Defender la Constitución es defender la soberanía popular, la república democrática y el cambio político
Edwin Sambrano Vidal
El régimen de facto ha recibido una quinta derrota electoral seguida. Desde la elección primaria el 22 de Octubre de 2023, cuando es electa María Corina Machado como candidata presidencial con la participación de casi 3 millones de personas, desafiando las amenazas del régimen de facto; hasta el vacío absoluto que hicieron millones de venezolanos no acatando el llamado a una falsa elección extemporánea y excluyente del 25 de mayo 2025, con la que la cúpula en el poder, pretendió sepultar la monumental victoria de la soberanía popular del 28 de julio de 2024, al elegir a Edmundo González como presidente constitucional de Venezuela más que doblando la votación y derrotando humillantemente a Nicolás Maduro. Este triunfo se produjo, no obstante, la exclusión de, al menos, 4 millones de electores dentro y fuera del país, las inhabilitaciones de María Corina Machado, Corina Yoris y de otros posibles candidatos, la ilegalización de partidos, el bloqueo de postulaciones, el obsceno ventajismo, las agresiones, persecución y encarcelamiento de cientos de personas para obstruir a la oposición constitucional en el proceso electoral.
Las otras dos derrotas son, la del referéndum sobre el Esequibo (diciembre 2023) y la consulta nacional sobre supuestas obras comunales (abril 2024). Ambas eran consultas innecesarias y se convirtieron en referéndums como maniobras políticas para tratar de lograr, desde el poder, capacidad de convocatoria y algún respaldo popular que disipara el enorme fracaso gubernamental e hiciera olvidar la enorme cantidad de violaciones a los derechos humanos cometidos todos estos años, así como la ruptura del orden constitucional al desconocer la Asamblea Nacional electa en diciembre de 2015, impedir por la fuerza el referéndum revocatorio presidencial de 2016, postergar las elecciones a gobernadores y parlamentos regionales. Además de lo anterior quieren esconder la imposición que hicieron de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) sin cumplir la exigencia de someter su procedencia a la decisión de un referéndum popular en 2017, como lo establece la Constitución en su artículo 347, la destitución de la Fiscal General de la República, el despojo a gobernadores electos por votación popular al no someterse a la espuria ANC (caso de Juan Pablo Guanipa en Zulia), el fraude electoral contra Andrés Velásquez en Bolívar e imponer una elección presidencial adelantada, sin actualizar el registro electoral y con una serie de partidos secuestrados y la inhabilitación de varios candidatos en 2018, entre otros abusos de poder.
- El grupo que está en poder usa la trampa y la fuerza, ya no les interesa la Constitución de 1999.
Después del fracaso de toda clase de artificios electorales, el régimen de facto, en su conversión en una dictadura descarada, apela al uso de la fuerza bruta, al estilo de las sangrientas dictaduras del siglo XX como la de Pinochet en Chile y Videla en Argentina y la reciente modalidad implantada por los Ortega-Murillo de Nicaragua, en tránsito hacia el establecimiento de un régimen totalitario que impida estructuralmente toda alternabilidad en el gobierno, despojando al pueblo de su soberanía, liquidando la división de poderes y otorgando facultades monárquicas al presidente tanto respecto de los recursos naturales, las finanzas, el endeudamiento y la contratación públicas, como en cuanto al manejo y control de la fuerza armada, que de la Nación pasará a ser un ejército pretoriano al estar al servicio de una casta y de la presidencia y no de la República y de la Nación venezolana.
- Quieren reformar la Constitución para suprimir la soberanía popular y avanzar hacia un Estado totalitario.
El medio para la perpetuación de la dominación es la reforma de la Constitución, además de la modificación de las leyes electorales e imponer normas que crean una fuerte discriminación política, la cual estaría avalada por la Constitución y la ley, con la creación de estamentos electorales confesionales, controlados desde un partido y una burocracia civil pero, también, militar-policial que se ha instalado en estructuras oficiales o encubiertas que manejan las riquezas nacionales, las empresas y otros entes económicos y políticos del Estado.
- Enfrentar la reforma y exigir el cumplimiento de la Constitución.
Hemos dado en el blanco al prever los propósitos de quienes ocupan el poder y hemos procedido a formular y poner en práctica una política de defensa de la Constitución de 1999, en dos vertientes: 1) el enfrentamiento de la reforma planteada y 2) la exigencia de su cumplimiento y la denuncia de sus violaciones.
En esta dirección debe construirse el mensaje, las capacidades y la organización para generar una acción cívica de carácter nacional que alcance el objetivo de preservar la Constitución de 1999, frente a la pretensión de reformarla, que logre hacer respetar la soberanía popular expresada el 28 de Julio de 2024 y que defienda el ejercicio de los derechos civiles y políticos, laborales y demás derechos sociales, económicos, culturales, ambientales y étnicos que se establecen en la Constitución y que forman parte de las conquistas del pueblo venezolano en sus luchas a través de la historia de la nación desde su independencia.
@edwinsambranov

El autor es abogado, defensor de los derechos humanos, especialista en derecho laboral y constitucional, estudios de postgrado en derecho procesal integral (UCAB), ex diputado al Congreso de la República. Integrante del “Espacio Consenso” y de la Alianza por la Soberanía y la Democracia. Miembro del Ilustre Colegio de Abogados del Estado Bolívar desde 1975.