Juan Pablo Olalquiaga y José Manuel Puente coinciden en señalar que el origen de la caída de la economía venezolana es la errada política económica del chavismo-madurismo. Jesús Farías Tortoza se la atribuye el derrumbe a las sanciones
Enrique Meléndez
El derrumbe de la economía nacional, unida a la situación hiperinflacionaria que ha arruinado el bolsillo del venezolano, tienen como causa una política económica errada por parte del actual régimen, según la opinión del economista Luis Manuel Puente y del dirigente empresarial Juan Pablo Olalquiaga, mientras que el economista y dirigente del PSUV Jesús Farías Tortoza, considera que el origen está las sanciones económicas, que propicia, en especial, EEUU contra Venezuela; lo que le impide desarrollar su producción.
Estas consideraciones formaron parte de un debate, que propició la Fundación Espacio Abierto, que dirige el exdiputado Luis Manuel Esculpi, en el marco de un foro sobre las perspectivas de la economía venezolana.
JUAN PABLO OLALQUIAGA
El dirigente empresarial Juan Pablo Olalquiaga, expresidente de Conindustria, abordó de entrada lo que conoció como el debate, que se cierne hoy sobre la realidad venezolana, en torno a la cuestión de si estamos o no a la entrada de una prosperidad económica y, para empezar dijo que la economía venezolana hoy está en torno a los 70 mil millones de dólares, lo que significa un Producto Interno Bruto per cápita, está por los 2 mil 500 millones de dólares anuales.
-Si uno compara eso con otras economías del mundo, por ejemplo, Suiza, este país está por el orden de los 85 mil millones de dólares al año; EEUU por el orden de los 65 mil millones de dólares. Pero si nos venimos al continente sudamericano, Trinidad y Tobago está en el orden de los 18 mil millones de dólares; Chile 16 mil millones de dólares; Colombia 7 mil millones de dólares, mientras Venezuela está en esos 2 mil 500 millones de dólares, lo que la ubica a la par de la República del Congo.
Esto llevó a la conclusión a Olalquiaga de que estamos ante uno de los países más pobres del mundo y que, además, estamos en una circunstancia, en la que el nivel de destrucción que ha habido como consecuencia de las variables, que miden segmentos como el de la pobreza, sitúan este flagelo en 56%, bajo la categoría de crónica, con niveles en la población de desnutrición de un 30% .
-Entonces, cualquier recuperación, que se pudiera producir, se lleva a cabo en el marco de un empobrecimiento muy fuerte, y desde el punto de vista de su producción interna se requiere, para llevar a cabo esa recuperación, que sus ciudadanos puedan realizar transacciones, y de allí la medida del per cápita y, además, un país requiere la reactivación de la producción, para poder tener una balanza comercial favorable, lo que se traduce en empleos.
Reiteró que, en ese sentido, Venezuela ha sufrido de un proceso de destrucción muy grande; pues, a juicio de Olalquiaga, todo lo que es la producción local; no solamente la que se deriva del campo, sino también la que se deriva de la manufactura, ha caído en ese proceso, sobre todo, la relativa a la industria metalmecánica, y que lo mismo había sucedido con el sector de la petroquímica; mencionando una serie de productos que llegaron a exportarse en un nivel muy importante; cuando es hoy Venezuela la que tiene que importarlos, para poder producir lo poco que se puede en nuestra economía, a propósito de las circunstancias adversas; por lo que habló, a ese respecto, de un país maquila, es decir, un país que todo lo tiene que importar, para poder producir.
-Entonces, si somos una economía muy pequeña; muy pobre, que tiene un grado de agregación en términos de producción muy pequeña: ¿dónde está esa recuperación, de la que estamos hablando? Sin duda, este año lo que hemos visto, viniendo del año pasado, es que ha habido un proceso de dolarización muy importante. La importancia de la dolarización radica en que, por fin, podemos basarnos en una moneda dura, y no la que tenemos, que va perdiendo valor permanentemente; de modo que al perder valor las empresas se van descapitalizando y los ciudadanos nos vamos empobreciendo, y al momento de pasar como moneda de cuenta del bolívar a dólar; pues, en esa misma medida vamos a tener una referencia, que nos va a preservar nuestra capacidad de compra.
Aseguró Olalquiaga que además de eso estamos viendo una liberación de importaciones; muy al contrario de lo que un país busca; como es producir, y de modo que se desmontaron aranceles, se desmontaron derechos portuarios, el pago del valor agregado en aduanas; pero que se desmontaron a productos terminados, principalmente; en tanto que no se desmontaron para materias primas; que es lo importante para la producción venezolana.
