Mónica Duarte
Estados Unidos, Brasil y España son los países con más venezolanos asilados, mientras que Colombia, Argentina y Chile lideran la lista de residencias legales alternativas
Redacción La Razón
Los venezolanos que buscan refugio de la situación país en el exterior ha alcanzado su pico en el 2017, en este año unas 70.830 personas han pedido asilo en diversos países de la región y el mundo entero.
Así lo demuestran las cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), quienes han comenzado ha ocuparse del tema y han habilitado un portal web con cifras oficiales de los gobiernos y que será actualizado regularmente para hacerle seguimiento a la situación.
Los números de la agencia de la ONU para finales del 2017 representan un aumento de 162 % en relación a los 27.000 venezolanos que presentaron solicitudes de asilo en 2016.
Los principales países de destino para los solicitantes de asilo venezolanos este año han sido: los Estados Unidos con más de 21.400, acumulando 46.248 en los últimos cuatro años y siendo el 44,4 % del total de aplicaciones y la principal nacionalidad con este tipo de estatus en el país; en segundo lugar se encuentra Brasil, con más de 13.600 en 2017 y 20.372 en total.
España es el tercer país con más venezolanos en estatus de protección, siendo 12.036 las peticiones en los últimos cuatro años y al menos 7.400 en los pasados 12 meses. El gobierno español también ha anunciado que, según esta cifra, la nacionalidad venezolana es la primera en la lista de solicitantes de asilo, por encima incluso de Siria y Ucrania.
En la lista le siguen Perú con 9.518 solicitudes totales, Costa Rica con 3.949 y Panamá con 3.744. Mientras que México, Canadá, Ecuador, Chile, Aruba, Curazao, Argentina, Uruguay y Trinidad y Tobago también recibieron venezolanos en 2017 con el estatus de asilados.
El gobierno español ya ha anunciado que la nacionalidad venezolana es la primera en la lista de solicitantes de asilo en España, con 7.400 en todo 2017
Residencias alternativas
Pero estos datos representan solo una fracción del total de venezolanos que han dejado el país. En Latinoamérica, varios países de la región tienen arreglos establecidos, fuera del sistema de asilo, para que los venezolanos residan provisionalmente por un período prolongado (de uno a dos años), con acceso a servicios laborales y sociales.
Estos arreglos incluyen permisos de residencia temporal, visas de migración laboral, visas humanitarias y acuerdos regionales de visas, incluyendo Mercosur y Unasur.
De esta manera, unos de 197.856 venezolanos han obtenido diferentes permisos o visas que les permiten regularizar su estado en los países de acogida. El registro de Acnur indica que el principal destino con esta forma de recepción es Colombia con 68.337 residentes temporales. Además, el este país vecino contabiliza la llegada diaria de unos 3.600 por frontera terrestre, estimando un total de 470.000 venezolanos viviendo en Colombia.
Situación similar a la que experimenta Perú, donde han recibido a 81.000 venezolanos entre enero y julio de 2017, un 60 % de los cuales ingresaron por el cruce fornterizo del norte de Tumbes.
En Ecuador se estima que más de 62.000 viven en el país, de los cuales alrededor del 40 % han obtenido permisos de residencia temporal.
Colombia contabiliza la llegada diaria de 3.600 personas por frontera terrestre, estimando un total de 470.000 venezolanos viviendo en la nación en diversas condiciones no regularizadas
A su vez, Argentina ha recibido a 40.884 residentes venezolanos; Chile, a 30.986 y Ecuador a 27.474. Todos ellos con posibilidad de acceder a sus derechos y servicios básicos gracias a su regularización legal.
Las islas del Caribe tampoco han sido la excepción y están recibiendo un número cada vez mayor de venezolanos, con alrededor de 60.000 viviendo en Trinidad y Tobago, Curazao y Aruba. En Trinidad y Tobago unos 462 se han registrado como solicitantes de asilo desde 2014; seguido por Curacao con 70 y Aruba, con alrededor de una docena buscando esta protección.
Indígenas viajan a Brasil
Acnur está preocupado porque los grupos indígenas que viven a lo largo de las fronteras de Venezuela con Brasil y Colombia, quienes están siendo cada vez más afectados por la situación y han huido de sus territorios de origen. Estas comunidades requieren una atención especial a sus derechos, así como una respuesta humanitaria y de protección diferenciada y específica, como refieren los informes de la organización.
La etnia de los Waraos, una de las más afectadas por las epidemias de difteria y paludismo en sus territorios, se moviliza a Brasil a través de los estados de Roraima y Amazonas, limítrofes con Venezuela. Pero su llegada ya no solo impacta estas zonas, recientemente se han movilizado a las ciudades de Belem y Santarém, al norte del estado de Pará.
Desde octubre, el gobierno del estado fronterizo de Roraima ha reubicado aproximadamente 400 venezolanos, tanto indígenas como no indígenas, desde la estación internacional de autobuses de Boa Vista a un gimnasio público en el barrio de Caimbe. Allí, Acnur ha actuado conjunto con organizaciones de la sociedad civil, instalando una fuente para bebedero industrial y distribuyendo comida, kits de higiene personal y colchones.
La inmigración a Brasil ha comenzado a afectar a los estados del interior y ya no solo a los fronterizos
A los residentes no indígenas se les espera movilizar a otros estados del interior brasilero para descongestionar los servicios de las ciudades más fronterizas, mientras que se espera que los habitantes indígenas permanezcan en ellas y sean censados.
Dada esta situación compleja y considerando que el número de personas que salen de Venezuela con necesidades de protección internacional, incluidos solicitantes de asilo, refugiados, repatriados, apátridas y otras personas que podrían estar en riesgo si regresan a su país, cifra que continuará aumentando, Acnur está colaborando con los gobiernos, la sociedad civil, socios y otras agencias de la ONU en la región para fortalecer su capacidad de respuesta y aumentar su presencia en los países receptores de las Américas, donde están llegando muchos venezolanos.
