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Las políticas del Gobierno, dirigidas al trabajador y el pensionado, son insuficientes frente a una canasta alimentaria que se acerca a los 5 millones de bolívares
Carlos Díaz
La inflación y la escasez aniquilan el poder adquisitivo de los trabajadores, y arrasan con las costumbres y la alegría de la Navidad de los trabajadores, de los adultos mayores y de toda la familia.
“Es evidente que estamos ya en hiperinflación”, resalta Osca Meza, director del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros. “Esta ruta comenzó en junio-julio de 2015 cuando los precios de la canasta alimentaria se dispararon por encima del 20 %”, agrega.
Indica que los venezolanos estamos enfrentando tasas de inflación que superan el 50 %, que se desglosan en 2,25 % diariamente. “Esta es, precisamente, una característica de la hiperinflación: la variación diaria de los precios”.
El promedio mensual de inflación en los alimentos —hasta el mes de octubre— es de 67,66 % y de 812 % anualizado. “Con estas cifras de octubre, el país entró en un proceso de hiperinflación”, explica.
“Venezuela está técnica y dramáticamente en un proceso hiperinflacionario”
En el caso de la canasta básica —que incluye alimentos y seis rubros indispensables— presentó, precisamente, en octubre una inflación diaria de 2,42 %, es decir, 72,69 % mensual y 872,3 % anual. “Venezuela está técnica y dramáticamente en un proceso hiperinflacionario”, enfatiza Meza.
Señala que ni las utilidades decembrinas, ni tampoco las prestaciones sociales, aguantan el peso de la hiperinflación, ni tampoco de los salarios, ni los Contratos Colectivos: “Ya no tiene sentido negociar contratos colectivos”, acota.
Con respecto al Petro, criptomoneda anunciada por el Gobierno, Meza sostiene que a través de esta medida el Ejecutivo abandona la defensa del poder adquisitivo del bolívar y estimula una dolarización de facto.
Adelanta que existen altas probabilidades de que el precio de la canasta alimentaria de noviembre supere los 5 millones de bolívares.
“El 2018 será un año más dramático”, afirma. “Este es un escenario de hambre y de colapso del sistema económico”, concluye.
“A todos nos espera una triste Navidad, no hay como celebrarla”
EDGAR SILVA: “ADULTOS MAYORES MUEREN POR FALTA DE MEDICINAS”
Por su parte, Edgar Silva Herrera, director del Comité de Derechos Humanos para la Defensa de Pensionados, Jubilados, Personas Adultas Mayores y Personas con Discapacidad, enfatiza que esta situación económica golpea con mayor fuerza a nuestros viejitos.
“Maduro aplica una política de muerte lenta, de eutanasia progresiva y masiva contra nuestros viejos a través de su política económica y salarial”, sostiene. “La pensión del Seguro Social, homologada al salario mínimo y que fue una conquista para nosotros en 1998, fue pulverizada por Maduro”.
“Con Chávez la pensión siempre estuvo por encima del salario mínimo, y ahora con Maduro resulta que el bono alimentario es muchísimo mayor al salario mínimo, por lo tanto, lo que logramos con la Constituyente de 1999, de homologar las pensiones al ingreso mínimo, fue pulverizado por Maduro”, explica.
“La pensión del Seguro Social, homologada al salario mínimo y que fue una conquista para nosotros en 1998, fue pulverizada por Maduro”
Agrega que con esta medida el Ejecutivo aplica una política discriminatoria: “Un trabajador tiene ingresos por encima de los 400.000 bolívares, mientras que el pensionado de 230.700 bolívares”.
Asimismo, indica que ambas políticas, para el trabajador y el pensionado, son insuficientes frente a una canasta alimentaria que ya está por el orden de 4 millones de bolívares. “Los trabajadores y, sobre todo los pensionados, se están muriendo de hambre”.
“Maduro ha privilegiado la previsión social y abandonó la seguridad social. Es decir, se ha dedicado más a dar algunos beneficios de previsión social, como el bono de 500 mil bolívares a través del Carnet de la Patria y la pensión de 190 mil mediante la tarjeta de Hogares de la Patria, y los cuales, por cierto, están por encima de la pensión, que es de 177 mil bolívares”.
