Álvaro Silva Calderón: «Deben crearse fondos con la renta petrolera»

La situación petrolera mundial es verdaderamente compleja y se debe a una especie de desarmonía entre la razón y la metodología aplicada por algunos. La energía mundial es suministrada por los hidrocarburos y los países grandes pudieron desarrollarse porque contaron con energía barata. Durante 70 años hubo estabilidad en los precios bajos del petróleo y luego de una revisión se entendió que los mismos no eran razonables, por tanto, se produjo una elevación importante.

Se pensó que la economía mundial se beneficiaba de esos precios muy bajos pero era necesario darle peso a la materia prima y también al componente energético y, por ende, debía tener un precio razonable. Esto era necesario para garantizar lo que aspiran los productores y los consumidores: seguridad energética.

La seguridad energética es lo que más piden los países desarrollados y es el flujo continuo de petróleo a precios que se puedan pagar y permitan atender los requerimientos sociales, económicos y de inversión de los países productores y, de esta manera, lograr la tranquilidad social que, al fin y al cabo, es lo que garantiza el suministro.

El mundo había asimilado el barril a 100 dólares, lo hizo sin traumas y la economía continuó funcionando. Se despertó entonces el entusiasmo y todos querían producir más petróleo. Fueron incorporaron nuevos actores y después Estados Unidos, el más grande consumidor de hidrocarburos, apareció con la idea del fracking e introduce un volumen repentino de producción. En cuatro años incorporó casi un millón de barriles diarios. Esto causó un desbalance y el quiebre de precios del año 2014 hasta llegar al derrumbe violento. La demanda no creció porque después de la crisis financiera de 2008 la economía no ha tenido la misma aceleración. Frente a esta sobreproducción y la participación de nuevos actores es necesario que los productores lleguen a un entendimiento.

No solo influye la oferta y la demanda sino los elementos políticos, mercantiles, económicos y especulativos. También los elementos de carácter bélico y ahora casi todos los países quieren tener almacenamientos estratégicos de crudo, como en el caso de China. El problema es realmente complejo y los pronósticos no se pueden tomar con una certeza matemática. Lo racional es mantener un mercado equilibrado y eso no está pasando.

“Frente a esta sobreproducción es necesario lograr un entendimiento”

Deben crearse fondos con recursos de la renta petrolera para enfrentar las oscilaciones en los precios que hoy están afectando a la economía nacional. Noruega, por ejemplo, tiene un fondo donde guarda parte de sus ingresos petroleros y es considerado como una garantía para las generaciones futuras de esa nación.

En Venezuela, desde hace años se viene hablando de sembrar el petróleo, un eslogan aplaudido por todos pero poco practicado. Ojalá que estos golpes que estamos llevando en la economía nos concienticen para planificar y cumplir planes con el petróleo. Es necesario recordar que esta masa de dinero no viene precisamente del trabajo, es un obsequio de la naturaleza. Por tanto, debemos guardar forzosamente en ese fondo una parte para que nos sirva de garantía.

«tenemos que buscar la manera de lograr una producción distinta para garantizar las divisas»

Solo hemos sido un país extractor de petróleo, y ahora tenemos que buscar la manera de lograr una producción distinta para garantizar las divisas necesarias para importar no todo pero sí lo complementario. Debemos darnos cuenta de que el petróleo no puede cubrir todo como ha venido sucediendo desde hace casi 100 años. Nosotros tratamos el tema petrolero como un servicio público muy regulado por el Estado. Hay que poner énfasis en la creación de fondos para las épocas de las vacas flacas, esto es algo que siempre se ha dicho pero nunca se hace, por el contrario, nos consumimos todas las divisas

Arabia Saudita, que tiene enormes reservas de petróleo y una gran producción, está ahora en un plan de moverse hacia otro tipo de economía: hace inversiones en su economía interna y está trazado en un objetivo de diversificación.

La caída de los precios y el hecho de que el petróleo venezolano requiere tecnología y financiamiento por supuesto son factores que influyen en toda la estructura de la empresa. Pdvsa fue manejada como una empresa privada solo para producir ganancias y sin interés de otros requerimientos. Luego vino un cambio para colocarla al servicio de la sociedad. La meritocracia se resistió a la nueva política del Estado y fue cuando utilizaron a Pdvsa como un instrumento político. La llevaron no a una huelga de los trabajadores por mejoras en su contrato colectivo, sino a un paro político con el objetivo de tumbar al Gobierno.

Son un esfuerzo para atraer tecnología, capitales y para diversificar los actores, porque no se puede depender de un solo inversor y un solo consumidor, que en este caso era Estados Unidos. Ya existe una presencia plural en la industria, quizás no se han visto los efectos de manera inmediata pero debemos comprender que se trata de inversiones a largo plazo.

El petróleo ha sido determinante para la economía nacional. Lo que pasa allí, afecta todo; cualquier trastorno con el petróleo, trastorna la economía nacional.

