Brasil, un país apasionado por el fútbol, con el que supo alcanzar tantas glorias, vive un creciente desencanto con el próximo Mundial que recibirá en junio.
BBCMundo.- Apenas 52% de los brasileños apoyan el evento, indicó la encuestadora Datafolha en febrero, el nivel más bajo que registra desde noviembre de 2008, cuando el respaldo llegaba a 79%.
Al mismo tiempo, los brasileños contrarios a la Copa pasaron de 10% en 2008 a 38% actualmente según la misma fuente.
Aunque el dato puede ser asombroso en el denominado «país del fútbol», los especialistas creen que hay motivos claros para ese fenómeno, desde el costo de la fiesta hasta la forma en que fue organizada.
Estas son cinco explicaciones a la desilusión de algunos brasileños con la Copa:
1) El costo
Fueron unos US$10.900 millones invertidos por el gobierno federal, los estados y las ciudades sede, de acuerdo al último balance oficial divulgado en noviembre. Es una cifra bastante superior a lo previsto: solamente en estadios, se ha gastado a veces el doble o hasta el triple que los presupuestos iniciales.
2) La presentación
El modo en que el gobierno brasileño presentó el Mundial ante la población también pudo contribuir a generar desánimo. Faltó una reivindicación clara de la utilidad del torneo por parte de las autoridades.
3) La FIFA
Las polémicas entre las autoridades brasileñas y el ente rector del fútbol por la organización del Mundial fueron constantes y alcanzaron su clímax hace un año, cuando el secretario general de la Fifa, Jerôme Valcke, dijo que Brasil necesitaba «una patada en el trasero» para acelerar la preparación del evento. El Mundial se organizó dando prioridad a los negocios.
4) Los precios
Si bien la Fifa afirma que las entradas de este Mundial son las «más baratas jamás vendidas» y los brasileños han comprado cerca de 60% de las mismas, ver en vivo a su selección es un sueño demasiado caro para muchos en este país. Una parte de la sociedad brasileña vera la Copa como un espectáculo inaccesible desde el punto de vista financiero y potencialmente negativo para sus bolsillos.
5) Los trastornos
La vida cotidiana de muchos brasileños en las ciudades sede del Mundial también fue trastocada por las obras antes de la llegada del torneo y los Juegos Olímpicos de 2016, muchas de las cuales se han dilatado en el tiempo. Las autoridades sostienen que son cambios necesarios y beneficiosas para la ciudad, pero también han causado complicaciones a miles de personas que trabajan ahí.
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