo tipo de dudas acerca de las elecciones primarias propuesta por la Plataforma Democrática, al tiempo que vienen tratando de imponer una matriz de opinión en la que las mayorías populares aparecen desencantadas de la política y en una actitud de repudio tanto del gobierno como de la oposición.
Contrariamente al contenido y a la intencionalidad política de esa matriz de opinión, lo que se percibe en el seno del pueblo venezolano en general, y particularmente entre los trabajadores, los profesionales al servicio del Estado y de los más diversos sectores populares es una gran disposición de lucha por sus derechos socioeconómicos y políticos, tal como ha venido ocurriendo durante los últimos años y ha sido registrado, entre otros estudios de opinión, por la encuestadora Delphos, bajo la dirección del profesor (UCV) Félix Seijas.
De acuerdo a la valiosa información proporcionada por esta encuestadora:
1-Al pueblo venezolano le sigue interesando la política, y mantiene su disposición a protestar y a participar en las iniciativas políticas dirigidas al logro de un cambio de gobierno.
2-El 40% del registro electoral está dispuesto a participar en las elecciones primarias organizadas por la Plataforma Democrática.
3-La mayoría quiere que regrese la situación que existía en el país antes de la llegada de Chávez y el chavismo al poder. Pero, al mismo tiempo cree, que eso no será posible con Maduro y el chavismo en el control político del país.
La Plataforma Democrática, por su parte, continúa adelantando los preparativos para la realización de las primarias, las cuales, según han informado sus organizadores, se llevaran a efecto a mediados del año entrante.
A nuestro entender, el método de las elecciones primarias es el más apropiado para tratar de resolver el difícil problema de dotar a la oposición democrática del país de una candidatura presidencial unitaria que no solo reúna mínimamente las condiciones políticas, la capacidad y el aval personal requeridos; sino que dotado de una propuesta programática que tenga como fin sacar de la crisis catastrófica en la que la ha sumido el régimen chavista, produzca 1- el efecto de activar toda la potencialidad de cambio contenida actualmente en nuestra sociedad; y 2- la derrota político-electoral de los planes continuistas de la dictadura militarista.
De suyo se comprende, la decisiva (la determinante) importancia política que reviste para la lucha por la recuperación democrática del país, la realización exitosa de las elecciones primarias promovidas por la Plataforma Democrática, de ahí el celo que debe tener el equipo coordinador de ese evento eleccionario para que el resultado que el mismo arroje sea aceptado y reconocido sin reservas por todos los partidos o fuerzas políticas que en él participen. Esto es todavía más importante tenerlo en cuenta, si se considera que lo previsible es que la dictadura militarista intente alguna maniobra dirigida a crear duda sobre la confiabilidad de sus resultados, y de esa manera dejar sin efecto dichos resultados e impedir la participación unificada de las fuerzas democráticas en la elección presidencial del año 2024.
En cuanto a que las primarias se realicen con el apoyo del CNE, y se hagan con doble vuelta, esas son cuestiones que deberá resolver el equipo coordinador teniendo en cuenta, en primer lugar, la complejidad que por sí misma implica la realización de unas elecciones con sus solas fuerzas y recursos; y en segundo lugar, la disponibilidad de tiempo. Lo mismo cabe decir, respecto a que las primarias incorporen una segunda vuelta.
En general somos de la opinión de que en esto debe operarse con el criterio de simplificar hasta donde sea posible la realización de ese evento político.