Volver a escuchar, tal como lo hemos denunciado, que el Sistema Judicial es una cañería de la boca de Franklin Nieves ha sido casi nauseabundo
Tamara Suju Roa
Así es como debemos sentirnos todos los venezolanos demócratas, luego de la confesión que hiciera el fiscal Franklin Nieves en el conocido programa de TV de Fernando del Rincón, transmitido por CNN en Español. Porque, a pesar de que por años hemos denunciado la cañería en la que se ha convertido el sistema judicial venezolano, y como se ha sometido para ser el brazo ejecutor de la persecución política tramada desde el gobierno, primero con Hugo Chávez y ahora con Nicolás Maduro, volverlo a escuchar de la boca de uno de los que se convirtieron en verdugos de la oposición y disidencia venezolana —aunque ahora haya pedido perdón al pueblo venezolano— ha sido casi nauseabundo.
Nieves no solo describió como se había conjurado paso a paso el encarcelamiento del líder del partido político Voluntad Popular, sino que además describió la cadena de mando que ordenó la ejecución del plan. Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Luisa Ortega Díaz, Yoel Espinoza, Nelson Mejía, general de brigada Manuel Bernal, juez 16 de Control Relenis Tovar, Narda Sanabria, entre otros. El fiscal cuenta cómo en el Sebin de la Plaza Venezuela inventaron los hechos por los que solicitaron la orden de aprehensión, sin ningún tipo de sustento, para acusar a Leopoldo López. Más adelante en la entrevista dijo cómo los fiscales asignados al caso —incluyéndolo a él— comenzaron a tomar declaraciones de supuestos “testigos” a los que llamaron para que dijeran lo que previamente estaba acordado para acusar al líder de Voluntad Popular.
Nieves se convierte entonces en otro de los verdugos de los venezolanos demócratas que sale al exterior a contar cómo la justicia venezolana se ha transformado en el instrumento de persecución del régimen que ya tiene 16 años en el poder. No podemos olvidar, por ejemplo, las confesiones del exmagistrado Eladio Aponte Aponte, quien fuera expresidente de la sala de casación penal del TSJ, y que en el año 2012 huyó del país a EEUU y allí acusó a Chávez de darle a jueces y magistrados “directrices de acuerdo al panorama político y de llamarle para manipular casos judiciales”. También declaró que, tanto la fiscal general Luisa Ortega Díaz como la presidente para aquel entonces del TSJ, Luisa Estela Morales, lo llamaban para manipular múltiples casos y le ordenaban buscar al juez “idóneo” para procesarlos. Entre los casos emblemáticos de persecución que sucedieron mientras Aponte Aponte fungió como magistrado están: el caso de Rolando, Otoniel y Juan Guevara, los comisarios y policías metropolitanos sentenciados por los hechos del 11 de abril del 2002 , el caso del capitán Otto Gebauer, el encarcelamiento del general Francisco Usón, el caso del comisario José “Mazuco” Sánchez, el de Guillermo Zuloaga, el del general Ovidio Poggioli y el caso conocido como “los paracachitos”, el de la persecución contra la periodista Patricia Poleo, la persecución contra Enrique Mendoza, entre otros.
Otro de los pájaros cantores fue el exmagistrado Luis Velásquez Alvaray, que huyó a Costa Rica y habló desde allá sobre la putrefacción del sistema judicial, el narcotráfico y la supuesta presencia de la guerrilla colombiana en el país. Señaló a altos funcionarios del gobierno como los autores intelectuales del asesinato del fiscal Danilo Anderson, habló de la banda de los “Enanos”, que opera en el sistema judicial y su relación con bandas criminales, dijo además que el encarcelamiento de los comisarios Iván Simonovis, Henry Vivas y Lázaro Forero fue una orden directa del gobierno, y que también desde el ejecutivo se dio la orden directa para apresar a Manuel Rosales.
Es importante recordar que aún después de estas confesiones, los policías metropolitanos por el caso 11 de abril siguen presos, los comisarios bajo medidas humanitarias por enfermedad, los Guevara continúan en el Helicoide, a pesar de incluso haber cumplido el tiempo de la pena que establece el Código Procesal Penal para obtener las medidas sustitutivas que la Ley ordena, y así, decenas de casos de venezolanos acusados y perseguidos, que siguen siendo victimas de la tiranía que hoy gobierna a nuestro país y de su brazo ejecutor, eso que mientan “Sistema Judicial”.
Para finalizar, solo nos queda preguntarnos, cual será la reacción de los gobiernos demócratas del mundo. En especial el de los latinoamericanos, algunos hasta hace poco silentes y otros que aún hoy siguen siendo cómplices, ante las declaraciones del fiscal, que hasta ayer fue parte del aparato represor venezolano, y quien confesó cómo los gánsteres de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial de nuestro país, han violado sistemáticamente los derechos humanos de miles de venezolanos. Venezuela hoy está en la mira de quienes en el mundo están dedicados a defender los valores de la democracia y los derechos humanos, y la aplicación de una justicia imparcial y apolítica es la autopista que nos llevará mas pronto que tarde al verdadero Estado de Derecho en nuestro país.