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El precio de la libertad I Opinión I Omar González Moreno

En Venezuela, la oposición al régimen de Nicolás Maduro se paga con prisión, tortura o muerte.

Omar González Moreno I Desde la clandestinidad

Ser opositor en esta nación se ha convertido en un acto de suprema valentía y peligro. Aquellos que nos atrevemos a desafiar al régimen madurista enfrentamos una brutal persecución. Los ejemplos se cuentan por millares. Entre los últimos casos destacan la detención de los miembros del Comando de Campaña de María Corina Machado, entre ellos: Henry Alviárez,  coordinador de organización y Dignora Hernández, de la dirección nacional;  Además de los directores de campaña de los estados Vargas, Yaracuy,  Trujillo y Barinas.

Son detenciones arbitrarias, más bien secuestros, ya que ni sus familiares, abogados o amigos saben de su paradero. Simplemente los desaparecen. Otros se van al exilio forzados por el constante hostigamiento por parte de las fuerzas de seguridad del régimen.

Maduro y sus cómplices han implementado una serie de estrategias para silenciar a la disidencia. Entre ellas, la persecución judicial. Los disidentes somos constantemente objeto de investigaciones y procesos judiciales arbitrarios.

Muchos somos acusados de delitos falsos como «traición a la patria», «imaginarias conspiraciones» o «instigación a la violencia». En esa situación nos encontramos otros miembros del Comando de campaña de María Corina Machado.

En mi caso, como periodista, desde que el chavismo-madurismo llego al poder he sido víctima de un acoso permanente. El régimen me ha cerrado periódicos, emisoras, programas de radio y plantas regionales de televisión. Actualmente me encuentro en la clandestinidad, pues libraron orden de aprehensión en mi contra por una falsa y supuesta conspiración.

Por lo demás, Maduro tiene un control absoluto de los medios de comunicación y también limita el acceso a internet. Las voces críticas somos censuradas y los periodistas independientes son perseguidos.

Las fuerzas de seguridad igualmente reprimen brutalmente las protestas pacíficas. Los disidentes son golpeados, arrestados y, en algunos casos, incluso asesinados. Esta es, a no dudarlo, la más cruel y espantosa tiranía que ha sufrido Venezuela en toda su historia. Una tiranía de quinta generación. Lo que la hace más brutal y peligrosa.

@omargonzalez6

El autor es periodista, escritor, profesor universitario, parlamentario, exgobernadordel estado Bolívar y miembro del Comando Nacional de Campaña de María Corina Machado.