Su nombre no figura en la “lista” de presos políticos que“estudia”la llamada “mesita de diálogo” de la Casa Amarilla
Luis Felipe Colina
El diputado Juan Carlos Requesens Martínez (Caracas, 1989), parlamentario del partido Primero Justicia, fue secuestrado por la dictadura el 9 de agosto de 2018 y de inmediato sometido a crueles torturas que incluyeron la inoculación de escopolamina (burundanga) para someterlo y humillarlo, por recomendación expresa del psiquiatra Jorge Rodríguez, asesor personal de Nicolás Maduro.
El caso del Requesens, ex presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central Venezuela y exdirigente juvenil del partido Acción Democrática, está en el Comité contra la Tortura (CAT) de la Organización de Naciones Unidas y también forma parte del informe de la alta comisionada de la ONU, para los derechos humanos, Michelle Bachelet.
El régimen necesita a Requesens a buen resguardo y su nombre, al igual que los parlamentarios que están en el exilio, no es negociable para la dictadura. Obviamente no figura en la “lista” de presos políticos que“estudia” la llamada “mesita de diálogo” de la Casa Amarilla.
Sus familiares, amigos, compañeros de la UCV y de la oposición siguen en la lucha por su libertad, a pesar de que un vocero del régimen le hizo saber n días pasados a representantes de la oposición que la única forma inmediata de liberar a Requesens sería a cambio de que la AN acepte aprobar los miembros del comité de postulaciones del CNE, que presentará Miraflores, así como los consiguientes rectores “por consenso” que conversaron en Oslo y Barbados, los representantes de la dictadura y los del presidente encarado Juan Guaidó.