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LA «HIPÓTESIS NULA» destruye las FAN y la República #Análisis #HumbertoGonzález

Lo más pernicioso de esta grave política colaboracionista y entreguista es que también es consumida, cual opio adormecedor, por militares inconformes que buscan salir del régimen

Humberto González Briceño

Desde 1999  la falsa oposición se ha abrazado a la tesis de un cambio de régimen político por la vía electoral. Esto significa participar dentro de la legalidad que el chavismo se creó a su medida para intentar quitarle el poder con sus propias reglas de juego. Quizás se entienda mejor decir que sería un intento para que el chavismo abandone el poder “por las buenas” o al menos tratar de persuadirlo por fórmulas jurídico-electorales que se alterne en el poder..

Esta posición se reduce a asumir y aceptar la constitución de 1999 que fue impuesta con un fraude político y legal como el marco que debería guiar el cambio político. Esta constitución que instaura el estado chavista y su control ilimitado de los poderes públicos, la misma que reduce el papel de las fuerzas militares al brazo armado del régimen y la que en definitiva busca destruir el estado y la república es la misma que defienden tanto como los usufructuarios del régimen actual como quienes quieren heredar ese mismo poder. Es lo que en  otro artículo publicado en La Razón califiqué como la continuación del chavismo por otros medios.

La fórmula que busca salir del chavismo usando su propia constitución y su pseudo legalidad es una grave contradicción política. Y lo ha sido desde el principio. Es lo que podríamos llamar una hipótesis nula que ha sido literalmente triturada por la realidad una y otra vez hasta la náusea. No hay ni habrá posibilidad alguna de salir del chavismo mientras los esfuerzos se reducen a una campaña electoral, un trabajo de lobby internacional o inclusive acciones militares suicidas inspiradas en falsos supuestos.

Frente a la hipótesis nula de buscar una transición pacífica del régimen chavista dentro de su pseudo legalidad siempre ha estado la tesis alternativa de la ruptura definitiva con el estado chavista, su constitución y las mafias en las que se apoya. Esta tesis alternativa implica una confrontación política y militar abierta, no negociada, para destruir a quienes hoy están destruyendo la república.

La forma socialdemócrata maniquea y ambivalente de hacer política siempre ha evadido la confrontación directa con el régimen chavista supuestamente para evitar pérdidas humanas. Pero al examinar las cifras podemos ver como esa política equivocada ha contribuido al asesinato de cientos de miles de venezolanos. En cada elección fraudulenta que el chavismo se atribuyó como victoria la falsa oposición siempre llamó a la desmovilización y renunció a pelear por el poder. A esto hay que sumar la política deliberada de la falsa oposición en abandonar la calle y no liderar la protesta social para no molestar al régimen. La falsa oposición prefiere “pelear” en escenarios más controlados como una Asamblea Nacional que no sirve más que para la retórica insulsa y los negociados con el régimen, como ya se ha visto.

Lo más pernicioso de esta grave política colaboracionista y entreguista es que también es consumida, cual opio adormecedor, por militares inconformes que buscan salir del régimen. Esta política falsa le vende la idea a los militares inconformes que para rebelarse contra el régimen necesitan una justificación jurídico-legal y a estos efectos nada mejor que los artículos 333 y 350 de la constitución chavista.

Esta hipótesis nula que solo admite luchar contra el régimen chavista dentro de la camisa de fuerza de su propia constitución no solo ha traído desilusión y desesperanza a millones de venezolano también ha significado la muerte de cientos de miles de civiles y militares que se han embarcado en acciones tan heroicas como suicidas para luego ser vendidos o entregados por los negociadores de la falsa oposición.

«La fórmula que busca salir del chavismo usando su propia constitución y su pseudo legalidad es una grave contradicción política«

Esta concepción es la que ha llevado a errores inexplicables tales como el intento de provocar un levantamiento militar (30 de Abril de 2019) para luego entregarle el poder a Maikel Moreno o a Padrino López, conspicuos elementos del régimen chavista. O la falsa creencia que el pueblo se lanzará a las calles cuando sea convocado por un “líder carismático” vía la redes sociales. O la ingenua ilusión que bastaría liquidar a la cúpula del régimen y convocar elecciones en 6 meses para desmontar a las mafias chavistas. Estamos frente a una concepción equivocada, utilitaria y estafadora de hacer política que debe ser destruida sin contemplaciones.

Todo levantamiento civil o militar que se haga en nombre de restituir la pseudo legalidad chavista consagrada en la constitución de 1999 o inspirado por ella es una contradicción en sí misma, está condenada al fracaso político y militar y dejará los mismos lamentables resultados.

@humbertotweets

EL AUTOR es abogado y analista político, con especialización en Negociación y Conflicto enCalifornia State University.