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Consumo de medicamentos cayó 35% en 2015

La industria farmacéutica nacional produce el 63,2% de todos los medicamentos que se consumen en el país y actualmente tienen materia prima hasta abril. De unas 1.500 moléculas (principios activos) existentes, hoy se consiguen no más de 150, asegura Cavedro, lo que se traduce en una escasez de 85%. Laboratorios despachan a las droguerías menos del 50% del total solicitado


Patricia Marcano

De los 700 millones de unidades de medicamentos que se consumieron en el país durante 2014, la Cámara Venezolana de Droguerías (Cavedro) registró una caída de 35% en 2015, año en el cual el consumo llegó a 500 millones de unidades. Y según estimaciones realizadas por esta cámara para 2016, si la escasez continúa como está actualmente, el consumo de medicamentos no superará los 350 millones de unidades y la baja será de 50% entre 2014 y 2016, asegura el presidente de Cavedro, Rómulo Pisani.

La caída de esos millones de unidades de fármacos serían los números fríos de una situación “realmente dramática” que están viviendo los venezolanos en su búsqueda diaria de medicinas, señala el representante de las droguerías.

Explica que esos millones de unidades consumidas son, en realidad, pocos fármacos, porque la cantidad de moléculas o principios activos que existían en el país se han reducido y hoy solo se dispone del 15%, el 85% restante no lo hay. De las 1.500 moléculas en promedio que hay en el país se consiguen no más de 150, indicó Pisani.

Lo preocupante de esto, dice, es la calidad de esos pocos medicamentos que se han estado consumiendo, pues como la molécula indicada no se consigue lo que se está vendiendo en las farmacias son los equivalentes o parecidos, pero hay patologías de las que no hay nada, ni el más parecido, por ello asegura que “hay enfermedades que no están siendo tratadas de ninguna manera”.

Sin opciones

Pisani participó el 4 de febrero el un foro organizado por la Facultad de Farmacia de la UCV, llamado “La crisis del medicamento en Venezuela”, donde presentó la realidad actual de las droguerías, que son las encargadas de recibir los medicamentos de parte de los laboratorios, fabricantes e importadores y distribuirlos a las farmacias.

Informó que de los pedidos mensuales que realizan, los laboratorios les despachan menos de 50% y en algunos casos el 10% o 15% de lo solicitado. Por ello los inventarios de las droguerías tienen mercancía para no más de 5 o 7 días, aunque siempre van rotando los productos.

1 por 6.000 habitantes

Cavedro informó que en Latinoamérica existen en promedio 1 farmacia por cada 3.000 habitantes. Venezuela, después de Chile, es el segundo país que menos farmacias tiene, con un promedio de 1 por cada 6.000 habitantes.

En Distrito Capital existe 1 por cada 9.000; en Guárico 1 por cada 16.000 personas y en Apure 1 por cada 19.000 habitantes. “No es cierto que aquí tengamos muchas farmacias”, indicó Rómulo Pisani.

Sobre las grandes cadenas (Locatel y Farmatodo) precisó que ambas tienen 220 puntos de venta en el país, atendiendo a 27% de la población, mientras que las farmacias tradicionales reúnen 3.200 puntos y cubren a la mayoría de los venezolanos.

Sin embargo hay una “distorsión en la distribución” pues a las 220 tiendas envían más medicamentos que a las 3.200.

“Hoy me llega losartán, mañana enalapril, y así va, rotando. Pero a veces en esos 5 días de inventario hay pura levotiroxina, eso quiere decir que los pacientes tiroideos están salvados pero ¿y los demás? ¿El asmático se fregó, el diabético se fregó, el hipertenso se fregó?. Esto no puede ser tratado así”, reclama Pisani.

Eso también se refleja en la cantidad de fármacos que reciben, pues a veces les llegan 3.000 cajas de un medicamento y deben distribuirlas a 800 farmacias en la zona oeste de Caracas. Lo que llega a las farmacias es muy poco. Para Cavedro, la escasez productos farmacéuticos en general ya llegó a 90%.

El desabastecimiento también se ha complicado con los precios congelados de medicamentos esenciales desde 2003. Pisani precisó que existen 524 productos que cuestan menos de 15 bolívares, otros 785 que se venden a un precio que no sobrepasa los 50 bolívares y 1.056 medicamentos que no superan los 100 bolívares.

Sobre esto, el presidente de la Cámara de la Industria Farmacéutica (Cifar), Tito López, informó que el ajuste de esos precios tiene tiempo en discusión y que ya hay algo aprobado en la espera de ser firmado. Señaló que el rezago es importante y afecta varios márgenes del sector. “No puede ser que una botella de agua mineral te valga más que un captopril o un losartán potásico cuando estos requieren muchos más insumos y carga de fabricación”.

Industria nacional a la mitad

Los pocos medicamentos que se están consiguiendo en farmacias provienen de algunas importaciones que se están haciendo. Rómulo Pisani, de Cavedro, indica que a los laboratorios les están dando algo de dólares y con eso las casas comerciales mandan algunos productos; otros son producidos por la industria nacional con la poca materia prima que tienen.

El presidente de Cifar, Tito López, precisó que las industrias farmacéuticas venezolanas tienen materia prima hasta abril, por ello esperan que en las semanas que restan se tomen correctivos y pueda reactivarse el aparato productivo de este sector.

