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Indignación popular

El presidente Nicolás Maduro cree que “la cosa” está buena, o al menos eso dice. Lo tienen envuelto en mentiras, porque en la calle la indignación popular es mayúscula por el alto costo de la vida (inflación), la criminal inseguridad, y la pestilente corrupción de los enriquecidos pudrimillonarios de las mafias chavistas

El directorio del Banco Central de Venezuela (BCV), con el ricachón Merentes a la cabeza, se dio su tiempo para soltar las cifras de marzo/2014: 4,1 puntos porcentuales de inflación, sólo en el tercer mes del año en curso; y 59,4% en los últimos doce meses. Pero en alimentos, el salto fue de 6,1% en el mes y 79,2% en un año, destrozando los presupuestos familiares de las clases medias y los sectores populares.

El primero de mayo próximo, entra en vigencia el aumento de pasajes interurbanos (40% aprox.), marcador para los incrementos de tarifas urbanas. Y los corruptos chavistas, súper felices con sus gigantescas fortunas mal habidas, principal factor distorsionador de la economía.

Si, como se está discutiendo, entran progresivamente en la escena económica y social los aumentos de gasolina, electricidad, telefonía y aseo urbano, en cascada, nada ni nadie podrá impedir una espiral hiperinflacionaria, que podría dejar pálida la marca histórica de 103% de inflación, que registró el país en 1996. Imaginemos el resto de los acontecimientos.

El colapso económico por inflación, desabastecimiento y caída en la producción es directamente proporcional al grado asqueroso de corrupción que heredó Maduro de Chávez. ¿Cómo enderezar entuertos económicos, sin perseguir penalmente a los pudrimillonarios chavistas? Por eso, el discurso del presidente Maduro tiene piernas muy cortas.

El confesionario

LA DEA estadounidense posee, junto con el FBI y la CIA, suficiente información sobre las descomunales riquezas acumuladas por las mafias financieras chavistas. La DEA estaría haciendo su trabajo de captación de estos pillos y pillas que han pulverizado el bolívar y destrozado nuestra economía, bajo amenaza de persecución penal internacional por legitimación de capitales. Familias enteras andan temblando, así como los integrantes de las redes de testaferros, junto a algunos “jefes” de la “revolución bolivariana”.

POBRE PAÍS: “Antonio Morales, Kalil Mayed y el chino Ferrer están en la recta final con los casos más ´gordos´ que va dejando la actual gestión en la Fiscalía General de la República. Conjuntamente con Nelson Mejías, Alejandro Castillo, Abelardo Rodríguez y Joel Espinoza, no dejan en paz a los procesados: las altas comisiones en dólares (entre 5 y 10 millones de dólares, por imputado) para una entrevista en Campo Alegre, en casa de Antonio Morales, con LOD, incluyen al pollo Carvajal, quien también está en las extorsiones. Los más afectados son los banqueros residentes en el exterior, los cuales están a punto de ponerse a derecho, bajo promesa de medidas cautelares». Los fiscales honestos, que los hay, están desmoralizados y “asqueados”.

MAYED es el “agente financiero de LOD, y tiene sus operaciones con el ´Chino´, en Francia: una empresa portuaria y de seguros, que actualmente es dirigida por la hija de Ferrer”. Estiman que “la fortuna de estos extorsionadores supera los US$ 500 millones. Morales y Ferrer son los brazos ejecutores, amparados y protegidos por Carvajal y la mismísima aspirante frustrada a la repetición en el cargo”.

LA LISTA DE EXTORSIONADOS ES LARGA: , pero se sabe que han “bajado de la mula” al presidente del Banco Nacional de Crédito (BNC), con 4 millones de dólares; también, a los socios de Eligio Cedeño; los de Econoinvest “pagaron mucho” para que les devolvieran Seguros Carabobo, después de que los interventores hicieron su “agosto”. Han pasado por los tentáculos de esta mafia, apellidos tan sonoros como Castillo Bozo, Hernández Toro, Berrizbeitia, entre otros propietarios o ex propietarios de bancos y casas de bolsa.

NO LOGRAN CONTROLAR EL DÓLAR PARALELO: “Asignan divisas a los empresarios a través de Sicad I y Sicad II, pero después no les depositan, y les desbloquean al mes los recursos, sin explicaciones. Esta modalidad es realizada únicamente a través del Banco de Venezuela, cuyo tesorero es Juan Carlos Luján, presidente del Banco Industrial de Venezuela”. Problema base es que los dólares a Bs. 6,30 (Cencoex, antes Cadivi) tampoco fluyen, como lo han prometido los altos representantes financieros del gobierno.

MANUEL ISIDRO MOLINA

Ex presidente del Colegio Nacional de Periodistas de Venezuela, licenciado en Comunicación Social (UCV), especialista en Ciencias Políticas (USB) y asesor en análisis de entorno político y social.