Aún cuando crecer al lado de un hermano con autismo puede ser un desafío, la mayoría de los niños sanos aprende a manejarlo muy bien. Es importante recordar que aunque tener un hermano con autismo o con alguna discapacidad, pueda ser difícil para un niño, esto no es un obstáculo imposible de superar
Julia Álvarez
Criar a un niño con autismo trae consigo una considerable carga de tensión para los padres como individuos y también para el resto de la familia. Entre las cosas más difíciles está la falta de tiempo durante el día, ya que la cantidad de tiempo involucrada en atender todas las necesidades de un miembro de la familia con autismo puede dejar a los padres con muy poco tiempo para sus otros hijos.
Estudios indican que la mayoría de hermanos y hermanas manejan estos casos muy bien, pero no significa que no encuentren algunos desafíos al momento de aprender cómo tratar a sus hermanos con autismo o con un desorden similar.
Los hermanos de niños con autismo, así como todo su grupo familiar, tendrán necesidades especiales y específicas, y aprender a manejar las expectativas y demandas de su entorno les ayudará a tener una infancia feliz y les enseñará a tener capacidad de adaptación en su vida adulta.
Estrés en los hermanos del niño con autismo
No todos los hermanos van a experimentar estas circunstancias, pero estos son algunos de los casos a considerar:
- Vergüenza ante sus amigos.
- Celos por la cantidad de tiempo que sus padres dedican a su hermano/a.
- Frustración al no poder obtener una respuesta de su hermano/a.
- Ser el blanco de comportamientos agresivos.
- Tratar de compensar por las fallas de su hermano/hermana.
- Preocupación por el estrés y sufrimiento de los padres.
- Preocupación sobre su rol en el cuidado de su hermano a futuro.
Muchas de las sugerencias provistas a continuación, son cosas que los padres pueden hacer dentro de su familia para ayudar a sus hijos a entender de qué se trata el autismo, para mejorar las interacciones entre los niños de la familia y asegurar que los hermanos y hermanas crezcan sintiendo que han recibido todo el afecto y la atención que cada individuo necesita.
Enseñarle a tus hijos sobre el autismo
Es muy importante que los niños entiendan de qué se trata el autismo. La premisa a seguir es: hay que explicárselos temprano y repetirlo a menudo. Es importante que los hijos sepan acerca del autismo y que la información que reciban sea adecuada a su edad. Desde la infancia, van a necesitar explicaciones que les permitan entender los comportamientos que les sean extraños. Para la etapa pre-escolar un simple “Carlos no sabe hablar” puede ser suficiente, mientras que para la etapa adolescente, puede ser necesaria una conversación acerca de los factores genéticos relacionados al autismo.
La clave es ajustar la cantidad de información y la naturaleza de la información a la edad y a la capacidad de entendimiento de los hijos. Por ejemplo, los niños muy pequeños se preocupan por comportamientos inusuales que puedan asustarles o confundirles. Un niño un poco más grande puede tener dudas de naturaleza más interpersonal, por ejemplo, cómo explicarle a sus amigos lo que es el autismo. Para un adolescente, estas preocupaciones pueden ser acerca de las necesidades a largo plazo de su hermano con autismo y el rol que deben cumplir ellos en su ciudad. Cada edad tiene sus necesidades y la tarea de los padres es estar atentos a las preocupaciones inmediatas de sus hijos.
Otro punto importante a recordar, es que los padres deben hablar con sus otros hijos sobre el autismo con frecuencia a medida que van creciendo. Los niños pequeños puede que repitan las palabras que escuchan decir, pero no entenderlas hasta que son un poco más grandes.
Ayuda a construir relaciones
Debido a la naturaleza del autismo, usualmente es muy difícil para un niño pequeño formar una relación satisfactoria con un hermano o hermana con autismo. Por ejemplo, sus intentos por jugar con su hermano o hermana probablemente sean rechazados o ignorados, pueden fallar constantemente por su falta de habilidades para jugar, o acabar de forma abrupta porque sus rabietas le asustan. ¿Quién querría formar un vínculo con alguien que le rechaza cuando intenta hablarle, o peor, parece irritarle que le hable? No es de sorprender que los hermanos se sientan desmotivados debido a las reacciones que reciben de sus hermanos con autismo.
La buena noticia es que a los niños pequeños se les puede enseñar habilidades simples que les ayudarán a compenetrarse con sus hermanos con autismo en interacciones de juego. Se ha descubierto que los niños pueden aprender estrategias básicas de enseñanza para ayudar a sus hermanos con autismo, como por ejemplo, asegurarse de que su hermano les presta atención, dar instrucciones simples y elogiarles cuando hacen algo bien.
Momentos Especiales
A la par de asegurarse que el niño con autismo es un miembro completamente integrado a la familia, es importante recordar que los otros niños en la familia también necesitan sentirse especiales.
Los padres deben esforzarse encontrar tiempo de forma regular para dedicarle atención a los niños sin autismo en la familia. Puede ser una noche a la semana, un sábado por la mañana o incluso algunos minutos antes de dormir cada noche. La clave es recordar que los otros niños en la familia necesitan sentir que son especiales para sus padres y esto permitirá generar una atmósfera de igualdad en el hogar.
No todo se hace en familia
Hay actividades que deberían ser compartidas por toda la familia, y existen otras que no. Aun cuando es importante apartar momentos especiales para dedicar tiempo a cada niño, también habrá algunos eventos en los que uno de los niños merezca ser el centro de atención de todos. Muchos niños resienten el hecho de tener que hacer todo con sus hermanos con autismo. De hecho, habrá momentos en los que incluso sea injusto insistir en que el niño con autismo sea incluido, por ejemplo si este no puede estarse tranquilo durante una obra escolar, entonces puede que sea mejor que permanezca en casa.
Aún cuando crecer al lado de un hermano con autismo puede ser un desafío, la mayoría de los niños sanos aprende a manejarlo muy bien. Es importante recordar que aunque tener un hermano con autismo o con alguna discapacidad, pueda ser difícil para un niño, esto no es un obstáculo imposible de superar. La mayoría de los niños manejan este reto de forma efectiva y muchos suelen responder con amor, cariño y humor más allá de sus años.