De hecho, informó que el jueves 4 de febrero Cifar y Canamega (Cámara Nacional de Medicamentos Genéricos y Afines) entregaron una propuesta al ministro de Industria y Comercio, Miguel Pérez Abad, donde plantean el pago de 30% de la deuda que mantienen el Gobierno con ellos.

Ácido fólico de China

En la producción de algunos fármacos los agremiados a Cifar han hallado nuevos obstáculos. Tito López comenta que en el país había empresas que importaban materias primas para vendérselas a la industria nacional y que por las deudas les han cerrado las líneas de crédito en el exterior.

Por ello Cifar ha tenido que buscar en el exterior esas materias primas que antes no compraban en Venezuela pero les han negado, en varios casos, los certificados de no producción nacional (Cnpn).

“Nos preguntan por qué ahora estamos comprando ese producto afuera si antes no lo hacíamos, y justamente la respuesta es que los oferentes en Venezuela no tienen el producto”, relata.

Uno de esos es el ácido fólico, que lo compraban en Venezuela y ahora han tenido que recurrir a empresas de China. “Se nos ha puesto cuesta arriba conseguir el ácido fólico”.

A todo el sector farmacéutico le deben 6.000 millones de dólares y solo a Cifar 632 millones de dólares; en el caso de esta cámara la deuda más vieja es de 2012 y tienen retrasos de hasta 449 días en los pagos.

De aprobarse esa propuesta (esperan recibir respuestas después de Carnaval), ese 30% del pago estaría destinado a los proveedores de materias primas. No obstante, López aclara que será necesario que el Estado haga una lista de los productos esenciales que se necesitan actualmente para que la producción comience con esos medicamentos, así como con los crónicos.

“Si trabajamos al máximo yo calculo que en 60 o 90 días tendríamos esos medicamentos listos para la gente. Igual creo que hay que hacer compras de productos terminados a empresas serias y responsables” para subsanar las fallas existentes.

De hecho, aclaró que en Venezuela no hay plantas de fármacos hormonales. “El 100% de estos medicamentos, como los anticonceptivos y todos los derivados hormonales, así como algunos de uso crónico, tienen que ser importados”.

Cifar y Canamega producen 63,2% de todas las unidades de medicamentos que se consumen en el país, por lo que ese pago de 30% elevaría el estándar de fabricación por encima del 60% y 70%, pues actualmente la industria nacional produce a 50% de su capacidad por la falla de insumos, materias primas y repuestos, informó López.

Cavedro: Escasez de principios activos es de 85% y la de productos farmacéuticos en general llegó a 90%

El resto del mercado lo cubren las empresas afiliadas a la Cámara Venezolana del Medicamento (Caveme), que son las trasnacionales, las cuales tienen que seguir importando los productos que no se fabrican en el país y los indicados para enfermedades catastróficas, indicó el presidente de Cifar, quien también asistió al foro en la Facultad de Farmacia de la UCV.

“Aquí todas las cámaras son importantes, Cifar, Canamega, Caveme, Cavedro y Camesip, que es la Cámara de medicamentos sin prescripción, y lo que buscamos es sinergia porque se trata de la salud de los venezolanos”, agregó.

Para el presidente de Cavedro, el foco de la crisis está en esa deuda de 6 millardos de dólares, que llevó a las casas matrices a disminuir los envíos de materias primas al país. Ese recorte comenzó a verse en octubre de 2014 y hoy, asegura Pisani, no están llegando ni productos terminados ni materia prima.

“Hasta que no paguen esa deuda los productos no van a aparecer. Lo peor es que no estamos viendo solución ni siquiera a mediano plazo”, sostuvo Pisani.


Medicamentos ilícitos

El exdecano de la Facultad de Farmacia, Orlando Vizcarrondo, alertó que el desabastecimiento y desespero de la gente por conseguir sus medicinas promueven los ilícitos farmacéuticos. Explicó que hay casos de venta de muestras médicas, algo totalmente irregular, y contrabando involuntario de fármacos cuando se hacen pedidos al exterior o envíos dentro del país.

Con las donaciones se corre el riesgo de recibir productos adulterados, falsos, robados, dañados por el proceso de manipulación y traslado incorrectos, y otros vencidos que pueden ser enviados en empaques modificados para ocultar su caducidad.

Vizcarrondo recordó que ningún medicamento puede tomarse después de la fecha de vencimiento porque los fármacos sufren cambios lentos que hacen que pierdan eficacia o que aparezcan nuevos compuestos derivados de su interacción con los excipientes y con el ambiente. “Todos los medicamentos vencidos pueden causar problemas para la salud”.

También alertó sobre el peligro de no tomar el medicamento indicado, de sustituirlo por otro y de cambiar las dosis pues dejan de tener el efecto esperado, citando el ejemplo de personas que deciden tomar los antihipertensivos un día sí y otro no para rendirlos o porque consiguen dosis más altas; y de la distribución de medicinas traídas del exterior que se saltan los canales de regulación y no reciben el registro sanitario, violando así la Ley del Medicamento. «El Instituto Nacional de Higiene hace liberaciones de lote, indicando que son productos de servicio, y con eso no pasan por los controles»


Si quieres contactar al autor de esta historia, escribe a: patricia@larazon.net