-De modo que esta recuperación, yo creo que es muy afortunada; en el sentido de que tenemos una estabilización a nivel de consumo; pero muy débil en el sentido de que sea muy difícil que se apoye en un crecimiento sostenido; pues, por lo demás, para que se dé ese crecimiento, Venezuela tendría que recuperar muchas cosas.
Dijo que él aplicaba a la economía venezolana el símil de los cuatro anillos concéntricos; siendo el primero el de la supervivencia, donde hay un cierto nivel de estabilización, pero que si quisiéramos pasar a unos anillos externos, entre los cuales estaría el de crecimiento, el segundo anillo requeriría; que hubiese, por ejemplo, electricidad, banca, personal capacitado, redes continuas de empresas.
En el tercer anillo Olalquiaga situó lo que serían las políticas públicas, que le brindarían estabilidad al Estado, en donde habría un orden de cosas, y no en esa “suerte de mensajes encontrados”, donde hay un presidente de facto, Nicolás Maduro, y quien de pronto dice: “¡Qué bueno que llegaron los dólares aquí, para poder sostener la economía!” No obstante, a la semana siguiente anuncia unos decretos para pechar las transacciones en dólares; de forma tal de privilegiar el bolívar.
-Multas que no guardan proporcionalidad con las infracciones. Esto de tener fiscales del Seniat, por ejemplo, y como consecuencia de que no pusieron una columna, antes de la otra, cierran a las empresas; cuando no, las sobornan. Todo esto lo que va creando es un entorno, en el cual las empresas no pueden operar, y a lo que se agrega, además, el tema de la inamovilidad laboral: simplemente, el reenganche. No importa cuál ha sido la causa del despido del trabajador.
Infirió en ese sentido, que toda esta situación desincentiva, para que haya producción, con repercusiones en la productividad, incidiendo en el hecho de que no haya un entorno favorable, por la falta de estas políticas públicas, para que se dé esa red continua de empresas; aparte de las exigencias que se ponen con respecto a los precios y a las marcas de los productos.
-En el cuarto anillo yo menciono a una visión de futuro; y aquí entra el hecho de que hasta ahora nosotros hemos sido un país petrolero y, aun cuando el negocio petrolero no se va a acabar de la noche a la mañana, el mundo está cambiando, en cuanto al uso de las energías fósiles; un país no puede planificar toda una agenda de balanza comercial en la previsibilidad, de que el petróleo lo va a sostener.
Concluyó Olalquiaga su peroración advirtiendo que si nosotros no hacemos unas planificaciones dentro de esa visión de futuro del país, donde se privilegie una producción con un mayor valor agregado, por encima del esquema petrolero, bueno, vamos a mantenernos relegados en el primer anillo; cuando mucho en el segundo anillo, sólo que va a continuar siendo un país muy pobre.
JESÚS FARÍAS TORTOZA
El dirigente del PSUV y economista Jesús Farías Tortoza, miembro de la “Asamblea Nacional Constituyente”, comenzó por afirmar que el venezolano tiene hoy en día un escenario muy complejo; caracterizado por una caída brutal de la economía, un proceso inflacionario, como nunca se había visto, y lo que repercute, a su juicio, de una manera muy importante en el desempeño del país.
Admitió que hay diversas interpretaciones de la realidad venezolana; con las cuales podría coincidir en los análisis; sólo que tendría algunas objeciones qué hacer; de modo que si le preguntaran cuál es la causa de los problemas del país, él respondería que, sin lugar a dudas, son las sanciones.
-Este es un país petrolero desde la década de 1930, con su desarrollo; que se trata de una característica, que se fue arraigando y, más allá de ciclos, donde esa dependencia variaba, las divisas que entran al país, tanto ahora, como en el pasado venían canalizadas, fundamentalmente, por las exportaciones petroleras. Ahí creo que podemos coincidir en mayor o menor medida. Recientemente, han tenido tremenda perturbación, provocada por las sanciones.
Dijo Farías que, asimismo, este es un país importador, y trajo a colación la política de sustitución de importaciones, que se propició en un pasado; aun cuando, el resultado de todo eso fue una mayor dependencia de las importaciones, y la explicación la dejó a los académicos; que lo cierto es que aquí en el país ha privado siempre el tema de esa dependencia importadora; como el hecho de que el 70% de sus ingresos provienen de la factura petrolera.
