Dictadura madurista impone perverso modelo de control social y hegemonía política, dice el economista Orlando Ochoa
Enrique Meléndez
El economista Orlando Ochoa considera que no hay posibilidad de una verdadera recuperación de la economía, mientras esté al mando Nicolás Maduro, y esa es la tragedia de Venezuela. “En estas condiciones es necesario un cambio político, para iniciar la exigente tarea de recuperación económica y social del país”.
Nicolás Maduro ha dicho que el 2020, definitivamente, será el año de la economía, ¿tiene fundamento esta afirmación?
-No, no tiene. Nicolás Maduro se ha acostumbrado a decir mentiras abiertas, obvias, falacias en algunos casos, para tratar de levantarle los ánimos a un país, que está muy golpeado. Para recuperar a Venezuela, primero, hay que detener la caída de la economía y de la industria petrolera, y como sabemos el ritmo de contracción entre 2012 y el 2018, según las estimaciones oficiales, fue de 48%.
-Según estimaciones propias, la contracción acumulada de la economía en 6 años fue de -52%, y a eso habría que agregarle la caída de este año, con estimaciones mayores a cualquier año previo, que puede estar entre el 25 y 35 por ciento, es decir, brutal, sobre todo, por la paralización del sector petrolero, pero también de la economía no petrolera, de la cual vive la absoluta mayoría de los trabajadores del país.
LA RECUPERACIÓN
¿Qué hace falta para recuperar a Venezuela?
-Recuperar a Venezuela, conlleva contar con una bien pensada estrategia de recuperación económica y petrolera. Con una muy amplia y exigente tarea de reorganización fiscal, incluyendo una gestión inmediata de amplia ayuda humanitaria a familias empobrecidas con necesidades básicas; nuevos proyectos de reparación e inversión en infraestructura, por miles de millones de dólares; cifras que todavía no se pueden estimar con precisión.
¿En cuánto tiempo podría recuperarse el sector petrolera y gasífero?
-La recuperación del sector petróleo y gas en seis años, para volver a tener una cifra de 2,5 millones de barriles diarios, y duplicar la producción de gas natural, reparar refinerías, mejoradores de crudo pesado e infraestructura petrolera, va a requerir una inversión de capital y de gasto operacional, en reactivación de pozos, de al menos unos 160 mil millones de dólares. Las necesidades de financiamiento para el plan de estabilización y la reorganización de las finanzas públicas, el arranque del sector privado venezolano, más los requerimientos de inversión en la infraestructura pública no petrolera, apunta a una cifra que estaría por encima los 250 mil millones de dólares de necesidades de financiamiento de distintas fuentes, durante seis años, para recuperar la estabilidad económica, el crecimiento; reparar la infraestructura, ordenar finanzas y levantar al sector de hidrocarburos.
¿El régimen de Maduro no está en capacidad de recuperar las finanzas?
-Eso es inalcanzable para el régimen de Nicolás Maduro que, aparte de haber tenido una desastrosa gestión económica, tiene una pésima reputación de corrupción generalizada entre todos los socios petroleros y en el sector financiero internacional. Sin hablar de que tienen sanciones individuales los ministros, así como sanciones al sector petrolero público.
-De modo que no hay posibilidad de una verdadera recuperación de la economía, mientras esté al mando Nicolás Maduro, y esa es la tragedia de Venezuela. En estas condiciones es necesario un cambio político, para iniciar la exigente tarea de recuperación económica y social del país.
LA HIPERINFLACIÓN
¿Qué características tiene la hiperinflación de Venezuela; cuando ahora se están cumpliendo dos años de su generación?
-La hiperinflación comenzó en noviembre de 2017. La principal característica es su origen fiscal: el fuerte financiamiento monetario a Pdvsa, vía Banco Central de Venezuela, esta empresa, a su vez, redirigía los recursos a financiar parte del gasto presupuestario y extrapresupuestario. En el 2018 la inflación llegó a 1.7 millones por ciento, y en el 2019 ha perdido presión alcista, porque el régimen de Maduro recurrió a la fuerte restricción de la liquidez monetaria, vía la gestión fiscal y la restricción del crédito bancario privado y público, lo cual restringe la disponibilidad de bolívares, para comprar dólares.
-Eso no es un programa económico coherente y sostenible para bajar la presión inflacionaria. Ha tenido el impacto de cerrar el financiamiento del capital de trabajo del sector privado venezolano, que sobrevivió a las diez plagas de Socialismo del siglo XXI, con su ADN marxista anti- economía de mercado y democracia liberal. La gran caída de PIB no petrolero en 2019 se debe a esta destructiva y miope política monetaria restrictiva.
¿Cuáles han sido los efectos de la actual crisis económica?
