El secretario de la Unasur, Ernesto Samper, y el expresidente dominicano, Leonel Fernández, ofrecieron un balance sobre la situación económica venezolana. Ambos rechazaron las agresiones de las que fue víctima el diputado de la MUD, Julio Borges
Gabriela González
Los expresidentes Ernesto Samper y Leonel Fernandez, de visita en el país como parte de las gestiones para un diálogo entre oposición y gobierno que lleva adelante la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), ofrecieron un breve balance de la agenda que llevan a cabo en el proceso de diálogo entro el gobierno y la oposición.
El secretario de la Unasur se encargó de responder el tema político, fijando una posición mucho más beligerante que el exjefe de gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero. «En el diálogo no se pueden poner condiciones sobre temas que, precisamente, deben estar en la mesa», dijo Samper.
«Sin fecha del revocatorio este año, no hay diálogo», manifestó el expresidente colombiano como respuesta a la demanda que hace la oposición de realizar el referendo revocatorio este año.
Para Samper Venezuela no debe cometer el mismo error de Colombia de esperar mucho tiempo para entender que la respuesta era «sentarse a dialogar». El antiguo mandatario utilizó el paralelismo de un país que lleva 60 años en una lucha armada con la guerrilla y el paramilitarismo.
A su juicio, y bajo la perspectiva de otros mediadores como Rodríguez Zapatero, el problema que vive Venezuela debe ser resuelto por los venezolanos.
Aunque Samper considera legítimo el referendo revocatorio por estar en la Constitución, difiere con la oposición porque asegura que «el diálogo y el revocatorio no son temas temas excluyentes. Perfectamente pueden ir de la mano».
Agregó que el tema del diálogo no es una concesión que hace la oposición al gobierno o viceversa. En todo caso se trata de «una concesión que hacen ambos al pueblo para lograr la estabilidad», precisó.
Resulta interesante resaltar que la visita de los expresidentes, la de Samper sobre todo, coincidiera con el anuncio formal de la fecha y procedimiento para la validación del 1%. Una casualidad que el propio Samper «celebra».
Propuestas solidarias
En un tono mucho más parco y «neutral», el encargado de llevar las conversaciones económicas, el expresidente dominicano Leonel Fernández hizo un repaso sobre su reunión con el vicepresidente Aristóbulo Istúriz y sobre el informe que se le entregará al presidente Maduro.
El documento, realizado por un grupo de economistas de la Unasur que plantea dar un «clima de confianza» al país y así activar la producción económica.
La propuesta de Unasur
Una de las primeras acciones recomendadas es sincerar la tasa de cambio para llegar a un sistema único. Esto, según Fernández, no implicaría una devaluación, debido a que con una tasa única y sincerada algunos productos subirán de precios pero otros bajarán.
Frente al aumento de algunos productos, los economistas de Unasur proponen:
- Una política de «compensación social». Debe existir un subsidio directo al consumidor, sobre todo, al de menores ingresos. Este «subsidio» se daría bajo la figura de una «Tarjeta de Solidaridad», a través de la que se pueda acceder a bienes y servicios que no estén fijados a la tasa única. El monto de esta tarjeta sería el doble del salario mínimo.
- Subir el salario mínimo.
- Necesidad de abastecimiento inmediato de alimentos y medicinas.
Los detalles técnicos de estas propuestas serán resueltos entre el equipo de economistas de la Unasur y del equipo del gobierno. No obstante, el exmandatario dominicano dejó claro que para que sea eficaz la tarjeta de solidaridad y tenga credibilidad, no puede ser excluyente y discriminatoria. «No puede tener tinte político. Es fundamental que sea transparente», puntualizó al respecto.
En relación al canal humanitario, pese a que no fue abordado en estas reuniones, para Fernández, encargado del aérea económica por Unasur, el tema está claro: «No se puede generar una estabilidad productiva a base de donaciones».
Para Fernández, muy próximo al gobierno de Hugo Chávez en el pasado, la estabilidad macroeconómica es el norte. Una vez alcanzada, todo «comenzará a fluir», destacó.
El expresidente dominicano explicó que Venezuela no tiene problemas de insolvencia porque siempre ha pagado a tiempo. Bajo su perspectiva el problema es de liquidez por la baja en los precios del petróleo y las distorsiones en algunos indicadores.
No obstante el informe, que no contó con la participación de los sectores privados del país aún cuando Fernández señaló que el gobierno se reúne con sectores productivos «continuamente», no responde a cómo se financiará el subsidio de la «tarjeta de solidaridad», entendiendo que Venezuela lleva seis meses bajo un decreto de emergencia económica.
El tema de la refinanciación a proveedores y productores extranjeros tampoco fue abordado en el documento, aunque —extraoficialmente— es un tema que plantearán. Otro punto que se pasó por alto es la posibilidad de la reducción de subsidios internacionales por parte del país. Así como no se aclaró en cuánto tiempo se llegaría a esta «tasa única» que proponen.
Aún cuando Fernández reiteró que Venezuela, pese a tener índices de alto riesgo, no ha dejado de pagar deuda internacional, hay que recordar que mientras ha pagado deudas a organismos ha dejado de saldar las deudas con proveedores extranjeros.
Hace dos semanas, dos aerolíneas se sumaron al grupo que deja de operar en el país por incumplimiento de pago y dificultad de repatriar sus ingresos. El gobierno nacional lleva cerca de seis años sin honrar cabalmente las deudas a este sector.