-Si una nación extranjera, como los EEUU, establece sanciones, que son ilegales; porque no se puede explicar de otra manera, e impide que nosotros transportemos el petróleo; porque amenaza con sanciones a las navieras, y adicionalmente se nos cierra la posibilidad de financiamiento externo, y esto no es de ayer, es del año 2017… Todos los países se financian vía crediticia; el país más endeudado del mundo es EEUU: nosotros no podemos hacerlo.
A esto Farías le agregó la circunstancia, de que tampoco ninguna empresa extranjera puede venir a invertir al país; porque la amenazan con sanciones, y que las que todavía operan acá tienen que poseer una licencia, para poder seguir haciéndolo; como el hecho de que tampoco se pueden asegurar las cargas; lo cual hace inviable el transporte del petróleo, y de modo que así el país está impedido de obtener financiamiento, tecnología, transporte, seguridad.
-Por supuesto, que en estas condiciones la industria petrolera se tiene que desplomar, y al desplomarse arrastra a toda la economía. Esa es la causa fundamental, de que no haya medicinas, de que no haya alimentos. ¿Qué hay otras cosas? Por supuesto, que hay otras cosas. En economía no hay una sola línea recta. Pero la mayor de todas las coyunturas, que llevan al colapso de la economía venezolana, es la de las sanciones, y no lo digo yo: lo dicen los voceros de EEUU.
Afirmó que de aquí se genera el proceso de desabastecimiento; de carestía; disturbios y perturbaciones tremendas desde el punto de vista macroeconómico, y, algo fundamental que es el deterioro de los servicios públicos; e incluso a esta altura admitió que se trataba de un deterioro espantoso, sobre todo, en el sistema eléctrico nacional, por rezagos de mantenimiento; haciendo la salvedad, no obstante, de que lo que son equipos e insumos, con los que opera este servicio no se “compran en la bodega”.
-Ahora, nosotros no podemos quedarnos de brazos cruzados, para superar esta situación. Entre los meses de agosto y septiembre de 2018 se produjo una especie de golpe de timón en la conducción económica del país: se inició el proceso de libertad cambiaria; que era absolutamente necesaria; se anunció la necesidad de disciplinar las finanzas públicas; que no es fácil con un hueco de esa naturaleza; una tronera que se abrió; dados los requerimientos de financiamiento. Por supuesto, con los ingresos mermados.
A esta altura se paseó por el comportamiento inflacionario, a partir del año 2016; cuando la inflación entonces se ubicó en 900%; en tanto que en el año 2018 la inflación fue de 130 mil por ciento, y que el año pasado bajó a 10 mil por ciento; algo que confesó se trataba de una baja significativa, pero que no los deja satisfecho.
Asimismo, Farías se refirió a la producción petrolera y, a ese respecto, dijo que mientras en 2017, ésta se ubicaba en 1 millón 900 mil barriles diarios (b/d), en 2019 se ubica en menos de 800 mil b/d; algo que demostraba la repercusión que tienen las sanciones económicas sobre la economía y, en ese sentido, trajo a colación el bloqueo económico, que se le hizo a Cuba, lo mismo que al Chile de Salvador Allende.
-Y ahora nos los están aplicando a nosotros de una manera, absolutamente, criminal. ¿Quieren acabar con un gobierno? Hay muchas formas de hacerlo: vayan a la calle, conquisten la voluntad del pueblo; concurran a elecciones. Pero, ¿van a destruir un país, van a generar un caos? ¿Quieren implosionar a un país?
A continuación se refirió al tema cambiario y, en ese sentido, dijo que el control de cambio era algo que se había venido liberando, progresivamente; aun cuando a algunos les ha parecido un proceso muy lento; lo mismo que el tema relativo a la disciplina fiscal; a la reducción de la liquidez monetaria; a la estabilización de las tasas bancarias; así como la apertura a la iniciativa privada, y que, en particular, siendo entonces ministro de Comercio, había sostenido reuniones con representantes de empresas transnacionales; intercambiando ideas sobre posibles inversiones en el país; sólo que muchas de esas empresas desde el año 2016 han tenido que irse del país por la presión de las sanciones económicas.
-Ahora, se ha presentado una tendencia a la estabilización de la economía; no es sólida, clara; pero se trata de una tendencia; dada la situación tan compleja, y aquí no hay sólo factores económicos. Aquí también hay factores políticos. Es imposible entender la economía en este país o en cualquier otro país, al margen de los factores políticos, y mucho menos donde hay estas confrontaciones con grandes potencias, como los EEUU, es imposible entenderlo solamente desde la perspectiva nacional.
