Residentes de la región de Pará soportan olores nauseabundos y contaminación en pozos de agua, mientras que los responsables podrían enfrentar acciones legales y la paralización de sus activos
Redacción La Razón
El pasado 6 de octubre un barco con 5.000 vacas compradas por Venezuela se hundió en el muelle de Vila Do Conde (al noreste de Brasil). Los primeros días posteriores al naufragio los residentes de la región comieron de la carne que lograron recoger en el muelle, pero dos semanas después sufren la podredumbre de los cadáveres que quedaron varados en sus playas.
Descuartizaron algunas de las vacas que no se ahogaron en pleno puerto y se las llevaron a sus casas, mismas que hoy deben mantener con puertas y ventanas cerradas para evitar el hedor procedente del ganado muerto.
El cargamento pertenecía a la multinacional Minerva Foods, con sede en Barretos, Sao Paulo. Llevaba ganado bovino de la raza Haidar que partía para Venezuela, pero toda la carga se perdió luego del hundimiento.
Tomó más de una semana para que los restos bovinos fueran retirados de las orillas del río Amazonas, pero los daños siguen perjudicando la vida en el municipio de Barcarena. Los habitantes comenzaron a asistir a centros de salud con dolores de cabeza, de estómago y problemas de alimentación.
Las complicaciones comenzaron cuando se rompió la barrera de contención que aislaba la zona donde se hundió el barco. Esto produjo que se derramaran 700.000 litros de combustible y que las reses muertas llegaran hasta las playas de las localidades cercanas.
Un anciano de más de 80 años pasa todo el día con una máscara en su rostro para no sentir el olor del agua que ha sido contaminada por ganado muerto. «Siento el dolor de cabeza y dolor en mis piernas», dijo al canal de televisión Rede Liberal, afiliado a la Rede o Globo de Brasil.
Con miedo de usar el agua de los pozos, la gente compra agua embotellada para llevar a cabo las tareas domésticas sencillas. Mientras otro grupo de residentes ha decidido abandonar sus casas hasta no se solucione el problema.
Estas familias afectadas recibirán ayuda del gobierno federal para reducir el daño ambiental causado por el accidente. El ministerio de Puertos y la directiva de “Companhia Docas do Pará”, una de las empresas locales involucradas, anunciaron que se distribuirán 5.000 canastas básicas de alimentos a las familias, quienes también recibirán una beca de un salario mínimo hasta que el problema se resuelva.
Se desconoce el estatus del negocio
Minerva Foods, la compañía que le vendió el ganado a Venezuela, es una de las principales empresas de carne de Brasil. En el primer trimestre de 2015 enviaron a Venezuela 99 millones de dólares en exportaciones. En el segundo trimestre las compras representaron 153,16 millones de dólares.
Según datos de la Asociación Brasileña de Frigoríficos, Venezuela es uno de los principales clientes del mercado de carne vacuna brasileña. En el mes de septiembre los envíos aumentaron en 80%, pasando a ser transportadas 11.640 toneladas.
El gobierno venezolano no se ha pronunciado ante el incidente del naufragio y no se sabe en qué medida puedan impactar en la disponibilidad de carne en el país.
El envío que se hundió había sido pagado por anticipado en su totalidad y, aunque cuenta con un seguro de protección, aún no se ha realizado ningún tipo de reposición por parte de las empresas.
Las ventas registradas desde Minerva Foods incluyen fundamentalmente cortes de carnes congeladas, pero también animales vivos. Venezuela es su segundo cliente más grande luego de Rusia, destaca en varias noticias el canal brasilero Rede Liberal.
La carne es distribuida en las cadenas estatales de comida y pretende llenar el déficit de proteínas que existe en el país. Aunque ya se han visto productos vacunos con etiqueta brasileña en mal estado siendo ofrecidos a consumidores venezolanos.
Consecuencias Legales
El Ministerio Público del Estado de Pará presentó una demanda solicitando la retención de los activos de todos los acusados del hundimiento del navío en Barcarena, incluyendo a Companhia Docas do Pará, Minerva Foods y la Agencia Marítima Mundial.
La compañía Minerva aclara que es también una parte lesionada en el accidente y dice que aunque hay seguros y otros procedimientos para la carga después de la entrega al propietario, toda responsabilidad civil o penal pasa a ser del contratista para el transporte fluvial y marítimo.
En una reunión en la Asamblea Legislativa del Estado se decidió que algunos de los animales muertos serán enterrados en una zona a 20 kilometros de Barcarena y el resto también será sepultado pero corresponderá su ejecución a la empresa del muelle, de acuerdo a lo reseñado en el portal de Rede Liberal. Además se pidió la colocación de una manta especial para proteger las aguas subterráneas de estos lugares donde serán enterrados el ganado.
Aun se realizan investigaciones para determinar si fue el peso de la carga transportada o un hueco en el casco del buque lo que causó el evento. La Capitanía de Puertos en Brasil informó que en los próximos 90 días culminará la investigación oficial.