Silva alerta que muchos adultos mayores están muriendo por falta de medicinas, y el IVSS no se las brinda tampoco y lo que reciben de pensión no les alcanza para comprarlas. “Los pacientes renales en su mayoría son pensionado y están muriendo”, denuncia.
«Maduro ha privilegiado la previsión social y abandonó la seguridad social»
De igual manera, agrega que hay un universo de 800.000 adultos mayores que no reciben pensión ni ningún tipo de beneficio por parte del Estado venezolano. “Las leyes de seguridad social están engavetadas desde 2005 en la Asamblea Nacional, las leyes de Pensión y de Salud nunca las aprobaron, ni tampoco todo el sistema de seguridad social”, acota.
“Todo esto demuestra que a Maduro no le importan los ancianos de Venezuela, no le importa que se mueran”, asegura. “A todos nos espera una triste Navidad, no hay como celebrarla”, señala.
JOSÉ BODAS: “PDVSA DESTRUYÓ LOS SALARIOS”
“Los salarios de los trabajadores petroleros son de 30 centavos de dólar, el derecho del salario ha sido destruido, y las utilidades —que fueron entre 800.000 y 1.200.000— llegaron y se fueron”, advierte José Bodas secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores del Petróleo, Gas, Similares y Derivados de Venezuela (Futpv).
Detalla que un trabajador petrolero percibe un salario semanal de 60.000 bolívares, y agrega que solo alcanza para comprar un pollo y un paquete de arroz. Con lo que gana diariamente no puede comprar ni una canilla de 11.000 bolívares. “Tampoco hay medicamentos en las clínicas afiliadas a la industria, asimismo, en el régimen de campamento las escuelas y los liceos están destruidos”.
«Un salario semanal de 60.000 bolívares solo alcanza para comprar un pollo y un paquete de arroz»
“Wills Rangel, miembro de la Junta Directiva de Pdvsa, es presidente de Pdvsa Agrícola, gerente Corporativo de Calidad de Vida en la industria petrolera, ha sido cómplice de esta política de destrucción del salario de los trabajadores petroleros, dejándolos arruinados”.
Acota que el bono socialista de fin de año de 1.500.000 solo benefició a los trabajadores permanentes en vista de que las utilidades quedaron destruidas. “Hay más de 20.000 trabajadores contratados a escala nacional a quienes no les aplicaron este bono y porque los salarios son muy bajos, y por ello hay una gran cantidad de protestas en la Faja Petrolífera del Orinoco, al sur de Anzoátegui y Monagas”.
A diario, trabajadores renuncian debido a la destrucción de los salarios, puntualiza: “Estamos viendo fuga de talento joven, entre ellos, ingenieros y técnicos con más de 15 y 20 años de servicio”.
Además, indica que tampoco están dotando los implementos de protección personal tales como las botas, bragas, uniformes y extintores de gas. “Unido a esto tenemos un problema de inseguridad en los taladros: durante la noche y los fines de semana, en las refinerías ingresan personas ajenas a la actividad. Han entrado con armas de fuego y han asesinado a trabajadores”.
Con respecto a la petición de Maduro a los trabajadores del sector de elevar la producción, Bodas indica que han sido presentados informes para indicar cuáles son las causas de la caída y no les han prestado atención. “Ha bajado la producción por la falta de inversión, de mantenimiento en los taladros. Esto ha sido por culpa de una gerencia que no tiene compromiso con la industria petrolera, ni con el país”.
Acerca de las denuncias de corrupción, apunta: “Hemos denunciado la corrupción en reiteradas ocasiones, el Gobierno ha prohibido que esos señores sean investigados. Por ejemplo, no se dice nada de la gestión de Rafael Ramírez, quien estuvo en la industria por más de 10 años. Los trabajadores no tenemos nada que ver con la corrupción, todo el que robe tiene que ir preso”.
“Para los trabajadores de la industria petrolera será una Navidad muy triste”, asegura.
