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Complot de los ancianitos: ¿transición o extremaunción?

Julián Rivas: "Complot de los ancianitos: ¿transición o extremaunción?"

¿Usted cree que unos viejos son los que dirigen la conspiración? No, son los Estados Unidos, que se las da de dueño del mundo y por supuesto del Caribe


Julián Rivas 

“La estúpida vejez no es más digna de compasión que la pusilánime juventud”, nos dice Isaak E. Babel en sus Cuentos de Odessa (justamente en El rey). Lo recuerdo porque por estos días han hecho circular un pronunciamiento de cuatro ancianos, que están más allá que de acá, captados por los intereses de Estados Unidos y el gran capital, para desestabilizar a Venezuela. Apoyaron el documento golpista de Leopoldo López, María Machado y el Vámpiro Ledezma.

El que sea muy escuálido y se moleste demasiado, le recomiendo que no lea estas notas. Qué atrevimiento. Pero ya lo dijo Lenin: la política no es la acera de la avenida Nevski de San Petersburgo, limpia, pulcra y lisa. La política está llena de caminos inextricables, cenagosos, polvorientos. El que no quiera llenarse de barro ni ensuciarse de polvo que no entre en ella.

Caramba, pero esta oposición auspiciada por las agencias de inteligencia de Estados Unidos, Colombia, Israel, Alemania, España, Italia, y toda la generación de la OTAN, ha tenido que acudir a unos viejos decrépitos para que le hagan el trabajo. Es decir, solicitar que tumben al gobierno.

No dejemos por fuera a la viejita Jurate. No es mi culpa que ella sea de la CIA y su tarea sea la guerra sucia y la propaganda de guerra en la revista Zeta. “Te metiste con esa viejita”, ya me reclamarán. Sigan creyendo que se volverán creyones.

El espatillao Alberto Federico Ravell asegura que “cuatro dirigentes nacionales”, ¿de dónde, de qué? se sumaron al documento de transición golpista diseñado por Washington. Esto sí es vaina. Pero saquemos cuentas. El pavito Luis Miquilena, nació en 1919, va a cumplir 96 años. Un patiquín, Enrique Tejera Parías, también nació en 1919, y en pocos días va a cumplir 96 abriles. Pompeyo Márquez (ex Santos Yorme) nació en 1922, y muy pronto cumplirá 93 años. Finalmente el más chamito, generación menudo, Enrique Aristeguieta Gramcko, nació en 1933, por lo tanto, en mayo, mes de las burras, cumplirá 82 añitos. Si usted suma estos guarismos tendrá un total de 367 añitos, que divididos entre 4 da un promedio de 91.75 años. Sin duda, los gringos quieren que regresemos al gomecismo.

Qué puede hacer un viejo de 90 años llamando a desestabilizar Venezuela. Estos sí son unos resentidos, unos pobres enfermos. Siglos de resentimiento. Décadas de servilismo a las peores causas. Lo triste es que creen que nos pueden gobernar. Una prima de Maturín tiene una peculiar interpretación de estos señores que están a punto de llegar a la centuria. Ella con mucha devoción atendió a un suegro, casi de cien, hasta su muerte, y me confesó que no le sirivió de mucho porque a fin de cuentas se separó de su pareja: “Ay no, esos viejos cuando caminan se le salen los peos, van abriendo una carretera de peos”.

Por Dios, ¿qué va a hacer Luis Miquilena, con las patas cenizosas como zamuro que patea mondongo? Son los Estados Unidos, oiga bien, Washington, Obama, Mc Cain, Ross Letihnen, esos son nuestros enemigos. Ok, quienes se alíen a ese país de diablos son traidores a la patria. Pobres viejos. Un señor del stablishment gringo, hasta de desagradable nombre, Robert Kagan, señala:

“El mundo posterior a la Guerra Fría se ve de un modo distinto desde los autocráticos Pekin y Moscú que desde los democráticos Washington, Londres, París, Berlín o Bruselas. Para los líderes de Pekín no hace mucho tiempo la comunidad democrática internacional, encabezada por Estados Unidos, se encaró con China para imponerle sanciones económicas y un aislamiento diplomático aún más doloroso tras la represión de la Plaza de Tiannamen”. Para hacer el cuento más corto, Kagan, casado con Victoria Nuland, representante para la OTAN y portavoz de la política exterior gringa, es uno de los promotores de la invasión a Irak. Asegura que las sanciones crean “persistente sensación de inseguridad”, “un temor constante a ser señalado y a ser considerado un objetivo por parte de las potencias principales, sobre todo Estados Unidos”. Y en efecto, los gringos creen que atemorizan a todo el mundo, y los venezolanos vamos a salir corriendo. Creo que por aquí es por donde a los gringos se les descose el vestido.

Aquí no se trata de los tarifados de Washington, llámense Moisés Naim, Gustavo Tarre, José Guerra, Nitu Pérez, Luis Miquilena o Juan Vicente Gómez. Se trata de Estados Unidos. Kagan sostiene que Washington derrocó “gobiernos autocráticos” en Haití, Serbia, Panamá y otros lugares. “Las organizaciones no gubernamentales internacionales formaron a los partidos de oposición…”.

“El concepto que tienen de sí mismos los estadounidenses, esencia de su patriotismo, ha estado indisolublemente ligado a una fe en la relevancia histórica universal de su nación. Animados por esa percepción del mundo y de sí mismos, han acumulado poder e influencia y se han ido desplegando por el globo a lo largo de unos arcos cada vez más amplios y en nombre de intereses, ideales, ambiciones tanto tangibles como intangibles. Por lo que se refiere a la estrategia mundial, han optado por una ‘preponderancia de poder’ y no por un equilibrio de poder con otras naciones”, dice Kagan.

El señor Kagan en su libro “El retorno de la historia y el fin de los sueños”, muestra lo salvaje que es Estados Unidos. Domina por todos los continentes. Dice que los Estados Unidos “ha intentado llevar cambios de régimen cuando lo han considerado útil para hacer avanzar los ideales o intereses estadounidenses. Ha ignorado a las Naciones Unidas, a sus propios aliados, así como al derecho internacional cuando esas instituciones y esas normas se convertían en un obstáculo para lograr sus objetivos”.

Es decir que estos “catalizadores de cambios en los asuntos humanos”, como insiste Kagan, son los dueños del mundo. Así se lo creen. Entonces, ¿cree usted que unos viejos enfermos, o un bobo como el Henríquez o Naime, dirigentes de un pobre partido son los que conspiran? No, ellos son instrumentos. El agresor es Estados Unidos. Eso es viejo, lo admite Robert D. Kaplan en su libro “la venganza de la Geografía”, que ve al Caribe como “el Mediterráneo Americano”. Es decir, el mar caribeño es de Estados Unidos y si hay petróleo, también es de ellos. ¡Qué pena con la oposición! ¡Qué muérganos y perros!