Si usted siente como que esto ya lo ha vivido, pues, no se equivoca. En la década de 1990 el costo de la vida era inaguantable para una familia trabajadora. Los precios por las nubes hacían imposible llenar el carrito. Fue una época dura de una inflación de hasta tres dígitos. Una locura
Hoy la sensación es muy parecida. El dinero no alcanza. Veamos: el kilo de leche regulado sube en un 52%. En general los ajustes de los productos es entre 26,5% y 158,5% en Mercal. Sí, en Mercal. La cesta básica, según cifras del Cendas, está en torno a los 10 mil bolívares al mes. 101,7% más que en marzo de 2013. Casi nada. A la inflación se le une la escasez, que es del 31%. Conseguir leche en polvo, sardinas enlatadas, pollo regulado, carne de res a precio regulado, azúcar, aceite de maíz, queso es una tarea complicada. El venezolano debe sortear mil dificultades para llevar la comida a su mesa. Y la mala noticia es que algunos expertos pronostican que la cosa no va a mejorar pronto.
El pueblo tendrá que seguir sacrificándose. El deterioro de la situación económica hace prever el desgaste de un modelo, con su consecuente ruptura, como también pasó en los años noventa. En aquella oportunidad, el quiebre se produjo en las urnas, con la elección de Hugo Chávezen 1998.
Hoy esa posibilidad luce remota y la crisis se apresura. El Gobierno debe rectificar, sincerarse, admitir que el rumbo ha sido equivocado. Y a partir de allí convocar a todos los sectores. Cualquier otra cosa es el adiós. EDE