El Gobierno de Guyana aseguró a la compañía petrolera estadounidense Exxon Mobil que puede continuar su exploración en las aguas en controversia sin temer a que se vean afectadas por las tensas relaciones diplomáticas que este país mantiene con Venezuela
EFE
El presidente de Guyana, David Granger, dijo en un comunicado difundido ayer que se ha reunido con representantes de la empresa para expresarles el respaldo de su Gobierno a sus operaciones en un territorio que, según dijo, es exclusivamente guyanés.
Granger se refirió así a la disputa diplomática que mantiene con el Gobierno de Nicolás Maduro, que emitió un decreto a finales de mayo declarando la soberanía venezolana sobre las aguas de la costa del Esequibo.
El mandatario indicó en el comunicado que la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad del Caribe (Caricom) han sido informadas de esta controversia.
Además, adelantó que informará personalmente de esta disputa a los líderes de los 15 países miembros de Caricom en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno que la organización regional celebrará entre el 2 y el 4 de julio en Barbados. Granger señala que es “la peor intromisión en la soberanía de Guyana”.
“Es una afrenta a la nación que choca con el derecho marítimo interno”, al tiempo que “va completamente en contra de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar”, dijo el mandatario.
La reacción de Guyana es producto del Decreto 1787 firmado por Venezuela en mayo.
Antes de emitir el decreto, Venezuela había escrito en dos ocasiones a la filial local de la petrolera Exxon Mobil pidiéndole que se abstuviera de explorar los recursos petroleros en el área. En ambas ocasiones, el Gobierno de Guyana emitió fuertes objeciones.
Venezuela considera “nulo e írrito” el laudo de 1899, y hace un llamamiento al Gobierno de Guyana “a mantenerse en el marco normativo del Acuerdo de Ginebra”, que establece que las zonas territoriales en disputa no se deben explotar.