Reiteró que ve un proceso de mejoramiento económico; comenzando por la inflación, que se ha desacelerado; luego, por la presencia de dólares en la economía, y que, a su modo de ver, también se observa un esfuerzo por parte de los trabajares, no sólo de los empresarios, por llevar adelante la producción nacional, y en lo que contribuye también la normalización del tema político nacional.
Concluyó señalando que lo ideal sería que se produjera un cambio radical en el modelo económico, a partir de la experiencia de los aciertos y de los errores del pasado; pensando en una economía mixta; donde conviva el sector privado con el Estado, y que el socialismo es el que no está en un estado crítico en este momento; como sí el capitalismo, y que la prueba está en la reciente cumbre del comercio mundial en Davos; donde, a su juicio, se observó un panorama desolador; como pocas veces se ha visto en esos encuentros, a partir del tema de la desigualdad y del tema de la crisis ambiental.
JOSÉ MANUEL PUENTE
El economista Puente empezó su intervención trayendo a colación el hecho de que Venezuela por primera vez en su historia ya acumula cinco años de recesión económica, desde el 2014, hasta 2019; aun cuando retrocediendo en el tiempo, hizo ver que se trata de una economía que no crece desde 1977.
-Es decir, Venezuela tiene 40 años que no crece. Ciertamente, estos cinco años han sido desastre, se ha perdido un 47% del PIB. Nunca en la historia de nuestro país se había contraído el PIB hasta ese nivel, y comparando la economía venezolana con la del resto de los países de la región, diríamos además que se trata del peor ciclo recesivo que se ha vivido en el continente.
Mostró un cuadro, relativo a lo que llamó las grandes catástrofes económicas, que se han vivido en la historia de la humanidad, de acuerdo a las mediciones que lleva a cabo el Fondo Monetario Internacional en 192 países, y, en ese sentido, se observaba que Ucrania encabezaba la lista, cuando su PIB entre 1992 y 1996 se contrajo 49%; seguida de Sierra Leona con una caída del PIB entre 1994 y 1999 de 50%; de modo que Venezuela sería el tercer país con el peor desempeño en los últimos 40 de la comunidad mundial, con la amenaza de convertirse en el primero, de acuerdo a los resultados de 2020.
-Venezuela no solamente lo ha hecho mal en términos absolutos, sino también en términos relativos; siendo el país que menos ha crecido en Sudamérica. Perú ha crecido 150 veces más que el nuestro entre 1992 y 2018. Las economías más dinámicas en el presente han sido las de Perú, Chile y Colombia, y esto porque han tenido el liderazgo correcto, y han optado por elegir la política económica correcta.
Mención aparte hizo Puente del caso de Chile, un país del que dijo que se encontraba en los niveles del primer mundo; considerando que su economía es la más consolidada del continente con un salario mínimo de 350 dólares, y, a ese respecto, recordó que el salario mínimo en Venezuela apenas alcanza a los tres dólares.
Al desagregar el impacto de la caída del PIB, en lo que atañe al comportamiento de los distintos sectores de la economía, dijo que en el que más se ha sentido ha sido en el de la construcción, donde se reporta una contracción de 90%; seguido del sector comercio con 76%, sector financiero con 71% y sector manufactura con 70%.
-Nosotros no conocemos las cifras relativas a 2019: porque el Banco Central de Venezuela no las ha publicado, pero sabemos que la economía se contrajo en dos dígitos. Ahora, yo no concibo una relación de causalidad entre la caída de los precios del petróleo y la caída del PIB venezolana; pues se trata de una economía que comenzó a enfriarse desde el 2013; cuando los precios del barril estaban en 90 dólares, y su primer año de contracción es el 2014, cuando los precios estaban en un poco más de 85 dólares.
Llamó la atención de la circunstancia, además, de que en ese momento no se conocía ninguna sanción económica; aparte de que ubicándose entre los países de la OPEP, mostró una lámina, en la cual se veía que ninguna de las economías de ese cártel presentaban cifras recesivas o hiperinflacionarias, excepto Venezuela.
