Mientras dure la tregua no es probable que veamos a Diosdado Cabello en ninguna lista negra de Estados Unidos. La sorpresa de la reunión no fue ni siquiera la foto oficial sino la presencia de Cabello en el encuentro
Humberto González Briceño
La reunión de alto nivel entre Venezuela y los Estados Unidos en Haití el sábado 13 de junio no debió ser motivo de sorpresa para nadie. Se trataba de la tercera de una serie que ya había iniciado el Consejero del Departamento de Estado de los EEUU Thomas Shannon semanas anteriores en Venezuela con miras a normalizar la comunicación entre ambos países.
La sorpresa de la reunión no fue ni siquiera la foto oficial sino la presencia de Diosdado Cabello en el encuentro como parte de la comisión que representaba a Venezuela. En algún momento el presidente Nicolás Maduro delegó en manos de Cabello la misión de trabajar en el restablecimiento de las relaciones con los EEUU. Encargo que hasta ahora había pasado desapercibido.
Los voceros más prolíficos del discurso antimperialista, conversando en un tono manso y conciliador con un representante del oprobioso imperio norteamericano.
Pero a la luz de reportajes publicados en la prensa norteamericana, citando fuentes del propio gobierno, que involucran a Diosdado Cabello como jefe del «Cartel de Los Soles» lo último que se podía imaginar era su participación en una reunión de alto nivel con el Consejero del Departamento de Estado de los EEUU Thomas Shannon.
Para el gobierno es vital negociar una tregua con uno de sus peores enemigos: Estados Unidos.
La búsqueda afanosa del dialogo con los EEUU
El gobierno venezolano tiene muchos frentes de batalla abiertos. A la crisis económica y política se suman las denuncias de represión política y violaciones a los derechos humanos. Resolver esos frentes en lo interno y externo cuanto antes es clave para mantenerse en el poder.
Aunque las relaciones entre Venezuela y los Estados Unidos no se restablezcan por completo en lo que queda de año, para el gobierno venezolano es muy importante la negociación. Al menos da la apariencia que está trabajando en algo, aunque los resultados sean difusos.
Lo vital para el gobierno es ganar tiempo y llegar con vida política a las elecciones. En otras palabras es vital negociar una tregua con uno de sus peores enemigos: los Estados Unidos.
Para la oposición, la mediación internacional podría traer algunas garantías.
Lo que gana cada quien
Este cese al fuego no declarado, pero acordado, no cancela las investigaciones abiertas en contra de funcionarios venezolanos en los EEUU. Ni la tregua va a lograr la liberación de los presos políticos, al menos antes de las elecciones. Esos temas no son negociables para ambos países.
Pero algunas cosas pueden intercambiar ambos países para cubrir las formalidades. Estados Unidos por ejemplo podría esperar hasta después de las elecciones para aplicar mas medidas contra funcionarios investigados del gobierno de Venezuela. El pretexto sería que estas investigaciones son complejas y se necesita tiempo para documentarlas.
Por otra parte, es difícil pensar que Venezuela libere a los presos políticos o se abstenga de continuar con la represión política. Pero es probable que, como resultado de esta tregua política Venezuela acepte la observación internacional en las elecciones parlamentarias. Esto ayudaría a mejorar la maltrecha imagen que el gobierno tiene a nivel internacional.
Esa concesión vista en perspectiva encaja perfectamente en la estrategia de los EEUU de tratar de mantener a Venezuela sujeta al cumplimiento de acuerdos y tratados internacionales. Es mucho más fácil para los Estados Unidos controlar y reducir la influencia de Venezuela en la medida en que esta acepte voluntariamente la intermediación de organismos como la OEA.
Para la oposición política venezolana, que lucha en condiciones de desigualdad, la mediación internacional podría traer algunas garantías que hasta ahora estaban negadas. Por ejemplo, la presencia de observadores internacionales en las elecciones parlamentarias podría inhibir los esfuerzos del régimen para abusar de su poder y modificar el resultado electoral. Por alguna razón el gobierno siempre ha sido renuente en aceptar ninguna observación internacional que no sea la de sus aliados.
La reunión de Haití: No hay espacios para las casualidades ni las coincidencias.
El significado de la foto
La foto oficial de la reunión en Haití muestra sonrientes al Consejero del Departamento de Estado Thomas Shannon con la Canciller Delcy Rodriguez y el presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello. Esa foto confirma que Cabello es el hombre más poderoso del régimen después de Nicolás Maduro. Pero además los Estados Unidos de manera oficial le reconoce ese estatus al aprobar su participación oficial en una reunión de ese calibre. Todo fríamente calculado. Aquí no hay espacios para las casualidades ni las coincidencias.
¿Como quedan las investigaciones de la DEA y el Departamento de Justicia? Seguirán su curso y el tiempo dirá si surgen suficientes pruebas para incriminar a Diosdado Cabello. Mientras dure la tregua y las investigaciones siguen su curso no es probable que veamos a Diosdado Cabello en ninguna lista negra de los EEUU.
Esta es una victoria mediática muy importante para gobierno, que pone en entredicho los señalamientos hechos contra Cabello en los reportajes de El País, el ABC y el Wall Street Journal. Aunque los efectos de esta jugada duren hasta diciembre, los beneficios para el régimen son inmediatos y evidentes.
Ahora los voceros del régimen claman con mas fuerza que las acusaciones contra Cabello solo fueron una campaña orquestada por la derecha mediática. Pero las investigaciones en los Estados Unidos seguirán su curso. Y ellos lo saben.
La sorpresa de la reunión no fue ni siquiera la foto oficial sino la presencia de Cabello, como parte de la comisión que representaba a Venezuela
La imagen disonante
Además de la foto oficial hubo otras que no fueron enviadas a los medios, pero que fueron publicadas en la página oficial de la Cancillería. Estas fotos han circulado ampliamente en internet y quizás ya no tenga sentido eliminarlas. Una de ellas muestra en una pose muy dócil y amable a la Canciller Delcy Rodríguez y al propio Diosdado Cabello hablando con Thomas Shannon.
Quién lo dijera, los voceros mas prolíficos del discurso antimperialista ahora conversando en un tono manso y conciliador con un representante del oprobioso imperio norteamericano.
Las reuniones de alto nivel con los Estados Unidos y esta imagen en especial le han creado al gobierno una disonancia muy importante con su base. Cuesta explicar a la base chavista por qué Venezuela busca afanosamente un dialogo con los Estados Unidos luego de los estridentes discursos antimperialistas. No es fácil reconciliar la imagen de una Delcy Rodríguez y un Diosdado Cabello mirando a Shannon con ojos de piedad en la cabeza de chavistas, acostumbrados al discurso violento y desafiante.
El régimen será juzgado en las urnas no por el tono de su discurso antimperialista, sino por el caos económico y el colapso social
Los próximos seis meses son decisivos
Los militares más que nadie entienden de los beneficios de una tregua en la guerra. Es un momento que se aprovecha para la recuperación y el reagrupamiento. Y eso es precisamente lo que logra el gobierno al mantener vivas las negociaciones con los EEUU. Seis meses de un alto al fuego y después de las elecciones se verá.
Mientras tanto el gobierno se podrá enfocar mas en los asuntos domésticos, que hoy lucen fuera de control, y menos en su confrontación con los EEUU.
Porque en definitiva el régimen será juzgado en las urnas no por el tono de su discurso antimperialista sino por el caos económico y el colapso social que no ha podido resolver en 15 años. Y en esa guerra declarada no hay tregua.