La descarada impunidad ha permitido que la delincuencia se reproduzca, como la forma más fácil de obtener dinero y poder
Tamara Suju Roa
“Prepárense para un tiempo de masacre y de muerte, si fracasara la revolución bolivariana, prepárense… pónganse las pilas todos”. – Nicolás Maduro.
Según cifras del Observatorio Venezolano Contra la Violencia, 24.980 personas fallecieron de forma violenta el año pasado, 82 por cada 100 mil habitantes, ubicando a nuestro país como el segundo mas violento del mundo. En el mes de marzo de este año, fallecieron 485 personas por hechos violentos, sólo en el Área Metropolitana de Caracas y 468 en el recién finalizado mes de mayo. 58 policías han sido asesinados al 31 de mayo, en su mayoría, para robarles el arma.
Un venezolano muere cada hora víctima de la violencia en Venezuela. El abogado y criminólogo Fermín Mármol García, dijo en una entrevista, que en Venezuela convivían más de 18 mil bandas criminales, de las cuales por lo menos 12 mil están en el delito violento, como los robos, secuestros y asesinatos. Mármol García también afirmó que de cada 100 delitos que se cometen, solo 6 son castigados, que los colectivos armados, el Frente Bolivariano de Liberación Nacional y sus distintas fracciones en Apure, Barinitas y Táchira, los sindicatos de la construcción y las mega bandas criminales de los pranes en las cárceles, son intocables.
En los últimos 15 años, los venezolanos hemos sido testigos de cómo el gobierno nacional ha promovido y protegido a estas bandas, permitiendo que se creen micro estados dentro del Estado, donde impera la ley de estos grupos, y donde los mismos organismos de seguridad tienen prohibido entrar. Las armas que se supone están controladas por el Estado, están en manos de la delincuencia, incluso las más modernas, adquiridas en el gobierno de Chávez. La descarada impunidad ha permitido que la delincuencia se reproduzca, como la forma más fácil de obtener dinero y poder, porque nadie los castiga, nadie los busca y por lo tanto, actúan a sus anchas a todo lo largo del territorio nacional. Es decir, no sólo la delincuencia organizada consigue el camino libre para actuar, sino que la amateur se cobija en la impunidad para mantener en zozobra y pánico a la población.
Además de lo anterior, el gobierno de Maduro ha fomentado la creación de nuevos grupos. Provea, ONG Venezolana en su informe anual, denunció la creación de los Comandos Populares Antigolpe, las Milicias Estudiantiles y Campesinas, las Brigadas contra los Grupos Generadores de Violencia y la Fuerza Choque de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que se suman a las Milicias Obreras —creadas en 2010— cuyo objetivo es enfrentar a sectores que protestan o disienten políticamente del gobierno. Grupos generadores de violencia para acallar el malestar social que actúan “legalmente”.
En muchas de las bandas de la delincuencia organizada, hay funcionarios de los distintos organismos de seguridad del Estado, eso explica por ejemplo casos de secuestro express donde las víctimas han sido monitoreadas y bien escogidas. El empobrecimiento de la población, es uno de los principales factores del incremento de los índices de criminalidad. Provea indicó, que si no hay cambios urgentes en las políticas del gobierno, a finales del 2015 habrá 12 millones de pobres, en un país donde los dividendos que producen los recursos petroleros y naturales, no son invertidos en el bienestar social ni en infraestructura.
Para rematar este panorama, los organismos de seguridad del estado están dedicados a perseguir a manifestantes que a lo largo del todo el país tienen más de un año protestando por las calamidades diarias que padece la población. Según cifras de Foro Penal Venezolano, más de 3700 personas han sido detenidas entre Febrero del 2014 y Mayo de 2015. 2053 de esos detenidos están siendo procesados penalmente, y 135 casos de torturas fueron registrados, denunciándose ensañamiento y crueldad especial en los jóvenes. Más de 600 personas fueron víctimas de tratos crueles, inhumanos y degradantes. Provea registró 1032 heridos en el marco de éstas protestas.
Nos preguntamos entonces, cuáles el significado exacto de las palabras pronunciadas por Maduro. Masacre y muerte es lo que ha padecido el pueblo venezolano, entre el hampa y la persecución política. A qué se refiere cuando dice ¿“prepárense”? Porque los venezolanos decentes podríamos presumir que la intención es alertar a sus radicales para un enfrentamiento civil, donde sólo un lado está armado y es justamente el gobierno nacional y sus bandas identificadas, a las que se suman los grupos criminales que han hecho del delito una fuente fácil para obtener ganancia, gracias a la impunidad. ¿Podríamos entonces presumir que la impunidad y la permisividad de grupos civiles armados es política de estado?
La violencia atrae violencia. Quien siembra odio, cosecha tempestades. La ciudadanía está como volcán a punto de hacer erupción. Aguanta callada hasta ahora, la humillación de hacer colas para obtener alimentos según su número de cédula, que la delincuencia le mate a los hijos, a los esposos, a las madres, a los padres y el gobierno sólo se vanaglorie por detener a los presuntos culpables de la muerte de Serra, uno entre ciento de venezolanos asesinados. La población observa cómo el gobierno en vez de atender la emergencia sanitaria y la crisis por la escasez de medicinas, se ocupa de fabricarle expedientes a quienes disienten, de perseguir a los periodistas y medios de comunicación, de hacer pataletas porque expresidentes exigen liberar a los presos políticos, y sobre todo, como pierden el tiempo que deben emplear en gobernar, en montar circos de TV para seguir haciéndose propaganda, y tratar de remontar en las encuestas, que no le dan más del 15%. El tiempo de los shows terminó. Las consecuencias del desgobierno, de la corrupción y del despilfarro, les está tocando la puerta a marrazos.