-Venezuela es la única economía hoy en el mundo en fase de hiperinflación. Por supuesto, este ciclo de desajuste macroeconómico, de recesión, hiperinflacionario ha empobrecido como nunca antes a la población. Según la encuesta Encovi, la pobreza en Venezuela en 1998 se ubicaba en 45%, mientras que ya para el 2017 se ubica en 87%. El corolario de todo esto es que, después de 20 años, habiendo recibido 977 mil millones de dólares por concepto de exportaciones petroleras, terminas con el doble de la pobreza, que tenías a su inicio.
En ese sentido, Puente indicó que el salario ha sido pulverizado, que apenas sobrepasa los 3 dólares; lo cual indica que una gran parte de la población vive con centavos de dólar, y que, a ese respecto, ya se hablaría de pobreza extrema; amén de que, a su modo de ver, aquella persona que logra tener ingresos de 35 dólares, todavía percibe un salario más bajo que en Cuba o Haití; lo que explica, en consecuencia, el éxodo de la población venezolana que, según los estudios al respecto, se sitúa en unos seis millones de compatriotas; el éxodo de población, a su juicio, más grande que haya vivido Sudamérica, y que lo más grave de todo es que se trata de gente con una gran formación técnico-académica.
-Todo esto no es consecuencia de variables exógenas o de la mala suerte. Es consecuencia de un set de políticas económicas errado; empezando por el tema cambiario. Venezuela se ha empeñado en los últimos quince años en mantener un esquema de cambio múltiple. Ese es el peor esquema por el cual puedes optar tú, y es la principal camisa de fuerza, que tiene esta economía, para explotar en crecimiento; porque el sistema no está asignando los dólares para insumos, repuestos terminales, de modo que le permitan a esta economía desbancarse, y reiniciar sus procesos de producción.
Por esta vía, Puente llegó a la conclusión de que el presente desastre era de carácter endógeno; autoinducido, consecuencia de un coctel de políticas económicas equivocadas: controles de precios, controles de cambio, controles de tasas de interés, controles del mercado laboral y, lo que calificó de la guinda de la torta, expropiaciones y nacionalizaciones, que, a su modo de ver, impactaron muy negativamente los flujos de inversión.
Aseguró que estábamos, además, al borde de un colapso del sector externo; tomando en cuenta que el país cuenta con el nivel de reservas internacionales más bajo en los últimos 30 años, con apenas 6 mil 900 millones de dólares; lo que significa que el Estado no cuenta con dólares, para poder arrancar el aparato productivo.
-Es por esto que Venezuela tiene una sola opción: un programa de estabilización con grandes volúmenes de ayuda financiera internacional. El colapso de Venezuela ha sido el colapso de su sector petrolero. Para el día de hoy nuestro país produce 761 mil b/d de petróleo. Eso es un cuarto, de lo que producía en 1999; cuando llegó Chávez al poder. Venezuela es el país con las mayores reservas petroleras del mundo, que no produce petróleo.
De seguidas, Puente pasó a referir las proyecciones, que se tienen con respecto a lo que será la situación de Venezuela para el futuro más próximo, e hizo la salvedad, de que solamente reportaba las que contemplan los organismos de medición internacional, para evitar todo sesgo político, tomando en cuenta su condición de venezolano, y, en ese sentido, dijo que nadie es optimista, sobre el posible crecimiento de Venezuela y que, por lo demás, el país va a vivir su séptimo año consecutivo de recesión con dos dígitos; además de que el ciclo hiperinflacionario va a continuar; por supuesto, de no haber un cambio en la conducción política.
Puente asomó el fenómeno de la pandemia del coronavirus, el cual lo más probable es que agrave la situación; empezando por el efecto devastador que ha tenido sobre los precios del petróleo; que han bajado a la mitad del costo, que tenían para el mes de enero; sobre todo, estando de turno un gobierno que no hace nada bien en materia económica; que es lo que explica, a su juicio, que Venezuela tenga el peor desempeño económico en la región.
A continuación esbozó lo que sería la estrategia, pensando en su futuro, y mediante un gobierno de transición, para salir de la crisis actual; empezando, por el establecimiento de reformas claves, que incluirían un programa social de emergencia; luego, un programa de estabilización, que incida sobre el crecimiento, el abastecimiento y control de la inflación.
Pero se tiene que buscar ayuda de financiamiento internacional, según su punto de vista, y en cuanto al tratamiento de la política monetaria, se mostró partidario de preservar una moneda venezolana, antes de dolarizar la economía. Llevar a cabo un proceso de reforma fiscal, tratando de ir cerrando en forma gradual la brecha, que existe en lo que se refiere al déficit, mientras se va desmontando el control de cambio, para ir a un tipo de cambio único y competitivo.