La experiencia demuestra que una cosa es la existencia de una Constitución y otra su cumplimiento y su sostenido respeto
Gustavo Luis Carrera
La democracia puede ser declarada por una Constitución. Las primeras constituciones que ostentaron algunas características democráticas fueron la de Estados Unidos (1787-1791)), Haití (1801), Venezuela (1811), España (1812) y Francia (1848). La “Constitución Federal para los Estados de Venezuela”, aprobada el 21 de diciembre de 1811 –y de muy breve vigencia, pues cesa con la caída de la Primera República, en 1812–, iniciaba su preámbulo de esta manera: “En el nombre de Dios Todopoderoso, Nosotros, el pueblo de los Estados de Venezuela, usando de nuestra soberanía”…; y en el párrafo final, llamaban “a la vigilancia y virtudes de los padres de familia, madres, esposas y ciudadanos del Estado”; dando, por cierto, gran relevancia a la presencia de la mujer (hecho sin duda significativo, que quizás no ha sido debidamente destacado). Pero, la experiencia demuestra que una cosa es la existencia de una Constitución y otra su cumplimiento y su sostenido respeto. No es extraña la aberrante frase espetada por dictadores y mandones: “La Constitución sirve para todo”. Y cabe agregar: “inclusive para violarla”; lo cual hacen ellos permanentemente, sin pudor alguno, escondiendo su villanía ante el pueblo ingenuo.
LA DEMOCRACIA SÓLO RESULTA DEL RESPETO A LAS LEYES Y A LOS DERECHOS HUMANOS. Esta es la verdad esencial. Si la Carta Constitucional no es respetada en acatamiento de las leyes y en privilegio de los derechos humanos, de nada sirve su existencia, convertida, por la vía de los hechos en una entelequia, en una quimera. Seguramente muchos recuerdan, no con una sonrisa sino con amargura, cuántas veces ha dicho el gobierno que en este país se aprobó “la mejor constitución del mundo”; descubriendo que la ironía es un refinado arte literario oficial.
¿CUÁNDO SURGIÓ LA DEMOCRACIA EN VENEZUELA? Un gobierno puede ser liberal, sin ser demócrata; como el del general Isaías Medina Angarita (impuesto y sin autonomía de poderes). O puede declararse “socialista” y revolucionario”, o “gobierno del pueblo”, sin respetar a cabalidad los fundamentos de la democracia, como los derechos de las minorías y la separación y autonomía de los poderes públicos; tal como sucede en el caso del excesivamente prolongado sistema de gobierno continuado de un teniente coronel y un civil: Hugo Chávez-Nicolás Maduro.
Ahora bien, en el campo de las realidades, el 27 de octubre de 1946, por voluntad de una Junta de Gobierno presidida por Rómulo Betancourt, se llevan a efecto elecciones universales, directas y secretas, para elegir diputados de una Asamblea Nacional Constituyente; con participación, por primera vez, de las mujeres, los analfabetas y los mayores de 18 años. Y el 15 de diciembre de 1947 es electo Rómulo Gallegos Presidente de la República; en sufragio universal, directo y secreto. Allí nace la democracia en este país. Un hecho histórico imborrable y, por ende, inocultable.
VÁLVULA: “La siembra de la democracia, sucesivamente bajo la égida del político Rómulo Betancourt y del novelista Rómulo Gallegos, permitió, después, la trágica y heroica presencia del espíritu democrático en la liquidación de la dictadura militar perezjimenista, en 1958. Y el período siguiente, de vasta y decisiva cosecha democrática, hace posible la resistencia actual ante los crecientes asaltos para intentar liquidar la república democrática”.