Allí hay de todo. Quizás alguien se aproveche del malestar económico para generar escándalo, para maniobrar con ello o para criticar al Gobierno. Eso es un sistema de guerra. Intervienen allí también los factores perturbadores del mercado tales como la especulación y el acaparamiento.

Hay una inquietud muy grande con respecto a ese tema. No hay propiamente carencias aunque sí escasez. No se puede tener, por ejemplo, todo el café que uno tenía antes. Hay también un problema de distribución y, por supuesto, esas colas son terribles.

Pensé que el mundo se había concientizado de que el valor de la energía no debía ser el de décadas atrás sino los precios anteriores a los actuales. Sin embargo, hay que buscar un precio razonable para continuar garantizando la producción y el suministro.

«Generaciones futuras pensarán que estábamos locos al quemar una sustancia tan valiosa cuando de ella podíamos conseguir medicinas, vestidos y vivienda»

En los países productores la gasolina es un producto altamente subsidiado, aunque en Venezuela se ha acortado un poco pero todavía sigue estando muy subsidiado. Hay que pensar en menos carros y más transporte colectivo para reducir el consumo, por ejemplo. Dicen los expertos que las generaciones futuras pensarán que estábamos medio locos porque quemábamos una sustancia tan valiosa para calentarnos y transportarnos cuando de ella podíamos conseguir medicinas, alimentos, vestidos y vivienda. Es necesario un cambio de vida y de modelo.

Es necesario tener solidaridad internacional. No se concibe en la civilización actual que al lado de un país rico, próspero y cuya gente esté disfrutando, esté un pueblo muriéndose de hambre. Se puede ser generoso si existen las posibilidades, pero el día que no se pueda entonces hay que ajustar y revisar los convenios.

Son energías que no están en suficiente volumen. Algunos han dicho que en vez de estar buscando combustibles alternativos, busquemos nuevas alternativas de vida. Por ejemplo, no bañarse con agua caliente, en fin, hay que cambiar la conducta frente al hidrocarburo y la energía en general.

«las reglas para la extracción tienen que ser muy claras»

Venezuela tiene un enorme potencial minero. Hemos afirmado en los foros internacionales que nuestro país tiene todos los recursos mineros que el mundo necesita ahora. Tenemos aluminio, oro, coltán, y debemos buscar una manera para explotar toda esa riqueza. No me atrevo a opinar sobre el Arco Minero porque no conozco cuál sea el objetivo. Pero, lo cierto es que allí hay que poner orden porque esa actividad se ha desordenado de tal manera que está en riesgo la soberanía y el medio ambiente. Por supuesto, las reglas para la extracción tienen que ser muy claras y lo fundamental es atender el sector minero porque de allí se pueden obtener ingresos para el país.

El secretario general de la OEA no ha actuado de acuerdo a las atribuciones e imparcialidad que se exige para ese cargo. La Carta se diseñó más para otros escenarios tales como el golpe de Estado directo. En Venezuela hay problemas, luchas por el poder y guarimbas pero están siendo manejadas. Hay países en peores circunstancias que Venezuela. La OEA, por su parte, no está en sus mejores condiciones de credibilidad, es un organismo bastante cuestionado y fue por ello que se creó la Celac. En Venezuela debemos procurar condiciones adecuadas para el diálogo, esa debe ser la forma para solucionar.

 No creo que estemos a esos niveles. Hay un problema económico y de seriedad administrativa. Es posible llegar a una solución con el tema de las medicinas, donde la situación es más severa. Debemos trabajar con el sector farmacéutico nacional e internacional pero con una política firme al respecto.

No creo. Lo que hay ahorita en Venezuela no se puede comparar a lo que se vivió en otras épocas. Hoy existen estándares de vida diferentes. Es verdad que hay dificultades para conseguir alimentos pero no hambre ni desnutrición.

«no entiendo por qué la oposición no lo solicitó a tiempo»

El revocatorio está en la Constitución pero no entiendo por qué la oposición no lo solicitó a tiempo. Pienso que no se dieron cuenta que el período comenzó cuando Chávez inició su nuevo mandato y no cuando Maduro lo continuó.

Me siento bastante bien de salud, duermo bien. Trabajo en la computadora hasta las 2 de la mañana, monto bicicleta, corto la grama y cuido un huerto que tengo en el jardín.

Fueron años difíciles porque tuvimos que estar en medio de la zona del bombardeo en Iraq, mi esposa estuvo a punto de quedarse viuda varias veces. En esa secretaría lo que había era trabajo.

Sí.

Sí, muy amigo mío. Era una excelente persona, era economista y un excelente profesional, trabajó bastante tiempo en la Corporación Venezolana de Fomento. Era un hombre recto, políticamente de una conducta vertical y honesto, muy desprendido. Los dos trabajamos en la secretaría general del MEP en Caracas.

No creo en eso.