Las organizaciones políticas adscritas a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) Bandera Roja, Movimiento Laboral, Movimiento Republicano, Democracia Renovadora y Democracia Siglo XXI, rechazaron de forma categórica este jueves que Ramón Guillermo Aveledo, secretario general de la coalición opositora, se haya reunido de forma “inconsulta” con los cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas, Unasur.
El Nacional.- Pablo Medina, miembro del Movimiento Laboral aseguró que “desde el pasado 12 de febrero a la fecha, tanto la MUD, su secretario general y sus principales partidos, han guardado silencio frente a la terrible realidad venezolana ¿Quién autorizó a estos partidos a sentirse representados como dueños de la MUD y sentarse con los cancilleres para intentar negociar la protesta social, la lucha de los estudiantes y de la sociedad civil?”. Destacó además que quienes pretenden ofrecerse como mediadores en Caracas, pertenecen a los mismos países que en la Organización de Estados Americanos, OEA le negaron el derecho de palabra a la diputada de la Asamblea Nacional, María Corina Machado.
Denunció una posible “negociación” entre Henry Ramos Allup y el Partido Socialista Unido de Venezuela a través de la Internacional Socialista, organismo al que pertenecen tanto el partido oficialista como Acción Democrática. “El propósito es claro, es echarle un barril de agua a la protesta popular que ahora crece, no sólo por las razones de los estudiantes, sino por una devaluación de la moneda que empobrece aun más a la población venezolana”.
Sugirió que si los cancilleres de la Unasur quieren ayudar, deben decirle al, “Gobierno ilegal, ilegítimo, apartida e indocumentado de Nicolás Maduro que libere los presos políticos, a los estudiantes detenidos, que cesen los enjuiciamientos Express, le otorguen la libertad a Simonovis y sea expulsada la presencia cubana de Venezuela como un primer paso para buscar un puente de conversación franca”.
Recordó que las protestas en Venezuela comenzaron en la Serie del Caribe en el estado Nueva Esparta el pasado mes de enero. “Aun cuando el Gobierno tenían el control absoluto de la venta de los boletos, se produjo una pita formidable. Continuó con las protestas que se dieron en el estado Táchira hasta llegar al 12 de febrero en Caracas, y de ahí, a la situación en la que estamos en este momento, que ha dejado un lamentable saldo de 38 personas fallecidas producto de la represión, 24 de ellos con balas y la mayoría con tiros en la cabeza, algo que sólo pudo haber sido hecho por profesionales por lo preciso en los disparos”.
Anunció que en los próximos días presentarán a la Iglesia, las academias, sectores económicos, trabajadores y sectores populares un documento contentivo de una solución política basada en un gobierno de unidad nacional con la oposición y el chavismo de base pero, “Sin Maduro y sin Cabello”.