“La inflación se comió las prestaciones sociales, cajas de ahorro, y las utilidades. Ningún trabajador asalariado tiene capacidad para ahorrar”, explica el sindicalista Orlando Chirino (Socialismo y Libertad y C-Cura)
Carlos Díaz
“El salario está pulverizado, fue destruido totalmente por el Gobierno”, afirma Orlando Chirino, miembro del comité ejecutivo del partido Socialismo y Libertad y coordinador nacional del movimiento C-Cura, en entrevista con “La Razón”.
“Nadie vive del salario real porque el salario integral —que nombra el Gobierno— es una farsa. Los trabajadores perdieron el poder de compra, cualquier cosa vale 5, 6 y 7 mil bolívares”, agrega. “Cómo puede vivir la gente si el 70 % del salario es el ticket de alimentación. Esto es una total aberración y nada tiene que ver con el socialismo, es lo peor del capitalismo”.
A los petroleros la Tarjeta Electrónica de Alimentación se les incrementó a 140 mil bolívares mientras su salario se quedó en 40 mil, destaca. “Qué va a pasar con los trabajadores cuando se jubilen, cuánto van a cobrar, porque los tickets de alimentación no tienen incidencia en las prestaciones sociales, vacaciones y utilidades”.
Acota que esta es la crisis económica más brutal que está enfrentando la clase trabajadora desde hace sesenta años. “La necesidad más inmediata es que la gente quiere comer, tener trabajo estable, digno y decente”, afirma. “Además de alimentos, los trabajadores tampoco consiguen medicinas porque los precios de los productos han sido dolarizados y eso demuestra que estamos en presencia de un Gobierno fraudulento, antiobrero e indolente”.
“Hay una catástrofe laboral y social que no conmueve a los burócratas y parásitos del Gobierno. Son millonarios y cínicos que han sido puestos allí para defender a la oligarquía chavista”, señala.
“La gente se está muriendo por falta de alimentos y de medicinas, porque no consigue nada”, recalca. “Apenas si se puede comer una vez al día. La gente ha perdido peso corporal y coloquialmente la ha llamado ‘la dieta de Maduro’. Es un desastre total y los sindicalistas tenemos que reflexionar sobre esto que está pasando en el país”.
“DESTRUYERON A LAS EMPRESAS BÁSICAS”
“Es tal la crisis que empresas públicas y también privadas están mandando a los trabajadores para su casa. Es el caso de los petroleros, los cementeros y obreros de Sidor en donde en 2013, con el delincuente mayor de José Meléndez, firmaron a escondidas de los trabajadores una contratación colectiva que nunca aplicaron. Porque destruyeron las empresas básicas, le metieron mentiras a la gente”.
“El Gobierno cocina todas estas políticas en algo que llaman Consejo Nacional de Economía Productiva. Allí está la mayoría de los patronos y una burocracia sindical que tiene muchos años que nos sometieron a la voluntad de los trabajadores. Allí es donde se bate el cobre y de donde sale el paquete económico que está aplicando el gobierno”, señala.
Indica que los aumentos de salario mínimo que han sido decretados solo benefician al 20 % de la población económicamente activa y esta medida la decide sin la participación de los demás sectores del país.
“La inflación también se comió las prestaciones sociales, cajas de ahorro, y las utilidades. Ningún trabajador asalariado tiene capacidad para ahorrar, y si ahorra también se devalúa al día siguiente porque los precios suben constantemente”.
Por su parte, en empresas tales como Ford, Chrysler y Polar —y con la venia de las inspectorías del trabajo— están aplicando la suspensión del salario y solo disfrute de los tickets de alimentación. “Están aplicando las cajitas felices a los trabajadores que se enferman, hay despidos masivos y todas esas políticas están saliendo del Consejo Nacional de Economía Productiva”.
Añade que este sistema también se aplica en la administración pública en donde todos los días se producen amenazas y despidos selectivos, mandan a los trabajadores a sus casas y a quienes no van a las marchas lo marcan.
