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La mayoría de los venezolanos no está interesada en lo que ofrece la oposición

Ni-ni

La oposición podría ganar las parlamentarias, pero la situación presenta una oportunidad de oro para un liderazgo independiente


Redacción La Razón

La web de la revista estadounidense independiente Foreing Policy publica este 20 de agosto un artículo de Juan Cristóbal Nagel, profesor de economía en la Universidad de los Andes en Santigo de Chile, titulado «Venezuela’s Opposition has 2 Big Problems».

En el texto el editor del blog de política venezolana Caracas Chronicles y co autor del libro Blogging The Revolution asegura que a pesar de que la oposición lleva la ventaja en las encuestas por el repudio a la mala gestión del presidente Nicolás Maduro, la mayoría de los venezolanos no se siente representada por su liderazgo ni por sus mensajes. Nagel destaca que es la oportunidad de oro para el nacimiento de un liderazgo independiente.

Puede leer más abajo una versión de su artículo traducida al español por el equipo de La Razón.

En poco menos de tres meses, los venezolanos irán a las urnas para elegir a una nueva Asamblea Nacional. Con una economía en caída libre, una inflación de tres dígitos, y el crimen haciendo de las suyas, no es una sorpresa que la oposición al gobierno de Nicolás Maduro lleve entre 20 y 30 puntos de ventaja, dependiendo a quién se le pregunte.

Se creería entonces que los principales voceros de la oposición estén confiados por una próxima victoria. Pero, de hecho, hay mucha ansiedad entre sus filas.

Hay muchas razones que lo explican. Los expertos apuntan a números alarmantes de las últimas encuestas, que señalan que el apoyo que tienen los partidos históricamente conocidos como de oposición está muy lejos de ser sólido. Los seguidores de la oposición están a la expectativa porque creen que los líderes de dichos partidos serán acosados por un sistema judicial que está en manos del gobierno.

Para muchos el gobierno hará todo lo que tenga a su alcance para derrotar a sus oponentes. Sin embargo, a pesar de lo que pueda o no hacer el gobierno, el mayor miedo de quienes confían en la oposición es que se pierdan las elecciones por cuenta propia.

La derrota de la oposición es tan palpable para algunos que hace unos días Bloomberg abrió con un titular que advertía que la oposición podría «arrancar la derrota de las fauces de la victoria».

La realidad es que los números del gobierno de maduro son terribles. 87% de los venezolanos creen que la situación del país es mala, en contraste con el 46% que lo pensaba en 2013 cuando Maduro asumió el poder, según datos de Datanálisis. 60% de los venezolanos culpa a la gestión de maduro por sus pesares y el apoyo al Presidente apenas roza el 24%, con 78% que se proclaman como «independientes» y desaprueban su mandato.

[quote_center]30% de los venezolanos se identifica como ni ni y 11% asegura que votaría por candidatos independientes[/quote_center]

Nicolás Maduro no aparecerá en los tarjetones electorales, pero su gestión ha erosionado el apoyo a los candidatos del Psuv. De acuerdo a la misma encuesta, la oposición sacaría cerca de 20 puntos de ventaja. Entre los posibles votantes la diferencia asciende a 31%, apenas 26% de los que dicen que votarían lo harán por el gobierno.

Afortunadamente para Maduro sus rivales tienen mucho peso en sus alas. La oposición tiene dos grandes problemas. Primero, a los venezolanos no les gusta su liderazgo y, segundo, no habla de lo que la gente quiere que hable.

Cerca de 50% de los venezolanos ve a Leopoldo López y a Henrique Capriles, los principales líderes de la oposición, como desfavorables para el país.

Para muchos de sus seguidores esto podría parecer injusto, pues López es visto por ellos como la víctima más prominente del régimen y Capriles ha construido un nicho como la voz moderada dentro de la oposición.

Sin embargo, estas características no les han hecho ganar más seguidores. A la mayor parte de los votantes que se auto denominan como independientes no les gustan ninguno de los dos líderes. Capriles ha hecho un intento persistente de cortejar a los votantes leales a los ideales de Hugo Chávez, pero su índice de aprobación en ese segmento es un vergonzoso 3,9 por ciento.

[quote_center]A la mayor parte de los votantes que se auto denominan como independientes no les gustan ninguno de los dos líderes[/quote_center]

En estos números no hay casualidades, han sido así por meses. Sugieren que la mayoría de los venezolanos no está interesada en lo que ofrece la oposición, que votaría por sus líderes más como una reacción al impopular gobierno de Maduro y que porque creen en ellos.

Los venezolanos claramente desean que el gobierno de Maduro termine. No creen que el presidente tenga respuestas para sus problemas. De acuerdo a la misma encuesta, 68% de los ciudadanos quieren que la gestión de Maduro termine antes de 2016, tres años antes de que termine su período constitucional.

No obstante, pocos dentro de la oposición están discutiendo este hecho. Los candidatos opositores a la Asamblea Nacional prometen que usarán su mayoría para investigar los casos de corrupción o para hacer el mercado laboral más flexible.

Aunque se trata de asuntos importantes, la gente sabe que el problema es Maduro. Si no se va, nada mejorará. A pesar de esto, no hay consenso en cómo deberían usarse los poderes constitucionales para ponerle fin al desastroso mandato del «Presidente obrero». Tal como lo aseguró una fuente dentro de la Mesa de la Unidad, «no hay consenso sobre lo que haremos si ganamos la Asamblea Nacional».

La oposición podría ganar en este momento, pero la situación presenta una oportunidad de oro para un liderazgo independiente. 30% de los venezolanos se identifica como ni ni y 11% asegura que votaría por candidatos independientes.

[quote_center]Tal como lo aseguró una fuente dentro de la Mesa de la Unidad, «no hay consenso sobre lo que haremos si ganamos la Asamblea Nacional»[/quote_center]

El liderazgo de la MUD podría vivir para contarlo, pero sus mensajes y mensajeros deben cambiar. A menos de que la oposición comience a responder a los intereses de los votantes y haga algo sobre los ominosos números negativos de sus líderes, la victoria de este diciembre -que debería ocurrir- vendrá con una fecha de expiración.