La corrupción, el desempleo, la honda brecha que separa a ricos y pobres, el caos de los servicios públicos y la impopularidad del actual presidente golpean al CNA
Por Augusto Figueroa
Lamentablemente pocas veces nos ocupamos de África, continente con el que compartimos realidades y problemas comunes. Ejemplo, la pobreza, ocupamos los primeros lugares en el mundo. Sea propicia esta oportunidad para hacerlo. Este miércoles Sudáfrica ha realizado elecciones. Las primeras sin Nelson Mandela, el viejo y carismático líder que desaparecido en diciembre; el héroe de la liberación y la lucha contra la discriminación racial que culminó hace treinta años.
Después de una transición de diez años de unificación en un proceso altamente complejo pudo unir negros y blancos para establecer el sistema universal de votación. Su partido, el Congreso Nacional Africano (CNA), ha ganado todos los comicios consecutivamente. El del 7 de mayo fue el quinto. No hay resultados oficiales. Pero todas las previsiones anunciaban que obtendría la victoria. Aunque esta vez la ausencia de Madiba, la corrupción, el desempleo, la honda brecha que separa a ricos y pobres, el caos de los servicios públicos y la impopularidad del actual presidente Jacob Zuma provocarán una caída de los dos tercios por ciento de 2009 a 55 % de los votos.
Represión de la protesta
Las protestas en los guetos y la represión de los mineros del platino provocó la masacre en las minas de Marikuna con más de 30 muertos. La condena de los opositores, incluida del cardenal Desmond Tutu, que exclamó su desazón: “Estoy contento de que Madiba no haya tenido que ver todo esto”. Para colmo Zuma puso la perla a la corona de la corrupción utilizando 23 millones de dólares del Estado en la remodelación de su casa privada en la que vive con sus cinco mujeres. Zuma es de la etnia zulú que practica la poligamia. Participó junto con Mandela la lucha contra el racismo y estuvo siete años en prisión. Pero es tal su desprestigio que fue abucheado en los funerales del ex presidente.
El partido opositor Alianza Democrática que obtuvo 17 % de los votos en anteriores elecciones de 2009, se prevé que esta vez alcance el 23 %. Está formado casi exclusivamente por blancos y de no incorporar a sus filas a etnias africanas u otras minorías le será cuesta arriba ganar elecciones fuera de los espacios habitados mayoritariamente por blancos en el sureste del país, un total de nueve departamentos.. Ha logrado algunos avances al incorporar el 72 % de los mestizos y el 78 de los descendientes de descendientes de los emigrados de la India.
Populismo radical
El partido populista y radical del disidente Julius Malema, ex dirigente de la juventud del CNA, fue expulsado en 2012 y ha formado su propio movimiento Lucha por la Libertad Económica (LLE). Reivindica el racismo y acusa a la alianza antiapartheid del CNA y AD como culpables de la crisis que vive el país. Arremete contra las ONG que luchan por la igualdad de derechos de la mujer. Promueve la entrega de la tierra en poder de los granjeros blancos como lo ha hecho Robert Mugabe en Zimbabue.
Malema es multimillonario y con un juicio por estafa y lavado de dinero, es llamado “el Chávez Africano” que de ganar “convertiría a Sudáfrica en una nueva Venezuela”, según el ex primer ministro Frederick De Klerk (entrevistado por Xavier Fernández en “El Mundo”), ganador con Mandela del Premio Nobel de la Paz por el acuerdo contra el racismo y la formación de la coalición que garantizó la gobernabilidad hasta ahora.
Malema atrae los titulares con su mensaje radical y extremista dirigido a los sectores más pobres del país, exalta con su oratoria cargada de pugnacidad y su discurso mesiánico ha causado gran impacto en la población descontenta por los resultados de la administración en los últimos años. Solo la imagen y el carisma de Mandela mantienen aun vigente el apoyo mayoritario de los sudafricanos que consideran como “una traición votar por los opositores” (Marta Rodríguez en “El País”).
Fatal nuevo mandato de Zuma
Pero este ícono podría desmoronarse para los comicios de 2019 si se llega a reelegir en el parlamente a Jacob Zuma para un nuevo mandato. El nuevo partido de Malema y los fundados por otros disidentes del CNA como las dirigentes Hellen Zille, periodista y Marphele Ramphele, vinculadas al líder histórico Steve Biko. Zille denunció su asesinato y Ramphele fue su pareja y madre de sus hijos. Hastiadas de corrupción e ineficacia del régimen han fundado el nuevo partido Agang.
Hay fuerzas organizadas en la sociedad sudafricana como los sindicatos y empresarios, clase media, entre otros movimientos sociales que pueden emerger en un futuro cercano y favorecer el proceso democrático.
Sudáfrica que emergió como la primera economía de África en esta década. Se integró a Brasil, Rusia, India y China como potencias emergentes, ha sido desplazada estos días por Nigeria que ha elevado su crecimiento económico a $ 510.000 millones. Aunque los sudafricanos siguen a la cabeza del continente en infraestructura e igualdad de ingresos.
Cifra
23 Millones de dólares de arcas del Estado costó la remodelación de la casa privada del presidente Jacob Zuma, en la que vive con sus cinco mujeres.