“EL CARNET DE LA PATRIA
ES UNA ABERRACIÓN”
Opina, de igual manera, que las misiones sociales han permitido la sobrevivencia del régimen. “Todas las misiones traen un elemento inaceptable e inconstitucional: la discriminación. Por ejemplo, el carnet de la patria es una aberración porque ya los venezolanos tenemos la cédula de identidad. El presidente ya ha dicho que quienes no tengan ese carnet no podrán estudiar”.
Hay una orientación del Gobierno cuyo objetivo es liquidar la autonomía del movimiento sindical, continúa. “Allí está el caso de las elecciones en el Metro de Caracas y donde Diosdado Cabello y Maduro mintieron al decir que habían ganado de forma aplastante. No fue así, ganaron porque liquidaron la plancha de coalición que habíamos armado. Fue parte de una campaña de engaño, una vulgar trampa”.
Agregó que la clase obrera no está representada por Wills Rangel, ni tampoco por el ministro del Trabajo, Francisco Torrealba. “Todos ellos son burócratas y arrodillados al régimen y si Torrealba participara hoy en unas elecciones en el Metro no sacaría ni cinco votos, sin embargo, hoy dirige todas las políticas antisindicales que atropella las conquistas laborales y viola los convenios internacionales”.
Señala, asimismo, que en el otro lado de la acera, es decir, la oposición, hay otro sector político y sindical que milita en la MUD y el cual aspira sustituir en algún momento el juego que hoy mantiene el Gobierno. “Por ello es necesario la refundación del movimiento sindical que defienda a los trabajadores del Gobierno y de los patronos. La clase trabajadora tiene que pensar en la fundación de su propio partido político que tenga la posibilidad de realizar elecciones transparentes”.
Al respecto, sostiene que todos tenemos derechos a formar parte de los partidos políticos con los cuales nos identifiquemos pero considera que es un error que Marcela Máspero, coordinadora nacional de UNETE, se haya incorporado a Voluntad Popular (VP). “Creemos que esto es una contradicción porque tanto Primero Justicia, VP y AD son los partidos de los patronos, de la alta burguesía, de la explotación y la plusvalía”.
DEROGAN CONQUISTAS DE LOS TRABAJADORES
Asegura que las Inspectorías del Trabajo son serviles a los patronos públicos y privados. “Hay una corrupción enorme en ese sector porque los inspectores del trabajo hacen lo que les da la gana; además, los contratos colectivos no se discuten, el derecho a huelga está cercenado completamente, muchos sindicalistas del gobierno hacen el papel de sapos”.
Chirino agrega que la situación en las empresas nacionalizadas y recuperadas es un desastre total. “Las pocas que producen no llegan al 20 % porque, además, fue una nacionalización fraudulenta”.
Resalta que nunca ha negado que respaldó al Gobierno del presidente Hugo Chávez durante sus inicios pero luego de la reforma constitucional surgieron diferencias porque comenzaron a indicar que el proceso no tenía nada que ver con el socialismo. “Era un caudillo frente a un Estado que cercenaba a fondo derechos y conquistas democráticas para imponer un partido único. Y, bueno, por allí se fue todo”, agrega.
“Esta supuesta revolución derogó importantes conquistas de la clase trabajadora venezolana. El Gobierno es el primero que viola la inamovilidad laboral. Los 1 de Mayo fueron prostituidos por el Gobierno, fueron degradados, solo marchas de la MUD y el Psuv para imponer franelas y consignas a Chávez quien no está vivo, murió en el año 2013”.
Enfatiza que es necesario establecer una Constituyente originaria que refunde todos los poderes públicos, devuelva la institucionalidad al país y permita la discusión de temas tales como la renta petrolera, las empresas mixtas en la Faja Petrolífera del Orinoco —de la que se llevan el 40 % de las ganancias—, y la elevación de la capacidad productiva para derrotar la inflación.
Asimismo, exige la libertad del profesor universitario Santiago Guevara y del diputado Gilber Caro a quienes, según añade, les sembraron pruebas porque no entraron en el carril del Gobierno.