-Siguen cerrando empresas, reduciendo los empleos estables, lo que implica también reducción de la producción, la cual se está enfocando, prácticamente, en atender sólo a un porcentaje de la población que mantiene cierto poder adquisitivo, que está entre el 15 y 20 por ciento máximo, mientras que la gran mayoría del país depende de mínimos salarios, más entregas de las cajas CLAP y los bonos del gobierno. Un sistema socioeconómico grotesco, que al igual que Cuba, la propaganda marxistoide del régimen de Maduro, recurre a culpar al “imperio gringo”.
MODELO PERVERSO
¿Se usa la tragedia económica con fines políticos?
-El régimen de Maduro confía en usar, sistemáticamente, el control social para cultivar una dependencia de la población empobrecida, para fines electorales. Esa es la forma perversa y tergiversada como el socialismo del Siglo XXI dice entender la democracia: una manipulación de las necesidades de la gente y una destrucción del aparato productivo con un proyecto ideológico primitivo, abandonado hace treinta años, luego de la caída del Muro de Berlín.
-Hugo Chávez diseñó este perverso modelo de miseria social y hegemonía política, a cualquier costo. Maduro lo ha mantenido en marcha, con una peor gestión que Chávez. Las democracias del mundo ven con horror este modelo chavista y estoy seguro que más de 80% de los sectores que, por necesidad o rechazo a sectores opositores, apoya el proyecto chavista, sabe que Venezuela vive el peor momento de su historia desde el final de la Guerra Federal.
¿Se diría que Maduro piensa, que va a estimular por esa vía el consumo, y lo que repercute, a su vez, en el aparato productivo en ese país imaginario; que él se plantea?
-Yo no diría que el consumo, yo diría que la subsistencia básica. Así como vemos que se regala la gasolina, prácticamente también el gas natural y la electricidad, todos estos servicios se prestan con una precariedad enorme, y con regiones del país que cada vez tienen menos acceso a ellos. A esto hay que agregar el agua: a los embalses no se les ha dado mantenimiento en los últimos veinte años. Podemos tener un grave problema de agua, de no atenderse desde ya el urgente mantenimiento de este sector público abandonado por más de veinte años
CAÍDA DE LA PRODUCCIÓN
Manuel Quevedo, presidente de Pdvsa, dijo que se proponía, como meta, aumentar la producción petrolera en un millón de b/d; por el contrario, se habla de que ha bajado a 700 mil b/d. ¿Qué sucedió en este caso?
-Sí, podemos estar en un rango, que está fluctuando entre 600 mil y 800 mil b/d por, básicamente, los distintos problemas que enfrenta el proceso de producción y exportación. El gobierno ha tratado de centrar las causas de las dificultades en las sanciones internacionales. No es verdad, el declive de la producción y de todo el sistema en sí, venía manifestándose desde los últimos 7-8 años.
-Recuperar la producción petrolera en un millón de b/d requeriría una inversión de decenas de millones de dólares durante los dos primeros años. Requeriría que se estabilice la economía, para que el sector privado, que provee bienes y servicios al sector petrolero, vuelva a funcionar. Requeriría que funcione el sistema eléctrico; cuando sabemos que en la producción petrolera en occidente y oriente ha caído también por fallas y restricciones eléctricas.
Para esta fecha en otras épocas la discusión se centraba en el tema del presupuesto del próximo año, y que brilla en este instante por su ausencia. ¿Cómo se está llevando a cabo la política presupuestaria?
-No conocemos nada de la política presupuestaria. Excepto algunas estadísticas, que podemos analizar indirectamente. Recordemos que ya los presupuestos no se presentan a la AN. Los discute la Asamblea Nacional Constituyente, es decir, una discusión entre el madurismo, y lo que queda del chavismo; de modo que por esa vía lo aprueban. Recordemos que el presupuesto se limita a gasto corriente, nómina; transferencias para bonos y para compra de alimentos del CLAP.
MONEDA DÉBIL
Hay regiones del país donde ya el bolívar no es aceptado como medio de pago, sobre todo, en las zonas fronterizas, sino o el dólar o el peso colombiano. ¿Eso habla de la desvalorización de nuestra moneda?
-Cuando un país cae en la situación como la que tenemos nosotros, en las regiones fronterizas comienzan rápidamente a migrar hacia la moneda más estable de los países vecinos. Se abandona la moneda débil, resultado de la gestión fiscal y monetaria del régimen de Maduro. En otras ciudades grandes se pasa directamente al dólar. En todo el occidente de Venezuela se está usando el peso como referencia para hacer transacciones. Bueno, es el resultado de haber tenido una gestión de esta naturaleza, destructiva.
-Cuando Venezuela vuelva a estabilizar su economía, sus finanzas públicas, estoy seguro que la nueva moneda que surja irá recobrando la confianza de los venezolanos, y eso será una piedra fundamental de la estabilización de precios, cuando se pueda volver a tener un régimen cambiario funcional. Todo esto se puede hacer; pero, por supuesto, requerimos una salida política organizada de esta terrible situación.