Las vidas de Juan Miguel De Sousa, Lorent Gómez Saleh, y Gabriel Valles trascurren ante la negación de sus derechos en La Tumba
Mauren Morillo
Nuevamente «La Tumba” así llamado el Sebin de Plaza Venezuela en Caracas. Lugar de reclusión de los Presos Políticos: Juan Miguel De Sousa, Gabriel Valles y Lorent Gómez Saleh, a quienes se les negó las visitas de sus familiares y de sus abogados defensores, por más de ocho días. “La Tumba” así apodada por quienes la han visitado, es una cárcel, bajo la dirección del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional.
Un recorrido relatado por uno de sus visitantes, nos demuestra porque la llaman “La Tumba”:
Un día de visita: llegas al Sebin de Plaza Venezuela. Te identificas, si tienes un familiar: hijo, hermano y/o esposo, de lo contrario no puedes entrar. Pasas la reja de la calle, llegas a un detector de metales. Funcionarios de guardia chequean todo, quitan provisionalmente la cédula de identidad, en recepción y, dan un carné de visita. Esperas el custodio, y ambos, arriban a un ascensor, manejado por el mismo custodio. Se bajan cinco pisos, las celdas están a más de 10 metros de profundidad.
Sigue. Se entra a una sala, nuevamente chequean y toman todo lo que llevas: libros, comida etc. Un funcionario, supervisor, decide qué entra y que no. Las mujeres van al baño de damas para ser inspeccionadas e igual a los hombres, en el baño correspondiente. Otro detector de metales. Se cruza otra puerta de metal como de alta seguridad, muy gruesa y, con una ventanilla de vidrio espejo. Los funcionarios ven todo, la visita solo su reflejo. Cámaras por todas partes.
Y…sigue…se entra a un salón grande con todas las paredes blancas, muebles negros, mesa con seis sillas, un televisor, máquina de hacer ejercicio. Los presos solo pueden usarlos si son autorizados y, por supuesto, si son sacados de sus celdas. A esa profundidad no se escucha nada del exterior, solo el sonido del metro subterráneo en su labor diaria. El frío es intenso, amerita abrigarse permanentemente.
ESTÁS EN LA TUMBA
Se han cruzado cinco puertas de alta seguridad para poder visitar los familiares que se encuentran detenidos. No hay ninguna privacidad a ninguna hora del día. Así pasan el tiempo De Sousa, Valles y Gomez Saleh, sin saber cuándo es de día o de noche. Enterrados en vida. El único contacto con el mundo exterior son sus familiares y sus abogados, contacto negado por más de ocho días este mes.
“La Tumba” denunciada en muchas oportunidades, salió a la calle el 25 de enero 2015 con testimonios de los padres de los detenidos y convirtieron los hechos en denuncia, traspasando fronteras, quedando al descubierto las condiciones de reclusión del Sebin de Plaza Venezuela, en Caracas. Infraestructura cuyo destino originario era una entidad bancaria, luego expropiada y entregada al Sebin. Las bóvedas, ahora convertidas en celdas, con camas de cementos.
Las vidas de Juan Miguel De Sousa, Lorent Gómez Saleh, y Gabriel Valles trascurren ante la negación de sus derechos consagrados en la Constitución de la República, Tratados y Convenios Internacionales. Se les niega el debido proceso, tomar sol, lo que les ha originado problemas de piel, de vista y el entumecimiento en todo el cuerpo por la falta de actividad física. Son ciudadanos que se van consumiendo, mantenidos en pie alimentados por la idea de libertad y democracia.
Andrés Pastrana, ex mandatario de Colombia señalo: “Me hablaron de ‘La Tumba’ que es donde tienen detenidos a estudiantes. No es la Venezuela que hemos conocido”.
Sebastián Piñera, ex presidente de Chile indignado: “No es posible que en Venezuela haya una cárcel llamada ‘La Tumba’, donde se violan derechos humanos”.
La autora es parte de la Red de Apoyo DDHH Vente Venezuela, miembro de la Alianza para la Libertad de los Presos Políticos